Parte 7

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Will no había podido pegar el ojo, por lo que seguramente tendría unas ojeras muy moradas durante la ceremonia. En realidad, no había dormido apropiadamente desde que convirtieron su casa en una cárcel y tenía a un guardaespaldas fortachón y terrorífico a un metro de él todo el tiempo y vigilándolo de cerca mientras estaba en la escuela. Y no había ayudado que Hannibal pareciera que lo ignoraba cuando lo llamaba y lo cortara a los pocos minutos. ¿Había decidido que no valía la pena pelearse por él? La verdad no le sorprendería, pero le dolía esa actitud cuando Lecter siempre le daba atención y cariño a su manera. Para rematar, aunque estuviera cansado de los días entre la escuela, el estrés y los últimos preparativos para la boda, Sir Jacob requería su presencia cada maldita noche y Will estaba muy harto de comer tanta comida fina y evadir de todas las maneras posibles los intentos del hombre de llegar a cualquier cosa sexual. Estaba demasiado desesperado por comerse una hamburguesa doble con papas grandes y un gran vaso de refresco, pero incluso su comida en casa comenzaba a tener restricciones, por aquello que al viejo no le agradan los chicos con lonjas, y una mierda.

Así que empezaba a tener insomnio, ansiedad y hambre, lo que había provocado que, desde aquella pelea con su padre, estuviera de un carácter intolerable con todos. Beverly era la única que lo soportaba, porque ella le respondía con insultos y burlas y Will agradecía que Bev no le diera por su lado, porque él tampoco se aguantaba.

-Podría matar a quien sea con tal de no casarme con ese viejo verde, Bev, te lo juro.

-Él es una buena opción, pero no tienes las agallas, amiguito.

Ambos se encontraban desayunando. Él un simple bol de frutas con un poco de miel y semillas, "porque sir Jacob no quiere pasar mucho tiempo asegurándose que todo esté limpio, yo la verdad nunca entendí a qué se refería, señorito Will", había dicho Katy en su infinita inocencia y Will rió internamente. El viejo de verdad creía que se iba a meter bajo sus calzones. Incluso si la ceremonia era en menos de 4 horas, él todavía mantenía la esperanza que Hannibal llegara en su motocicleta en medio del evento, montara a Will sobre su regazo y le metiera todo el turbo al vehículo, alejándose ante la mirada atónica de Morton, su padre y hasta su madre.

-Es sólo que extraño horrible a Hannibal. Ayer traté de llamarlo y solo... no respondió...

-Yo aún creo que él impedirá todo esto.

-Quisiera tu optimismo.

-Y yo quisiera que dejaras de ser tan memo, pero no todo podemos conseguir en esta vida. Y oye... ¿tu papá sí va a entregarte?

-Supongo, él salió ayer de urgencia en la noche y no ha regresado; pero para seguir humillándome, es capaz de regresar sólo a eso.

-Será súper creepy ver eso.

-Bev...

-Es sólo que nunca he ido a una boda gay, amigo, disculpa- se metió un gran bocado de hot cake cubierto de cajeta a la boca-. Sigue pareciéndome increíble que te emparejara con otro hombre y no conmigo, por ejemplo. Mi padre dijo que Edward se lo mencionó en algún momento mientras éramos niños.

-¿Qué?-Will se quedó con un cubo de fruta en el aire, incrédulo.

-¿No te platiqué? Cuando le conté a papá sobre tu compromiso, dijo que el tuyo tenía muchas ganas e intenciones de que yo fuera tu esposa, buena familia, buen estatus, un negocio redondo básicamente. No pensó que hablara en serio, pero se lo dijo varias veces más mientras crecíamos hasta que papá le dijo que no creía que fuera buena idea teniendo en cuenta que somos mejores amigos y menos si eso requería hijos. Creo que dejó de decirle cuando saliste del clóset.

-Definitivamente mi padre es un imbécil. Y pensar que quise defender sus estupideces algún tiempo.

-Bueno, igual no eres mi tipo, nunca hubiera funcionado y seguramente nos hubiésemos matado.

Eat the Meat and Fuck, DarlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora