Luces de la calle (Jori)

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También les cuento que intentare acabar la historia antes de finales de noviembre :3

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|Tori|

A diferencia de Trina, no siempre soñé con vivir mi vida en el escenario. De hecho, antes de que me aceptaran en Hollywood Arts, mis mayores sueños incluían tener un erizo como mascota y tal vez ser instructora de acondicionamiento físico. Antes del día que sustituí a Trina durante la actuación que cambió mi vida, nunca había estado frente a una multitud. No conocía el flujo dorado de adrenalina en mis venas, la forma en que ardía tan deliciosamente a través de mis extremidades y mi garganta y bombeaba música desde algún lugar dentro de mí que no podía verse en una radiografía. No conocía el estruendo de una multitud rugiente o el crepitar de los aplausos. No sabía que mi casa estaba allí arriba.

En estos momentos, justo antes de subir al escenario, exponiendo todo de mí mismo para que el mundo me vea y juzgue, me siento más vivo que nunca. Soy muy consciente de la forma en que mis pulmones se expanden y se desinflan en mi pecho y el latido constante de mi pulso excitado palpitando en mi cuello y el hormigueo distintivo en las puntas de mis dedos de manos y pies. Aunque la parte trasera del escenario está envuelta en sombras, mis ojos se sienten como si estuvieran ardiendo y todo parece más fuerte de lo que realmente es. Los ejercicios de calentamiento de Cat retumban en mis oídos hasta el punto de ser doloroso, pero no me alejo ni le digo que se detenga. Es un tipo de dolor bueno y anticipatorio.

A través de una delgada franja entre las cortinas, puedo ver el escenario. Está vacío y esperando y bañado en luz blanca. Más allá está el auditorio, que ya está casi repleto de estudiantes y personal de Hollywood Arts y padres orgullosos con sus cámaras encendidas y listas para la presentación. Encuentro a mis propios padres con bastante facilidad: mi madre está parada en el pasillo, escaneando los asientos vacíos y juzgando dónde se encuentra el mejor ángulo para grabarme. Mi papá, Dios lo bendiga, está haciendo todo lo posible para parecer interesado, pero cuando mi madre le da la espalda, revisa su teléfono, probablemente con la esperanza de que atraque un banco. Él obviamente me apoya, pero mi papá es más del tipo de persona a la que le gusta fotografiar cosas y encuentra aburrido ver a un grupo de niños cantar y bailar.

Incluso hay algunas personas que realmente no tienen una conexión con Hollywood Arts, solo vienen por entretenimiento porque, seamos honestos aquí; no existe la mediocridad en un concurso de talentos de la escuela de arte.

"¿Dónde está Jade?"

Me giro ante la pregunta. Cat se ha detenido en sus escamas para parpadear hacia mí. "No lo sé", respondo, dando un paso alrededor de Cat para mirar de un lado a otro del backstage en busca de alguna señal de ella. Hay un montón de niños aquí atrás, riendo y sudando y sacándose los nervios de las manos y los pies, pero todavía no veo a Jade. Actúa después de mí, pero ya debería estar aquí. Mordiéndome el labio, me deslizo hacia la rendija de las cortinas, esperando encontrar una mata de cabello negro mezclado con rayas verdes que se balancee entre la multitud. Después de unos momentos de escaneo, creo que la encontré. Estoy a punto de anunciarle a Cat su llegada cuando la mujer que pensé que era Jade se gira, con el perfil inclinado hacia el escenario, y yo jadeo en silencio.

"Estoy tan sorprendido como tú".

Con la frase viene un par de brazos alrededor de mi cintura. Sin volverme a mirar, me derrito en el pecho de Jade. Sus labios están junto a mi oído. "Wow", digo, completamente impresionado. La madre de Jade era sin duda la última persona que esperaba que apareciera. "¿No es eso algo?"

"Se pone mejor".

Ladeo la cabeza lo suficiente para que pueda ver mi ceja erguida. Su brazo se levanta y sigo la línea recta que crea hacia la multitud. A la izquierda de la madre de Jade y un poco más arriba hay un hombre alto con el pelo corto y oscuro. Lo reconozco inmediatamente desde la única vez que nos conocimos como el padre de Jade, con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta de su traje. "Vaya", repito. Frunciendo el ceño, finalmente me giro en los brazos de Jade para encontrar sus ojos. "Cómo -"