Juliana Valdés, es una joven que nació y creció en un pequeño pueblo de México y nunca había visitado una ciudad más grande. Su padre Macário Valdés fue convocado para ser el nuevo pastor, de una conocida iglesia de la capital. Juliana entonces usa...
Ha llegado el momento de terminar esta historia que me encantó escribir y quiero agradecer a Carla y Thaynara por ayudarme en todo el camino, les confieso que extrañaré las publicaciones semanales, escribir, ver sus comentarios que siempre querían más. Espero que el final sea algo satisfactorio para todos e hice un final feliz porque sé que todos están cansados de ver películas donde dos mujeres se aman y nunca se juntan al final, no te haría ese flaco favor, te quiero a leer que disfruten cada segundo y escuchen las canciones y emocionense!
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Final parte 2
Valentina estaba en shock después de todo lo que había pasado, al principio no podía llorar. Su cuerpo estaba en modo de supervivencia, ya que todavía tenía que lidiar con la cirugía de su madre, la pérdida de compañeros de trabajo y el hecho de que había matado a su propia hermana. Fueron horas prácticamente sin dormir y sin alimentación adecuada, sin derecho a llorar su dolor, tenía que ser fuerte solo un poco más.
Después de tanto asfixia, valentina volvió a su departamento y al entrar a ese lugar sintió que su pecho estaba a punto de estallar. El nudo en su garganta, que estaba atascado, dolía tanto como un puñetazo. Caminó en silencio hacia la sala y Juliana vino justo detrás y mantuvo la distancia por unos segundos mirándola y luego decidió abrazarla por la espalda.
- Llora, mi amor, llora todo lo que quieras, necesitas sacar este dolor de tu pecho.
Fue en ese mismo momento que Valentina no aguantó más aguantar, soltó todo lo que estaba atascado, todo lo que la estaba matando por dentro. Sostuvo los brazos de Juliana
pasó alrededor de su cintura y luego se volvió para abrazarla y ella recibió un abrazo aún más fuerte de su novia. Tan pronto como fueron liberados, Valentina se acostó en el suelo.
- ¿Necesitas espacio? - preguntó Juliana.
- ¡No, no me dejes aquí solo, por favor! - Respondió ella con voz débil y aún ahogada.
Juliana se acostó a su lado y tomó su mano por un largo tiempo y se quedaron allí sin decir nada.
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- Si solo me acuesto aquí, ¿te acostarías conmigo y te olvidarías del mundo? - Valentina tenía una canción en la cabeza y Juliana sabía lo que necesitaba.
La morena jaló a su amante para que descansara su cabeza sobre su pecho y acarició su cabello, ese pequeño gesto fue devolviendo lentamente la calma a Valentina.
