Mayordomo de Orejas Caídas [ABO]

Capitulo 18

Advertencias / Menciones de asesinato / tortura

Recordando de repente algo, Lu Shang Jin respiró profundamente.

Reprimiendo su ira, preguntó.

"Xia Pingtian me dijo que te gustaba el hámster omega que lleve al hospital para una operación de sustitución de glándulas".

Bi Ruijing quitó el polvo de las cenizas, desconcertado.

"No digas tonterías, ¿Cómo iba a robarte a alguien? ¿A quién le estás reemplazando las glándulas?"

La comisura de los labios de Lu Shang jin se tensó un poco.

Aunque la diferencia de edad entre los hermanos Xia era de varios años, se parecían mucho, incluso sus voces estaban cortadas por el mismo molde. Después de pensar cuidadosamente en la voz del presidente Xia en el teléfono cuando le había pedido a Lu Shangjin que dejara salir al hámster omega, efectivamente sonaba muy similar al segundo joven maestro Xia con el que había hablado hoy.

"Metiéndote conmigo". Lu Shangjin apretó los dientes.

Bi Ruijing se dio una palmada en la frente, bajó la voz y le dijo al guardaespaldas que estaba a su lado.

"Mira la hora, una vez que la Señora se despierte tiene que comer los fideos de trigo del lugar de Xin Jie en North Gate"

El guardaespaldas dijo en voz baja.

"La Señora acaba de llamar y ha dicho que ya no comerá eso. Quiere que vuelvas y le hagas una sopa de bolas de cordero".

"¿Qué hora será para cuando vuelva?"

Bi Ruijing frunció el ceño mientras miraba su reloj.

"De acuerdo, de acuerdo, date prisa y pídele a Zhao-ma que compre cordero y espérame después de molerlo, yo mismo conduciré a casa."

"Sí"

Bi Ruijing pisó la colilla del cigarrillo y palmeó el hombro de Lu Shangjin.

"Ha surgido algo en casa, me iré primero".

Lu Shangjin se fue a casa solo.

Nadie había limpiado la casa durante mucho tiempo, y una capa de polvo cubría los muebles.

También era demasiado perezoso para contratar a un ayudante.

El cenicero de la mesa de té estaba roto y sus trozos seguían esparcidos bajo el sofá. Lu Shangjin se acercó a la ventana y recogió una a una las cajas de aperitivos de conejo desparramadas, apilándolas ordenadamente.

Hacía mucho tiempo que no le preguntaba a Yan Yi qué quería comer. La mayoría de las veces, Lu Shangjin creía entenderlo, así que compraba alimentos que creía que a Yan Yi le gustarían.

Pero antes, cuando le preguntaba a Yan Yi qué quería o que le gustaba comer, el conejito tonto siempre respondía "Me gusta comer lo que me des".

En aquel entonces, Lu Shang Jin estaba atento a sus pequeños hábitos.

Le gustaba comer fresas. Siempre que lo hacía, se comía una gran caja de ellas. Comer demasiada comida fría y acuosa era malo para el estómago, así que Lu Shang Jin sólo le permitía comer media caja al día.

El conejito se sentaba en el sofá y se enfadaba durante medio día.

Lu Shangjin le llevaba un cuenco de sopa de hongos blancos con la temperatura adecuada y le daba de comer y sólo conseguía convencerlo después de abrazarle y besarlo durante mucho tiempo.