Olvídame Si Puedes - Juliantina

Capitulo 18

No nos mates todavía, presta atención a los detalles, ¡todo tiene una razón! El capítulo es bastante pequeño, pero los próximos serán más largos. Hoy tenemos un homenaje al nombre del fanfic y les pido que escuchen las canciones durante el capitulo y la letra tiene que ver con lo que pasa en la historia. ¡Feliz lectura y nos vemos la próxima semana!

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Valentina

Sentí sus ojos encontrarse con los míos, sentí mi cuerpo estremecerse y comencé a pensar que esa visión podría ser efecto del alcohol, pero me acerqué y concluí... ¡Era real! La última estrofa se repetía en mi cabeza

- 'Si fuiste tú el que se equivocó, porque me siento culpable'

- Se sentía personal, se sentía como si quisiera golpearme cuando cantaba esa parte, pero no podía entender por qué. Antes de que pudiera enfrentarla, apareció una mujer y la abrazó por la espalda, susurrándole al oído y jalándola hacia adentro, se fueron tomadas de la mano.

Nada tenía sentido. Recuerdo muy bien las palabras que me mandó por WhatsApp, que estaba equivocada, que había confundido la amistad con el amor, que se iría y seguiría el camino de sus padres, el camino de la religión... cambio el número y desapareció el mismísimo día que mi padre fue cruelmente asesinado, no quería revivir ese dolor, pero era inevitable. Y ahora que ella estaba aquí, en un bar con otra mujer, confieso que me afectó de una manera que no podía imaginar. ¡Hipócrita! ¡Sínica! La maldije de varias maneras en mi cabeza.

-Valentín... ¡Valentín! - Sérgio llegó de la mano del tipo que tardé en reconocer. - ¡Este bar es maravilloso! ¡Este es Diogo! - Sostuvo el brazo del niño y fue entonces cuando me di cuenta de quién estaba ablando...

- ¿Es en serio? - Diogo y yo nos miramos. - ¿Este es tu amigo que le querías presentar a Juliana? Puso su mano en su cintura y habló en un tono burlón. - ¡Bueno, aléjate de mi amiga, querida!

Sérgio no sabía a quién mirar, se quedó estupefacto al no entender nada y yo tampoco.

- ¡Putz! - resopló Sergio. "Ese es..." Miró hacia atrás. - Juliana? ¿Tu Juliana? - Preguntó incrédulo y yo lo ignoré.

- ¡Pues dile a tu amiga que se aleje de mí! - Tomé el último sorbo de whisky y salí corriendo de allí.

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Juliana

Estaba devastado, ¿quién diría que el primer día de mi bar la vería? Duele. Lancé mi cuerpo en el sofá en forma de L y le pedí a Elena que me sirviera una bebida fuerte y simplemente me di la vuelta. Era hermosa, mi corazón se aceleró cuando la vi. Estaba sentada ahí sola bebiendo y pude ver su mirada de incredulidad al darse cuenta de mi presencia en el escenario, la tensión en el ambiente era palpable.

- ¿Qué te ha pasado? - Preguntó preocupada sentándose frente a mí. - Te ves pálida, parece que viste un fantasma.

Suspiré y miré al suelo y luego a Elena.

- Un fantasma... ¡Eso es lo que vi!

Ella me miró confundida.

- ¿De qué hablas, Juliana? Sé que alguien te lastimó, pero nunca quisiste decirme lo que pasó. Ella tomó mi mano y la acarició. - Creaste muros y no permites que nadie entre, cuando te das cuenta de que alguien quiere amarte, quiere ser algo más en tu vida, ¡corres! - Hice un movimiento con la boca y volví a mirar al suelo dejando correr una lágrima.

- Elena, gracias por intentar ayudarme, pero me gustaría estar sola ahora. - Yo pregunté.

- ¿Serio?