Capitulo 6

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Sentí que mi cuerpo se helaba con el susto que me llevé


¿De qué estás hablando? - demencia fingidaNo sirve de nada disimularlo, ¡lo vi! – enfatizó Nayeli


- Solo vio a una amiga dándole un regalo a otra amiga. - estaba renuente


Nayeli soltó una risa sarcástica


-No sé por qué tratas de engañarme, soy tu amiga desde hace años y nunca te he visto mirando a nadie así, Valentina.


- ¡Déjame en paz, Nayeli! - me crucé de brazos- Si eres lesbiana, no te juzgaré, ¡no tengas miedo!- ¡Habla bajo! ¿Por qué crees que soy lesbiana?


nayeli respiro hondo


- Amiga, eres una de las chicas más calientes de esta escuela, prácticamente todos los hombres han tratado de salir contigo y tú siempre, ¡SIEMPRE, huyes como el diablo de la cruz! - La Nayeli jaló a Valentina hacia la esquina. - Mira Lucho, tienes que ponerte una sandía en la cabeza para llamar tu atención y ni te importa y siempre te noté que le hacías caso a algunas chicas, pero esta Juliana te está volviendo loca y no puedes ni disimular Eso- ¿Usted está loca?- Val, salí del armario, anda, hay polvo en el armario y tú tienes rinitis...


Puse los ojos en blanco


- ¡Poético, eh!- En serio, no tienes que esconderte de mí, si me preguntas no se lo diré a nadie, pero eres mi mejor amiga y me gustaría mucho que fueras sincero conmigo y te juro que no lo haré. Aburrirte más ofreciéndote un hombre. - Nayeli cruzó los dedos.


Fruncí el ceño y me crucé de brazos.


- Está bien... - Dejé salir el aire de mis pulmones. - Me gusta, es muy linda y me atrae mucho, ¡no se lo digas a nadie!- ¡Jurar! Ella levantó su mano derecha. - ¡Ay amiga! Estoy tan contenta de que te hayas abierto a mí. – Nayeli empezó a dar saltos y a abrazarme – Te regalo una bandera gay. - Casi gritó.- ¡No exageres!


pov: Juliana.


Mi día empezó tan perfecto, la sensación que me causó el abrazo de Valentina fue tan buena, su voz susurrándome al oído sobre mi olor hizo que mi corazón saltara.Tan fuerte que me asustó, miedo que me estaba enamorado de ella. Abrí la puerta de mi casillero y sentí que se me cayó una tarjeta e inmediatamente me agaché para recogerla.


Aunque algún día el destino nos separe, siempre tendrás un lugar especial en mi corazón. Gracias por hacerme más feliz en el más simple de los gestos, ¡siempre te recordaré! tu ❤️Era perfecta, sostuve la tarjeta con asombro durante unos minutos y me encontré con una sonrisa tonta en la boca.


- Parece que alguien tiene un admirador secreto. – Emilia me sacó del trance e inmediatamente cerré mi casillero.- Llegamos tarde a clase. - Corté el tema.


Emilia sonrió de soslayo, pero tampoco quiso adentrarse más en la conversación.


Olvídame Si Puedes - JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora