Forbidden Desire •||ChanLix||•

Capítulo 4

Chan

Nunca he estado más fuera de lugar en mi maldita vida.

¿Cómo demonios caben las personas en estas sillas de auditorio? Los apoyabrazos de metal se hunden en mis costados y ninguna cantidad de cambios los desplaza. Revolví mi armario y encontré una chaqueta de vestir, pero está ajustada alrededor de los hombros. Estoy a segundos de rasgarlo si me estiro de la manera incorrecta.

¿Qué estoy haciendo aquí? Debería estar recogiendo trabajo, consiguiendo un puesto en la tripulación hasta que la temporada de pesca de cangrejos se reanude en el otoño, y manteniéndome malditamente alejado de tierra firme. Es lo que hago todos los años. Por lo general, me tomo un tiempo libre justo después de la temporada de cangrejo. Pero en este momento, necesito saltar sobre cualquier cosa para alejarme de Felix. Felix y el apretado y virgen coño que me ofrece.

No puedo tomarlo. No lo haré. Solo estoy aquí porque alguien debería estar apoyándolo en esta noche importante. ¿No podía su madre reservar las vacaciones un día después de la exhibición? ¿Son desconsiderados con Felix a menudo? No me gusta esa mierda en absoluto. Durante los últimos dos días, he pensado mucho en lo que me dijo. Sin mencionar lo que dijo mi hermano. Lo llaman soñador. Ridículo. Un bebé. ¿Qué otro tipo de insultos le lanzan a este dulce niño?

Y Dios, es él dulce. No solo su gusto, sino la forma en que presionaba su cara contra mis piernas mientras discutía con mi hermano. Como... Él estaba de mi lado. ¿Cuándo ha estado alguien de mi lado? Incondicionalmente.

Nunca.

Me sacudo los pensamientos desagradables cuando las luces se apagan, la suave música clásica comienza a sonar. Un grupo de bailarinas saltan al escenario. Tan pronto como confirmo que no está mi sobrino, comienzo a desplazarme por mis mensajes de texto, el principal de un amigo pescador mío, Seo, invitándome a un viaje de caza. Mañana.

No le he respondido todavía, pero el sentido común me dice que debo ir. Si me quedo en la ciudad por más tiempo, me encontraré entre dos muslos extremadamente fuera de los límites. Maldita sea. Si no hubiera estado tan ansioso, no hubiera mostrado tanto interés... Todavía lo habría encontrado jodidamente exquisito, pero mantenerlo en mis pantalones no habría sido un desafío tan grande. Saber lo que él quiere, tiene mi polla en posición vertical permanente. Maldita sea, él es una cosita dulce. No puedo creer que él me quiera.

El recuerdo de la cara enfadada de mi hermano se desvanece en otra cara más enojada de mi pasado. La de mi padre. Y antes de que pueda disuadirme a mí mismo, respondo al mensaje de texto y le digo a Seo que me reuniré con él en el albergue mañana por la mañana. Es solo una hora en coche por la montaña, pero tendré que salir temprano y brillante si quiero atraparlos antes de su primera salida. Puedo controlarme el tiempo suficiente para ver a Felix actuar, felicitarlo y marcharme.

Me gusta todo de ti.

Estoy distraído por el recuerdo de las palabras de Felix y como me revuelven el estómago cuando noto que murmuran algo a mi alrededor. La música ha estado tocando en el escenario, pero ahora se corta, un hombre con un esmoquin saliendo con un micrófono— Por favor, discúlpennos mientras tomamos un breve descanso— dice, limpiándose el sudor de la frente— La exhibición se reanudará en unos minutos.

—Aquí vamos de nuevo— dice alguien detrás de mí con una risita— ¿Qué crees que hizo esta vez? ¿Esguince de tobillo? ¿Se topó con un palo?

No necesito más pruebas de que están hablando de Felix. ¿Él está herido? ¿Entre bastidores? Con una mirada fulminante a las cabezas de mierda detrás de mí, malditamente bien, memorizo sus caras, me levanto y me abro paso por la fila, tratando de no pisar los pies a nadie, pero obviamente fallando ya que sigo escuchando indignados gritos. Los susurros me siguen por la fila lateral hacia la puerta que espero conduzca detrás del escenario, pero solo me preocupa llegar a Felix. Averiguar que diablos está mal y arreglarlo.