Parte 6

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Notas de Autor: Hola a todos, quería agradecerles por sus vistas, sus votos y sus comentarios. También quería ofrecer una disculpa por no contestar los comentarios pero no es mío el perfil y no tengo acceso a hacerlo pero les agradezco muchísimo.



No sólo estaba bastante enojado, su madre a un lado, parece que le había informado cada una de las cosas que sabía hacía Will cuando se escapaba. Si su padre sólo lo intuía, ahora tenía certeza de todo. Will dio un par de pasos suficientes para cerrar la puerta, pero no tenía intenciones de avanzar más. Tenía que estar seguro de poder salir con rapidez si hacía falta.

-Siéntate Will-había peligrosa calma en las palabras de Edward mientras permanecía de pie detrás de la mesa con las manos dentro de las bolsas del pantalón, pero Will negó.

-Estoy bien aquí, muchas gracias- respondió con sorna y una sonrisa amenazando con formarse, pero se quedó atorada cuando Edward golpeó la mesa con fuerza con el puño cerrado. La mujer se alejó de su marido, claramente asustada.

-Siéntate, y es una orden.

Will arrastró una silla e hizo lo que le dijeron, pero su posición era a la defensiva.

-Sí, jefe-susurró molesto. Había tenido un increíble día y lo iba a cerrar de la peor manera posible.

-Bien, tu madre y yo hemos decidido que ya no te casarás en dos meses, te casarás la siguiente semana...-directo al grano.

-¿Qué? No...

-Por tu seguridad y la nuestra, Will. Dejarás de ver a Lecter y ten por seguro que no lo verás más a partir de hoy. Espero que se hayan despedido y hayan pasado un buen rato. De ahora a que se efectúe el evento, saldrás todas las noches con sir Jacob y harás lo que él te diga- Edward decía todo como si estuviera relatando el marcador de un partido lo que estaba alterando a Will-. No me interesa lo que te pida, lo harás y dejarás de negarte a sus peticiones. No quiero escuchar quejas sobre ti de nuevo y estarás con escolta cuando no estés en casa. ¿Has entendido todo lo que acabo de decirte?

Will respiraba pesadamente. Claro que había entendido y ahora más que nunca sabía que no había nada de afecto de Edward hacia él, pero de alguna manera tampoco quería dejarlo ir. Algún vínculo tóxico que sólo aquel hombre entendía.

-Te odio, verdaderamente.

-Se te pasará.

-No, es que no te odio de ahorita...- Will se levantó y comenzó a caminar por la oficina, tratando de no explotar mientras decía lo que tenía atorado desde hace años-. Creo, o no, estoy seguro que te odio desde que soy adolescente...

-Me tiene absolutamente sin cuidado.

-Nunca me hiciste caso, nunca fuiste un padre para mi, nunca sentí que de verdad me quisieras...

-Te lo tenías que ganar e hiciste todo lo posible para que eso nunca pasara. Agradece que te he dado estudios, techo, comida...

-Me ignoraste todas y cada una de las veces que trate de acercarme, de pedirte que me enseñaras a pescar, que me llevaras contigo al trabajo, que me enseñaras lo que sabías. Pasaste de largo, siempre...-

-Will, hijo, creo que no estamos en momento de hacer recriminaciones, eso ya pasó.

-¿Ah sí, madre? –Will vio a su madre con hastío-, ¿tengo que ganarme un cariño que tuvo que darme por el simple hecho de embarazarte y tenerme?

-¡Will!

-Estás siendo completamente irracional y estúpido, niño- Edward seguía hablando una quietud siniestra que lejos de asustar a Will, lo enfurecía un poco más.

Eat the Meat and Fuck, DarlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora