Capítulo 29

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¡Sé que estabas emocionado, pero estoy de vuelta!

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Pov. Valentina

- Mira lo que me hiciste hacer - Macário se llevó las manos a la cabeza - ¿Hija? Se acercó.

- ¡NO TE ACERQUES! - grité quitando la camisa de encima de mi ropa para detener el sangrado de Juliana. - Juls, agárrate fuerte, por favor, mi amor.... - le dije mientras lloraba con ella en mis brazos.

- ¡Ella es mi hija!

- ¡Cómo duele! Juliana se retorció de dolor.

- Ya te dije que NO TE ACERQUES - le ordené - ¿Sergio escucha? - Lo llamé por la radio.

- Positivo, escuché disparo, ¿todo bien?

- Llamar a una ambulancia, Juliana esta herida, está bien, fue un roce, estoy tratando de detener el sangrado.

- Está bien, ¿está bajo control?

- ¡Por ahora sí!

Fue en ese momento que vi a Macario, vulnerable, arrodillado en el suelo.

- Sí, solo dame 10 minutos y puedes pasar - Apagué la radio.

- Mi niña, mi pequeña. - Macário no podía dejar de llorar - todo esto es tu culpa, dije que eras un problema para ella, sabía que ella se arriesgaría contigo a su lado.

- No quería creer lo que había descubierto, pero después de hoy... - Juliana entrecerró los ojos tratando de contener el dolor. - Ya no sé quién eres... No eres mi padre, el padre en el que siempre confié y creí ciegamente. - La voz de Juliana falló. - ¡Si yo no hubiera llegado, también la habrías matado, matado a la mujer que amo!

- Deja de ser hipócrita, el único que la puso en riesgo fuiste tú, cuando nos secuestraron, eras tú con quien hablaba Pazuello por teléfono, ¿no? -Ese era el momento perfecto para sacar la verdad.

- Nunca te dejaría tocarla, nunca te dejaría tocar un solo cabello de mi pequeña. - Macario intentó acercarse de nuevo, pero lo detuve.

- ¿Tú estabas alla? ¡No podrías garantizar nada! - Me vengué.

- ¿Por qué? ¿Por qué le hiciste esto a Léon? – Juliana dejó escapar una lágrima de dolor y puse mi barbilla en su rostro.

- Tranquilízate, no te esfuerces demasiado, la ambulancia está llegando y estarás bien. - susurré en su oído.

- Yo... - Macário dejó el arma en el suelo. - Yo no tenía nada personal contra él, solo me contrataron para eso...

- ¡Pero ahora tengo algo muy personal contra ti! - Lo miré fijamente. - ¿Para quién trabajas, Chino? Abrió mucho los ojos cuando lo llamé así.

- Todo lo que hice fue por dinero...

- ¿Mi madre sabe de esto? - se esforzó por preguntar Juliana.

- ¡No, ella nunca se entrometió en mis asuntos!

- ¿QUIÉN TE CONTRATA, CHINO? - grité impaciente.

- ¡YO NO SÉ! - le gritó de vuelta. - Nunca he visto su rostro, nunca he visto su rostro, ¡solo sé que su nombre es Chavah! Pazuello era... era la paloma mensajera, me traía las órdenes y después de que yo ejecutaba, ¡me pagaba!

- ¿Simples así? ¿No te importó que fuera el padre de alguien? ¿Alguien qué amo? - Juliana lo enfrentó.

- ¿Crees que no me preocupé? En el momento en que recibí ese sobre y ahí estaba la foto de Léon Carvajal pensé en ti, por eso quise que te alejaras de ella, quise que lo olvidaras de una vez por todas, pero mi pedido no te bastó, insististe en esta amistad que luego se convirtió en noviazgo, así que no tuve más remedio que hacer esa historia para que aceptaras irte y funcionó, por un tiempo... ¡Te amo y solo quería protegerte de todo este sufrimiento!

Olvídame Si Puedes - JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora