Se quedó dormida durante el tiempo que duró el viaje. Había acumulado tanto cansancio los días anteriores que tener tiempo para ella supuso perderse en el mundo de los sueños todo el camino.
La despertó su compañera Naty, sobresaltándola y provocando que su corazón se alterara y comenzara a latir con violencia.
-Ya hemos llegado, espabila-le dijo en broma-¿O quieres volver a Odaiba tan pronto?
-¡De eso nada!-respondió Sora estirándose y obligándose a levantarse. Bajó acompañada de Naty y recogieron sus maletas al salir. Un taxi los esperaba en la misma puerta, de manera que el trayecto hasta el hotel fue directo y rápido. Por la ventanilla del coche Sora observaba entusiasmada los edificios y lugares por los que pasaba. Eran muy diferentes a los de Odaiba, mucho más bajos, con un estilo muy peculiar, acogedor y con muchas rotondas y vegetación en las calles.
Su hotel se encontraba en pleno centro de la ciudad. Según les comentó su tutor, las conferencias serían en diferentes lugares, así que tendría que ir buscando cuál era el emplazamiento concreto para no perderse el día marcado. Llegaron a la recepción y el hombre que los atendió les explicó el funcionamiento del hotel durante el mes que duraría su estancia allí.
-"El horario de comidas es muy estricto, si no cumplen con rigor, se quedarán sin comer, procuren acudir entre las horas fijadas para evitar sorpresas desagradables. En cuanto a la hora de llegada, es importante que a partir de las doce de la noche lleven su llave magnética, de lo contrario no podrán acceder a sus habitaciones puesto que el recepcionista se va a esa hora. Cada habitación tiene un baño, y os recordamos que los estudiantes compartiréis alojamiento, las chicas por un lado y los chicos por otro".
Sora dejó de atender a las explicaciones del botones, ya había escuchado suficiente y lo único que quería era salir corriendo a buscar el campus universitario.
-Sora, pareces intranquila, ¿Todo va bien?-le preguntó Naty.
-Sí-respondió ella de manera breve-oye Naty, he de hacer algunas cosillas... subirán las maletas más tarde, ¿te importaría echarle un vistazo?
-¿Y a dónde vas en una ciudad tan grande si puede saberse?-preguntó con mucho interés su compañera.
-Conocer la ciudad eso es todo-mintió Sora nerviosa-es que necesito estirar las piernas, el viaje me ha dejado atontada. ¿Me haces el favor?
-Ve-dijo guiñándole un ojo-pero ten cuidado ¿eh? No conocemos la ciudad, lleva a mano el móvil por si te pierdes.
Sora asintió y salió corriendo. No tenía ni idea de a dónde iba, pero el simple hecho de estar en la misma ciudad que Tai ya la ponía nerviosa. Según Kari, el campus estaba cerca del centro de la ciudad, así que solo tendría que preguntar cómo llegar a él. En una oficina de turismo le informaron de que en Madrid, al igual que en Odaiba, se desplazaban mucho en metro, así que sin duda había una línea que la llevaría directa al campus.
Fue toda una aventura conseguir que le cambiaran los yenes por los euros, o entender qué ponía en los folletos que le dieron en la oficina. A pesar de estar en un país cuya lengua no conocía, podía comunicarse con algunas personas en inglés, y eso la dejaba más tranquila, pero no podía entender mucho de los carteles e indicaciones que le daban los ciudadanos que desconocían el idioma universal.
-No pensé que fuera a costarme tanto-se quejaba Sora una vez se sentó en el metro después de una larga conversación con el conductor. Finalmente entendió en qué parada debía avisarla para bajar y dirigirse al campus.
Sora se miró las manos mientras el vehículo comenzaba a moverse. No sabía exactamente lo que la había empujado a realizar lo que estaba haciendo. Había sido muy osado por su parte dejarlo todo y presentarse así en busca de Tai, quizás él no quisiera saber nada de ella, o se incomodara al verla y recordar todo lo que había dejado atrás. Otra vez le asaltaban las dudas, y en esta ocasión no encontraba argumentos para defender lo que estaba haciendo. Todo estaba resultando tan complicado... si hubiese sabido identificar sus sentimientos desde el principio, eso no estaría pasando.
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Taiora: Digital.
FanfictionÉl la amaba a ella, pero ella solo le veía como su mejor amigo, o eso es lo que pensaba. Hasta que Taichi se va de Japón para comenzar su con beca de formación, será entonces el momento en que Sora se replantee sus sentimientos, y si ha tomado el ca...