Capítulo 13

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Pov. Valentina

Le prometí a Juliana que le compensaría por no haber podido quedarme con ella la noche anterior. Quería mostrarle el regalo que me había hecho mi padre y quedé con ella en su casa. Cuando llegué le envié un mensaje de texto y le dije que la estaba esperando afuera, me apoyé contra el auto y esperé unos minutos.

- ¡OK! – Juliana se acercó de inmediato a saludarme con un beso muy cálido que me dejó sin aliento.

- ¿Tus padres no están aquí? - Pregunté tan pronto como nos alejamos.

- No. ¿Quiero entrar? Preguntó con una sonrisa traviesa.

- En realidad tengo mejores planes para las dos. Retrocedí para que pudiera ver que no tenía conductor.

- ¿Y este coche? ¿Dónde está Alirio?

- Cuántas preguntas, mi amor... - Abrí la puerta del auto para que ella subiera y ella me sonrió.

- Qué dama...

Me subí al asiento del conductor y me abroché el cinturón de seguridad.

- Entonces, mi padre me dio este auto porque logré sacar mi licencia de conducir y tú eres la primera persona que se sube a él. - Dirigí mi mirada hacia ella y me di cuenta de que tenía algo en la mano. - ¿Qué es eso?

- ¡Bueno, te lo compré! Juliana extendió su mano y me entregó el objeto.

- ¡Guau! - Saqué del empaque un osito de peluche muy lindo y lo mejor, tenía su olor. - ¡Realmente me encantó!

Me quité el cinturón y le agradecí con otro beso. - ¡Se llamará Juju! - ambas nos reímos y ella me abrazó fuerte y yo no quería ni irme.

- ¡Me alegra que te haya gustado, me alegra verte feliz!

- ¿Jul? - la llamé esperando que volviera a mirarme. - Nuestra conexión es tan increíble y fuerte que pensamos lo mismo.

Juliana arqueó una ceja.

- ¿Como así?

Tomé un paquete del asiento trasero y se lo entregué.

- ¿Es alguna ocasión especial y no me acordaba? Preguntó en tono de broma.

- Será a partir de hoy. - respondí y ella puso una expresión confusa. - Pronto lo entenderás.

Juliana abrió un paquete y una hermosa sonrisa junto con él.

- No es posible...

- ¡Yo dije! - sonreí.

- Yo amé. - Respondió ella abrazando el regalo que le di, también era un osito de peluche. - Su nombre será Tina... - Juliana olió el regalo. - También huele a ti.

- Es para que me recuerdes cuando no estemos juntos. - Ella sonrió. - También es para agradecerte la maravillosa noche que pasamos...

- Eres perfecta, ¿lo sabías? Nunca imaginé estar con alguien como tú... ¡Ah, y tu auto es hermoso!

- Puedo enseñarte a conducir si quieres... - sugerí.

- ¡Me encantaría tener una profesora tan hermosa! - Juliana deslizó su mano sobre mi muslo haciéndome temblar. - ¿A dónde vamos ahora? - me preguntó con curiosidad.

- ¡Es una sorpresa, ya verás!

Arranqué el auto y nos dirigimos por el camino que había planeado. Juliana les dijo a sus padres que saldría por la tarde y conmigo me encanta la idea de poder pasar un día entero con ella y hacer todo lo que tenía planeado. Conduje durante unos 30 minutos.

Olvídame Si Puedes - JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora