Mayordomo de Orejas Caídas [ABO]

Capitulo 28

A primera hora de la mañana, la villa estaba vacía y en silencio, ninguna de las luces estaba encendida. El salón estaba tan oscuro que ni siquiera se podía ver una mano extendida.

La lluvia de afuera golpeaba el vidrio, de repente un relámpago atravesó el cielo nocturno. A través de las ventanas, todo el salón se iluminó como si fuera de día.

Yan Yi estaba acurrucado en un rincón del sofá mientras sostenía una colcha de edredón. Tenía las orejas de conejo cubiertas sobre la cabeza y la punta de la nariz le temblaba.

La luz se había ido, pero Yan Yi no se atrevió a ir a repararla.

Sujetando con fuerza el edredón, espero el amanecer. Repararía el interruptor eléctrico en cuanto el cielo se iluminará.

De repente, oyó un crujido en la puerta.

Lu Shangjin tiró el paraguas que tenía en la mano y se quitó impacientemente el abrigo empapado, arrojándolo sobre la mesa.

"¿Por qué no enciendes las luces?"

No podía ver nada en la oscuridad, así que encendió la linterna de su teléfono

Yan Yi corrió hacia él descalzo con la colcha de edredón en los brazos, abriendo los ojos de par en par para mirarlo como si hubiera visto a su salvador.

Respondió en un susurro.

"La tormenta eléctrica es demasiado fuerte, se cortó la luz".

"Oh, conseguiré a alguien que lo repare mañana. Olvídalo, mañana no trabajo, lo arreglaré yo".

Lu Shangjin entró al baño para cambiarse la camisa empapada. Yan Yi lo siguió, sujetando la colcha de edredón y quedándose descalzo delante de la puerta para esperarlo.

Después de esperar durante mucho tiempo, finalmente dejó la colcha de edredón y entró al baño. Abrazó a Lu Shangjin por la espalda y rodeó suavemente su cintura con sus brazos, apretándose a él, con el cuerpo ligeramente tembloroso.

Lu Shangjin dejó de hacer lo que estaba haciendo. Se secó las manos y se volteó para abrazarlo, palmeando su espalda y acariciándolo suavemente.

Al conejito le gustó mucho, así que metió todo su cuerpo en los brazos de Lu Shangjin.

"¿Quieres que te toque, Yan Yan?" Lu Shangjin le acarició suavemente, "Ya tienes diecinueve años, ya no eres un conejito".

Enterrando su cabeza y sus orejitas de conejo en los brazos de Lu Shangjin, Yan Yi se estremeció.

"Tengo la necesidad de que me toquen, sí. Soy un conejito".

"Bien, cariño". Lu Shangjin bajó la cabeza para besar la punta de su nariz en el baño en plena oscuridad, y luego lo llevó a la bañera.

"Toma un baño y a dormir".

Había una fuente de energía de repuesto en el baño, entonces se encendió una pequeña y tenue luz de la pared.

Yan Yi se puso un gorro de baño transparente para cubrir sus orejas de conejo. Se sentó en la bañera cuadrada con la espalda apoyada en los brazos de Lu Shangjin, y levantó la vista para quejarse.

"Tienes que volver pronto cuando hay tormenta".

"Esta bien".

Lu Shangjin empapó un trozo de barra de sal marina, la palma de su mano acarició suavemente la suave piel de Yan Yi y pasó ocasionalmente por encima de varias cicatrices de disparos.