Capítulo 7

10 2 0
                                    

Las escenas más importantes eran escritas con el fondo de nuestro corazón, qué hay de las que eran escritas con la tristeza al tope, quebrándose el alma poco a poco, sintiendo como se iba parte de nuestro dolor en cada uno de nuestros respiros, justo así me sentía yo, me sentía como una página rota recién escrita, una que el autor no quiso continuar, se podría decir que sí lo hizo, tal vez un poco tarde, tal vez justo cuando debía, así me sentía, indecisa, sumergida entre mis sentimientos, y aquel sentimiento ajeno que comenzaba a tener un nombre.

Traer su recuerdo era un martirio doloroso, eran como compartir un vaso de vino con cualquier demonio, se sentía tan bien, pero tan jodido al mismo tiempo, conscientemente te hacía entender que has llegado muy lejos.

Yo no era dueña de mi corazón, pero si dueña de mis latidos, y actualmente no sabía por qué latía tan rápido, me sentía culpable, me sentía perdida, mi cerebro solía tararear palabras, unas que me decían que mi vida aún no terminaba, ¿mi corazón?, él ya estaba muerto, mi corazón estaba atado a su mirada, una que se apagó para siempre, una que solo vivían en mi recuerdo, un recuerdo que no quiero borrar.

A punto de hacer explotar nuestros sentidos, decidí parar aquella colisión, mi cerebro no sería el causante de aquella confusión interna en mi ser, pero una vez más dejé de pensar en mis consecuencias, sin saber de qué color sería el cielo mañana, solo podía concentrarme en cómo titilaban las estrellas de hoy.

—Perdón, soy patética —me alejé de él, confundida por lo que estaba haciendo, con ese dolor interno que me hacía pensar que estaba traicionando a Logan, y con el dolor de pensar que realmente quería hacerlo.

—No te preocupes Beatriz, yo dije que no iba a aprovecharme, pero no sé qué paso yo... yo... me deje llevar —tartamudeo, sus mejillas eran coloradas, su mirada no era estable.

—No es tu culpa, yo... —sé que él no tenía la culpa, sé que fui yo quien empezó, había algo de él que me llamaba la atención, aún no sabía que era, podía ser el tiempo que llevaba sin tener contacto con un chico, pero sinceramente él me estaba poniendo nerviosa, y sé que no necesitaba un trago para notarlo.

—¿Creo que mejor me voy cierto? —pregunto acomodando su cabello con un poco de desesperación.

—Creo que esto debe parar —dije acelerada.

—¿A qué te refieres realmente? —frunció su ceño.

—Vernos... —al decirlo noté su rostro de algún tipo de decepción.

—¿Tengo que pagar tu indecisión? —preguntó tranquilamente.

—No sabes nada —intenté acercarme para terminar de hacer que se fuera, sé que suena feo, la escena tal vez lo era, pero necesitaba un momento a solas para procesar todo lo que había hecho.

—Beatriz, sé que es muy pronto, sé que nos estamos conociendo, pero conectamos tan rápido, por primera vez pensé que algo en mi vida no era lo que los demás esperan que fuera, se siente distinto estar contigo... —me miro directamente, con una mirada que podía leerse, aquellas que te hacen pensar miles de cosas...

—Yo no soy esa persona que te haría bien al tenerla cerca —dije casi a punto de llorar, deje de pensar en lo que pasó, y comencé a pensar en lo que él es, un chico agradable, amable, encantador tal vez... no tenía nada que hacer cerca de mí.

—Lo siento, pero eso no es algo que tú decides —lo mire de recelo, ya con lágrimas grite.

—Eres un idiota, ¿no ves que puede salir mal para ti? —grite, él solo soltó una risa pequeña y se acercó ami.

Me tomó de los brazos y fijamente me clavó su mirada.

—¿Y si decido sufrir? —relamió sus labios y seco parte de mis lágrimas.

Mi propio lienzo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora