Mayordomo de Orejas Caídas [ABO]

Capitulo 46

El campo de entrenamiento se llenó de sangre mientras los miembros rotos y los escombros se esparcen por todas partes.

La piraña alfa cayó a sus pies. Yan Yi hizo un corte en las glándulas del cadáver. Después de que las glándulas estuvieran completamente dañadas, agitó la mano para sacudir la sangre pegajosa de la espada.

Yan Yi bajó los párpados y levantó la barbilla del piraña alfa con la punta de la espada, dejando al descubierto su cuello para echar un vistazo a la marca que tenía.

"PBB000036". Leyó en silencio antes de volver a mirar a los siete u ocho silenciosos alfas J1 que le rodeaban.

Sintiendo que el grado de amenaza para él era nulo, actuó como si no hubiera nadie presente y mantuvo la espada alejada.

Varios alfas J1 se dieron la vuelta y corrieron, pero la entrada estaba sellada por una gruesa y pegajosa tela de araña, que bloqueaba firmemente cualquier hueco.

Los guardaespaldas armados se arremolinaron hacia delante y presionaron con firmeza al grupo de ratas que escapaban hacia el suelo, mientras se aferraban a sus últimos alientos, llevándoselos uno a uno.

Shao Wenjing se deslizó desde la alta plataforma por una hebra de resistente seda de araña y aterrizó frente a Yan Yi.

En ese momento, la corriente que surgía en su pecho aún no se había calmado.

Extendió una mano, queriendo pasar por detrás de la oreja un mechón de pelo suelto que tenía delante de la frente.

Brillando con una luz fría, la espada Tachi se levantó de repente y apuntó a la garganta de Shao Wenjing. Yan Yi le apuntó con la espada sin expresión, sin permitirle acercarse más.

Una brizna de adormidera flotó en el aire, envuelta en entusiastas feromonas de cortejo.

La mano de Shao Wenjing se detuvo en el aire mientras recuperaba el sentido común. Sin embargo, el instinto alfa que impulsaba a sus feromonas de cortejo a derramarse desde sus glándulas ya se había emitido en el aire. Hizo todo lo posible por controlarse y contenerse, pero Yan Yi ya debía ser consciente de ello.

El deseo innato de conquista del alfa surgió abruptamente de las profundidades de su corazón. Shao Wenjing también se sintió inevitablemente cautivado por el omega de alto grado.

Yan Yi preguntó suavemente.

"¿Cuándo puedo salir?".

Shao Wenjing recuperó su habitual aspecto elegante y golpeó el dorso de la espada con los dedos, levantando las comisuras de los labios.

"¿Qué quieres hacer afuera?"

Yan Yi se quedó atónito por un momento.

Intentó hacer memoria, pero los recuerdos en su mente se volvieron un poco confusos. Todavía recordaba la cena de anoche, pero no podía recordar algunas cosas con claridad.

"Vámonos, el olor a sangre aquí es demasiado penetrante, te dará dolor de cabeza si te quedas mucho tiempo". Shao Wenjing se inclinó hacia un lado para evitar la espada y se acercó al pequeño conejo blanco que estaba de pie frente a él perdido en sus pensamientos.

A continuación, le sujetó suavemente el cuello, los dedos barrieron vagamente la piel de sus glándulas, y un hilo de toxina indetectable recorrió su nervio glandular y entró en su cerebro.

"..." Yan Yi volvió a deslizar la hoja en su funda antes de lanzar convenientemente la espada Tachi de piel de serpiente a Shao Wenjing. "No está mal".