𝐒𝐀𝐃 𝐄𝐍𝐃𝐈𝐍𝐆

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—¡Para! ¡Katsuki! ¡Huye!

La gente de las habitaciones cercanas salieron cuando grite.

Si, ¡esta es la sede! No es como la celda en la que estaba atrapada antes.

Las personas que salieron al pasillo vieron a Katsuki herido, y luego observaron a Maruvajo todos a la vez. Todavía me estaba tomando como rehén.

¿Quién se ve peor para ellos?

—Maruvajo, déjalos —una voz sonó fuera de la multitud.

Todos los presentes aquí, apunto sus armas a Maruvajo.

—¡Paren! —grito Katsuki.

—¡Pero! —espeto uno de los miembros.

—¡Paren! O Zeína recibirá un disparo —Katsuki menciono con dificultad.

—¡Exactamente! ¡Así que ríndete! —grito Maruvajo.

Parece como si hubiese rendido para ocultar su verdadera personalidad. Ella dejo de tratar de apuñarlar a Katsuki, y me uso como escudo para escapar del edificio.

Ella no puede escapar de ellos.

Casi todo el pueblo me está siguiendo, ya que fui arrastrada por Maruvajo. Katsuki no podía moverse de donde estaba debido a su lesión.

—¡Zeína! —grito él.

—Por favor, permanece tranquilo, que estás perdiendo mucha sangre. No te muevas —le pidió el miembro de la sede, un chico de cabello rojizo.

—¡Mierda! ¡Déjame!

Katsuki...

. . .

Las personas mantienen sus armas dirigidas a mí, y baje por las escaleras lentamente.

Sé que están destinadas a Maruvajo pero... tengo miedo.

Solo Maruvajo me apunta con su arma.

¿Cómo saldrá ella de esta situación?

Si ella me dispara, recibirá muchos disparos. Pero es difícil escapar usándome como un escudo porque mi cuerpo estaba muy pesado por la parálisis.

. . .

Hemos salido del edificio. Había muchos autos y personas en todo el camino.

Ella no puede escapar más.

Pero Maruvajo sonrió y pareció cobrar compostura.

¿Tiene una idea?

—No se acerquen más —ella le dijo eso a los miembros de la organización que estaban de pie cerca de ella en la entrada de la sede.

El tiempo pasó. Podrían haber sido solo unos segundos, pero yo lo sentí como minutos. Es poco tiempo, un gran camión se acercaba por el camino. Maruvajo me lanzo al camino del camión.

¡Va a golpearme!

Al mismo tiempo, oí el sonido de un disparo. Y el sonido de los frenos rechinando contra el asfalto. Cuando abrí los ojos, vi que el camión estaba a mi lado. Podía oler el fuero y la gasolina también.

—¡Zeína vayamos a un ligar lejos de aquí! —Grito el miembro de la sede—. ¡Rescata al conductor! ¡El camión va a explotar! ¡¡Date prisa!!

Solo me di cuenta de que Maruvajo había desaparecido después de que todo se tranquilizó.

. . .

Unos meses más tarde.

Finalmente fui a visitar la sede de Aokutsu por primera vez desde aquel entonces. Iba a visitar a Katsuki porque escuche que estaba fuera del hospital.

𝐌𝐎𝐁 𝐋𝐎𝐕𝐄 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora