Capítulo 14

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—¿Con qué así pasaron las cosas? —pregunte sin entender mucho.

Me costaba el hecho de entenderlo, porque él pensaba así, porque tomaba esas decisiones sin pensar...

Tal vez eran planeadas, pero no lógicamente, no de una forma que cualquier otra persona tomaría...

—Así lo fueron...

—Así lo fueron

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Cementerio.

Todos me dejaron un momento a solas...

Esta vez les había prometido que las cosas serian diferentes, sí que era realmente difícil no hacerlo así, sé que era difícil no llorar de la tristeza, pero sé lo necesario que era para mí.

—Perdóname...

—Yo digo lo que siento Logan... gracias a ti soy yo, me encantaría que contestaras... quisiera contarte que esta vez no vengo a llorarte de la tristeza...

Me reí acomodando mi cabello, el frío que lo alborota estaba pasando muy fuerte, haciendo soplar mi bufanda, limpie su nombre dejando ver aquella fecha dolorosa, y aquellas palabras que habían sido pactadas en la lápida.

—Hay alguien...

—Si, no pensé que lo habría, su nombre es Harley... te hable de él aquel día, gracias a ti pude sentir de nuevo, lo que quería decirte es que me mudaré a Italia de forma definitiva, allá voy a cumplir mi sueño Dawson, haré más pasteles y así prometo hacer uno cada vez que sea tu cumpleaños, estaba triste al pensar que ya no vendría verte, porque me costó entender que siempre estarás conmigo.

—Te prometo que voy a ser feliz en esta vida, sé que el día que me toque irme me estarás esperando del otro lado y voy a contarte todo lo que pasó y lo tanto que te extrañe, con esto me despido...

—No vendré por acá en un tiempo, muchas gracias por todo nuevamente, gracias por darme una vida, todo te lo debo a ti con cada partícula de mi cuerpo.

Me levante y limpie un poco mi pantalón, llame a Harley con su mano para que viniera, él se acercó rápidamente y tomó mi mano.

Sonreí y hablé.

—Mira Logan de él te hable... ya lo conocías, es él quien me hizo creer nuevamente...

—Él y yo prometemos darle sentido a lo que tú hiciste por mí... y casi lo olvido, en mi pastelería vendré café sin azúcar, podrás ir y tomar de él porque yo nunca voy a juzgarte...

Harley y yo reímos por mi chiste, no podía explicar cómo me sentía en ese momento, todo parecía doler de otra manera...

Harley tomó la palabra cuando estábamos a punto de irnos...

—Gracias Logan... —fruncí el ceño y ladee mi cabeza.

—¿Qué fue eso? —pregunté.

—Gracias al amor de tu vida, ¡seré yo quien puede tener el suyo! —de esa forma no pude contener más las lágrimas...

Mi propio lienzo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora