Capítulo 13

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Abrí la puerta cuidadosamente, no quería despertar a ninguno de los dos, todo se encontraba oscuro cuando pase, las ventanas estaban un poco abiertas, esa era la poca claridad que daba al interior de la casa, mis pasos eran silenciosos y así se mantuvieron hasta que entre a mi cuarto, uno en el que Harley estaría durmiendo.

Intente entrar sin hacer ruido dándome con la sorpresa que Harley estaba sentado en la esquina de la cama, sus manos estaban apoyadas en la cama sosteniendo el peso inclinado de su cuerpo, su mirada estaba dirigida al techo de su habitación, sus ojos cerrados no parecían ser de alguien dormido.

—¿Harley? —murmuré por la vergüenza.

—Mi vida... ¡Volviste! —respondió con una sonrisa, me hizo sonrojarme en un segundo, no parecía nada enojado.

—Perdón yo... yo —balbuceaba sin tener un sentido de mis disculpas.

—¡No tienes porque!, ¡te entiendo! —se levantó acercándose a mí con tranquilidad.

—Deberías estar durmiendo — murmuré.

—Lo sé, pero te escuché decir que volverías, y lo que te dije fue que siempre iba a esperarte con una sonrisa —me abrazo dando pequeñas caricias en mis mejillas.

—¡Tengo algo que decirte! —mire sus ojos para obtener una negación.

—¡Aún no! —dudé un segundo y el continuo—. ¿Cómo se sintió encontrarte con él?

Me dio a entender en un segundo a lo que él quería decir, sin dudar un solo segundo me sentí en toda confianza y respondí.

—Fue una linda experiencia, pero no fui al cementerio a verlo! —me avergoncé dando una pequeña risita—. Fue más una conversación en un antiguo lugar...

Él abrió lentamente mi suéter y señalo mi pecho.

—No tienes que ir al cementerio, tampoco a un lugar para hablar con el cariño, él siempre estará ahí para ti —me dio un pequeño beso en la frente y luego lo limpio con su manga.

—¡Eso tiene que ver con lo que voy a decirte! —suspire y el ladeo su cabeza esperando a que se lo dijera.

—¿Qué me quieres decir? —preguntó.

—Quiero vivir contigo en Italia, ya estoy lista para todo lo que tú quieras, estuviste esperando por mí y sé que aún lo seguirás haciendo, pero ya estoy lista para que seamos tú y yo, ¡Beatriz y Harley! —lo dije todo muy rápido gracias a los nervios que me habitaban, al terminar pude ver como sus ojos tomaban un brillo cristalino por las pequeñas lágrimas.

Tome un respiro y me acerque a su rostro, vi directamente aquellos labios perfectos que estaban llamando mi atención desde hace un tiempo, sostuve su mentón con mis dedos, lo jale lentamente a hacia a mí, nuestros labios hicieron una pequeña colisión perfecta, era la misma sensación que existe cuando podemos ver la lluvia por la ventana, o cuando podemos sentir el olor de los pasteles, justo eso sentí, la sensación se volvió tan placentera que no me detuve, movía mis labios lentamente con los de él, su movimiento era igual a vuelo de una mariposa, extremadamente impredecible, pero mis labios parecían conocerlo perfectamente, ya que podía seguirlo, logrando así no solo un beso de labios, ese perfecto beso fue con nuestras almas.

Nos alejamos físicamente porque mentalmente ya habíamos creado aquel lazo al que todos los humanos le tenemos miedo, pero esta vez no era yo quien lo tendría, tenía su corazón, uno muy fuerte, uno que si sabía amar, uno que estaba hecho para ser entregado...

—Beatriz...

—Dime Harley...

—Quiero que sepas que serás la chica más feliz del mundo, sé que fue difícil, pero no te arrepentirás, no tienes que olvidarlo a él para amarme, no es así como esto funciona, Logan murió por Galicia, yo viviré por Beatriz...

Mi propio lienzo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora