Tres meses habían pasado desde la marcha de Tai, tres meses en los que los remordimientos de Sora iban en aumento y su agonía y tristeza por no haberse podido despedir la estaban desesperando.
Su vida empezó a cambiar ese día. Comenzó en la universidad, y para tratar de aliviar su dolor se centró en sus estudios. Destacaba por encima del resto de sus compañeros y sus profesores alababan su entrega y dedicación.
Pasaba horas y horas en la biblioteca, sumergida en libros de psicología y aislada del resto del mundo.
Su relación con Matt había empeorado. El muchacho había comenzado a grabar un cd en un estudio y quería que lo acompañara, pero ella se excusaba en los estudios y apenas se veían un rato los fines de semana. Él lo había notado, desde ese fatídico día, Sora no había vuelto a ser la misma.
Por otro lado, Mimi también comenzó a estudiar en la universidad, ella había sido admitida en derecho y estaba muy contenta con sus nuevos compañeros. Pero echaba de menos a su amiga, con la que apenas hablaba y con la que tenía una conversación pendiente.
"¿Quedamos esta tarde para tomarnos algo juntas?" le había enviado un mensaje Mimi a la pelirroja. Ella tardó en responder, pero la respuesta que recibió era la que Mimi esperaba: "Lo siento, estoy ocupada. Nos vemos otro día".
La cálida y adorable Sora se había convertido en una chica fría y solitaria, que rechazaba el contacto con el mundo exterior y que solo tenía ojos para estudiar. A Mimi le preocupaba mucho la situación, había tratado de hablar con Matt, el joven cantante estaba realmente mal, sentía que estaba perdiendo a su novia sin darse cuenta.
-No quiere verme-le dijo un angustiado Matt cuando quedaron al mediodía para hablar de Sora-se pasa el día entero en la universidad, y los fines de semana tengo que ir a buscarla para obligarla a salir. Apenas me habla, dice que está cansada, pero que está bien... pero no la creo.
-¿Qué podemos hacer?-preguntaba Mimi muy preocupada-temo que vaya a hacer alguna locura.
-No lo sé... es ella la que está atravesando una crisis ahora, y no quiere recibir ayuda Mimi... no sé cómo ayudarla...
La conversación con Matt no la había ayudado mucho, así que decidió ir ella misma a buscar a Sora para hablar con ella, estaba decidida a sacarle la verdad, a hacerla reaccionar y que abriera los ojos, porque Mimi tenía ya unas sospechas acerca del estado de su amiga.
Se dirigió a la facultad de psicología, y allí comenzó a preguntar a todos los estudiantes hasta que dio con uno que parecía conocerla.
-¿Takenouchi dices?-dijo el chico abriendo los ojos de par en par-es la estudiante estrella de primero, tiene matrícula en todas las asignaturas. Debe de estar por los despachos, participa en algunos proyectos de investigación.
-Muchas gracias-dijo Mimi dirigiéndose hacia donde le habían dicho.
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Sora estaba ante el ordenador portátil, trabajando acerca del nuevo proyecto en el que había sido admitida. Se trataba de una investigación sobre el efecto de los sentimientos en las acciones humanas. Llevaba varias semanas leyendo sobre el tema, y ya había comenzado a redactar un borrador. Su tutor, el señor Andrews estaba muy interesado en su participación y le había facilitado mucho material para que se formara en el tema.
-¿Has pensado ya una hipótesis?-le preguntaba el profesor, que estaba frente a ella, revisando lo que ya le había enviado Sora.
-Aún no, quiero investigar más para que esté más fundamentada-dijo Sora con convencimiento.
-He revisado todo el material, y te veo bastante avanzada Sora. Es más, quería proponerte algo-dijo el señor Andrews. Sora escuchó atentamente y se le paró el corazón al oír la propuesta que su tutor le había hecho. No podía creerlo. Ella no creía en las casualidades, eso estaba pasando por algo.
-Déjeme pensarlo-dijo ella tratando de disimular su nerviosismo-he de irme profesor-guardaba su portátil torpemente, pero tenía que salir del despacho enseguida, estaba comenzando a asfixiarse-tengo clase en cinco minutos.
-Espero tu respuesta Sora, tienes una semana-le dijo antes de irse.
Pero Sora no lo escuchó, ya se alejaba deprisa cuando se chocó con una persona que giraba la esquina a gran velocidad y provocó que se le cayera el maletín al suelo.
-¡Eh, mira por donde vas!-gritó Sora molesta, se agachó a coger el maletín cuando vio sorprendida con quién se había chocado-¡Mimi!
-¡Sora, por fin te encuentro!-dijo Mimi contenta y abrazándola-estaba perdidísima en esta universidad, sí que es grande...
-¿Qué haces aquí?-preguntó Sora deshaciéndose se su abrazo.
-Ya que no permites que quedemos, he venido a buscarte. Al menos tendrás un rato para hablar con tu vieja amiga, ¿verdad?
Sora suspiró, pero no tenía salida.
-Sí, claro-dijo a secas-vayamos a la cafetería...
Las dos bajaron las escaleras que las llevaron a la planta baja, y entraron en la cafetería para merendar. Sora pidió un café bien cargado y Mimi un capuchino.
-Y bien, cuéntame-dijo Mimi rompiendo el hielo-¿Cómo te va?
-Bien-dijo Sora con desgana-muy integrada en la vida universitaria. Las asignaturas son apasionantes, aunque son bastante difíciles. Tengo que estudiar mucho.
-Hay más cosas que estudiar durante la universidad, ¿sabes?-dijo Mimi-¿A que no has salido ni una sola noche de fiesta? ¿Has visitado algún campus?
-No tengo tiempo para eso-respondió Sora molesta-son distracciones que me impiden concentrarme en cosas importantes.
-¡Sora hay que disfrutar!-replicó Mimi animada-¿Y con Matt? He hablado con él, está preocupado por ti.
-No tiene motivos, solo estoy ocupada, nada más.
Mimi se enfadó con esa respuesta. Sora evitaba todas sus preguntas, así que decidió ir a por todas.
-Sigues afectada por la marcha de Tai-sentenció ella. Sus palabras hicieron reaccionar a su amiga, que fue la primera vez que la miró a los ojos.
-No digas tonterías, ya lo he superado.
-Yo no pienso así, desde que se fue eres otra persona-Mimi trataba de seguir ahondando en el corazón de su amiga, pero veía que ella estaba tratando de crear un muro para defenderse, tenía que romperlo.
-Esa eres tú-musitó la joven-te pasas el día fuera disfrutando de la supuesta libertad que te da la universidad, pero te arrepentirás cuando lleguen los finales Mimi, ya lo verás...
-¡A la mierda los finales Sora, la que me importas eres tú!-Mimi dio un grito que alertó a todos los que merendaban en la cafetería.
-Mimi, todos nos están mirando, baja la voz-susurró Sora avergonzada.
Mimi trató de serenarse, pero aun así siguió con el sermón.
-Me di cuenta de algo ese día, ¿sabes?-dijo Mimi adoptando una misteriosa e intrigante mirada.
-¿Qué quieres decir?-preguntó Sora algo nerviosa.
-No estás siendo sincera contigo misma, Sora-replicó Mimi tratando de hacerla reaccionar-estás pasando una crisis porque no estás aceptando tus verdaderos sentimientos.
-No te entiendo Mimi...-Sora tenía ganas de llorar, sabía lo que Mimi trataba de decirle. Y Mimi fue directa.
-Lo que sientes por Matt es una ilusión, afecto como mucho-anunció ella con precisión-realmente no estás enamorada de él, si no de otra persona que está a miles de kilómetros de aquí.
-¿Cómo puedes decir eso Mimi?-preguntaba Sora angustiada, se notaba el llanto contenido en su voz-¡Claro que le quiero!
-Sí, le quieres, pero como un amigo. Es Tai quien ocupa tu corazón, ¿no es así?-Mimi guardó silencio unos segundos-¡Hasta que no lo aceptes no podrás comenzar a ponerte bien!
-¡No estoy enamorada de Tai!-Sora se puso en pie, dejando a Mimi con la palabra en la boca, y salió corriendo de allí.
-¡Sora, espera!-dijo Mimi maldiciendo haber sido tan brusca. Entonces vio que a Sora se le había caído un papel al suelo, lo tomó en sus manos y lo leyó-¿Qué demonios es esto?
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Taiora: Digital.
FanfictionÉl la amaba a ella, pero ella solo le veía como su mejor amigo, o eso es lo que pensaba. Hasta que Taichi se va de Japón para comenzar su con beca de formación, será entonces el momento en que Sora se replantee sus sentimientos, y si ha tomado el ca...