Kari se quedó sorprendida al conocer el motivo de la visita de Sora. La pelirroja había omitido muchos detalles en su relato, como que había roto con Matt o que viajaba a España para volver a ver a Tai, al que necesitaba ver con urgencia para contarle todo, a su amiga solo le contó que visitaría la capital por un congreso de psicología y que, aprovechando la oportunidad, buscaría a su hermano para hacerle una pequeña visita.
"Se aloja en el campus universitario"-le había contado Kari-"Ha decidido estudiar economía mientras se está formando como jugador de fútbol en el club. Por lo que me dice está muy ocupado allí, pero inmensamente feliz, estudia por las mañanas y entrena por las tardes. ¡Ah! Y ha conocido a mucha gente, desde luego, hacía tiempo que no lo veía tan animado".
Sora escuchaba a Kari con atención, y comprobó apenada que, para él, la separación entre ellos no había supuesto más que un triste suceso, que ya lo había superado y que estaba rehaciendo su vida. ¿La habría echado de menos alguna vez? Y de pronto comenzaron a asaltarle las dudas de nuevo, ¿Había hecho bien? ¿Sentiría él lo mismo? Pero recordó lo que le dijo Mimi que la hizo decidirse "Arriésgate a ir a verle y preguntarle qué siente por ti... puede salirte bien o mal, pero al menos estarás siendo consecuente con lo que sientes y volverías a ser la Sora de antes".
Sora se despidió, agradeciendo a Kari su recibimiento y prometiéndole no revelar su secreto a nadie.
-"Ni se te ocurra decírselo a mi hermano"-le advirtió la pequeña de los Yagami.
Sora asintió mientras se alejaba con una sonrisa. Ya sabía todo lo necesario para encontrar a Tai, ahora tocaba preparar sus cosas para el viaje, quedaba menos de una semana para partir.
----------
El tiempo había corrido en su contra, siete días habían pasado sin que se diera cuenta, y por supuesto no había podido organizar el viaje como ella hubiese querido. Pudo despedirse de sus amigas al menos, aunque Mimi insistió en que la acompañaría al aeropuerto. Poco pudo reflexionar sobre qué le diría a Tai cuando lo viera, y por supuesto, no había podido investigar acerca de las localizaciones en la nueva ciudad, así que iría muy a ciegas.
Pero ya no había solución. Lamentándose de sus errores, Sora se encontraba plantada en la parada del autobús con su maleta como única compañía. Su madre esta de viaje de negocios y no pudo acompañarla, así que al ver a Mimi acercarse desde el horizonte se le iluminó el rostro. Siempre era bueno llevar acompañante en una situación así.
-Perdona el retraso-se quejó su amiga-no me ha sonado el despertador.
-Casi pierdes el bus-dijo Sora señalando hacia delante, el vehículo se acercaba a la parada, cinco minutos más y no habría podido llegar.
-He tenido suerte sin duda-decía Mimi nerviosa, acariciándose la cabeza. Estaba muy sudorosa y despeinada, impropio de ella, pero Sora lo achacó a las prisas.
-Vamos, no quiero perder el avión-el autobús abrió sus puertas y Sora y Mimi entraron. Se sentaron juntas, aunque durante el camino ninguna de las dos dijo nada. Sora no tenía nada que decirle, es más, si hubiera abierto la boca se habría arrepentido de lo que estaba a punto de hacer, así que mejor guardar silencio. Por el contrario, Mimi no quería dirigirle la palabra a su amiga porque si lo hacía, se desmoronaría en llanto, y Sora no necesitaba su sentimentalismo ahora.
Llegaron al aeropuerto envueltas en un aura de silencio, y se adentraron en él con la intención de encontrarse con los compañeros de Sora que viajarían con ella, además de su tutor.
-Allí están-Sora señaló a la puerta de embarque número tres. Irremediablemente vino a su mente el momento en que la cruzó para tratar de ver a Tai, pero no lo consiguió. Se preguntó entonces si quizás la situación hubiese cambiado, si ella habría tenido suficiente con despedirse y aún seguiría con Matt, o si tal vez se hubiese atrevido a pedirle que se quedara, y él hubiese aceptado. No podía saberlo, y no merecía la pena pensarlo, pero tenía una cosa clara, para ella lo importante era la felicidad de Tai, y si para ello tenía que volver con las manos vacías, así sería. Él ya había velado bastante por ella.
-Sora, ¿Estás bien?-Mimi la sacó de su ensimismamiento.
-Sí, perdona, no he dormido bien.
-En el avión tendrás tiempo...-respondió Mimi tratando de amenizar esos últimos instantes juntas. El altavoz sonó con fuerza, indicando que los pasajeros podían embarcar-buenoo...-comenzó Mimi tratando de modular su voz.
-Es la hora-terminó Sora mirando hacia el suelo-gracias Mimi... yo... te voy a echar de menos...-empezó a decir ella, cuando de repente Mimi no pudo reprimirse más y se lanzó a sus brazos, llorando en su hombro, y diciéndole todo lo que la quería.
-Aprovecha esto Sora-le rogaba entre lágrimas-ve a por él y vuelve pronto. Vpy a echarte mucho de menos.... cuídate mucho...
Sora trataba de soportar su llanto, las dos llorando sería un espectáculo lamentable en el aeropuerto. La abrazó y trató de tranquilizarla, y cuando lo consiguió se separó de ella.
-Estaremos en contacto-le dijo con dulzura-y te mantendré informada.
-¿Se lo has dicho a alguien?-quiso saber Mimi antes de que se marchara. Sora negó con la cabeza, solo Kari lo sabía, y ella no diría nada-Van a preguntarme...
-Pues cuando lo hagan puedes responder-le dijo su amiga-he de irme...
-Adiós Sora...-las dos se dieron las manos una última vez, y tras esto, Sora se giró para encontrarse con sus compañeros. Eran cuatro, dos chicos y dos chicas, que entraron a la vez por la puerta de embarque, perdiéndose de la vista de Mimi.
-Buena suerte, Sora...-musitó Mimi, con la mano en el pecho.
Sora y los demás no tuvieron problemas para embarcar, y la joven pelirroja se sentó en el avión, justo al lado de una ventana. Pudo observar cómo su ciudad natal se hacía cada vez más pequeña, y no pudo evitar que una lágrima corriera por sus mejillas. Se iba de casa, se alejaba de aquello a lo que más quería, pero iba en busca de algo mejor.
ESTÁS LEYENDO
Taiora: Digital.
FanficÉl la amaba a ella, pero ella solo le veía como su mejor amigo, o eso es lo que pensaba. Hasta que Taichi se va de Japón para comenzar su con beca de formación, será entonces el momento en que Sora se replantee sus sentimientos, y si ha tomado el ca...