Fiesta universitaria

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La semana había pasado con tanta velocidad que Sora no había reparado en ello. Comenzó a centrarse en el trabajo sobre el congreso y perdió la noción del tiempo. Se llevó prácticamente encerrada los tres días, buceando entre los libros recomendados por el ponente y los apuntes que consiguió que Naty le prestara. Su estancia en España se iba acercando a su final poco a poco, en menos de dos semanas volvería a estar en casa, y aún no había conseguido poner sus ideas y lo más importante, su corazón, en orden.

Pero resultó que no se encontró con el Tai que esperaba. Él había pasado página, ahora tenía su vida y sus amigos allí, y el hueco que antes ella ocupaba había sido reemplazado por una rubia de ojos verdes. Suspiró... qué asquito le tenía... Una idea le azotó la mente, ¿estaba celosa de Zoe? Sora se revolvió en la cama, ahuyentando esos pensamientos. Había llegado el jueves, y con él, la fiesta universitaria. Odiaba las fiestas, pocas veces había estado en una, y esa noche iba a hacer el ridículo... y Zoe estaría allí para disfrutar de su ventaja en ese campo.

-¡Sora!-Naty la llamaba desde la litera de arriba-¡Hoy vamos a conocer a chicos guapos, ya verás! Ah, no espera... tienes que conseguir repescar a Tai, se me olvidaba...

-Muy graciosa...-respondió Sora sonrojada.

El resto del día lo pasaron paseando por las calles comerciales de la ciudad, buscando un buen vestido blanco para la fiesta. Al ser una fiesta ibicenca, todos debían ir vestidos de blanco, con algún adorno floral si querían, y ninguna de ellas tenía un vestido así en su armario. Horas y horas pasaron recorriendo todas las tiendas más conocidas, y por fin dieron con un vestido adecuado para cada una.

-¡Deslumbrarás con él esta noche!-decía Naty emocionada-¡Te quedaba perfecto!

-Creo que nos hemos pasado un poco-a Sora le gustaba, pero era demasiado atrevido para su estilo. Ella, tan fina y recatada siempre, había olvidado los límites del decoro para elegir un vestido blanco ceñido, corto, que resaltaba su figura y su piel morena. De tirantas, con un escote atrevido y espalda de encajes. 

-Bah, no digas tonterías. Esta noche todos van a mirarte ya verás-y eso era lo que le preocupaba. ¿De verdad ella quería eso?

No tuvo tiempo para darle más vueltas, pues en un abrir y cerrar de ojos, ya estaban las dos en la habitación terminando de arreglarse, solo les faltaban los últimos retoques de maquillaje.

-¿Cómo estoy?-preguntó Naty dando una vuelta sobre sí misma y posando como una modelo.

-Muy guapa-respondió Sora amagando una risa-pero esa actitud es ridícula, debes cambiarla.

-Ehh-se quejó su compañera-esta noche pillo, sí o sí. No hay otra opción. ¿Te imaginas un viaje en el que no consigues ligar con un tío?

-Te preocupan cosas muy absurdas-le respondió Sora con una extraña mueca en su cara. Las dos terminaron de vestirse y salieron del hotel. Sus compañeros las esperaban, con camisas blancas y pantalones pirata del mismo color.

-Vaya compañeras guapas que tenemos-dijo Nick, uno de ellos.

-Vamos a ser la envidia de todos-añadió Liam.

-No os emocionéis, estamos solteras y tenemos derecho a conocer a todo aquel que nos apetezca-les retó Naty contenta.

Los cuatro se encaminaron al metro, que los llevaría al campus, donde tenía lugar la fiesta. Al llegar se quedaron impresionados de la majestuosidad que tenía la sala donde habían organizado el evento. Luces desorbitantes, con una pista de baile de enormes dimensiones. Había muchas mesas con canapés y diferentes platos para comer, y por supuesto, la barra donde pedir las bebidas. La música estaba muy fuerte, y apenas se podía escuchar a la persona de al lado.

Taiora: Digital.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora