Aemond miro en sus opciones, podía salir y ser más fuerte que su deseo o podía quedarse y continuar volviéndose loco por estar encerrado en esa habitación, obviamente la primera opción fue la ganadora, así que repitiéndose a si mismo 'Eres más fuerte que el deso, eres un dragón puedes con esto' salió de su habitación, miro en cada pasillo, antes de atravesarlo, ese niño había encendido un chispa de deseo en él, que no podía apagar tal vez podría ir a una casa de placer conseguir a alguien como Luke y así terminar con su deseo, también era una opción así su sobrino dejaba de tener efecto en él.
Estaba entrenado con Sir Criston, quien no paraba de repetir lo mismo de siempre 'es muy bueno mi príncipe' a él le gustaba que le recordarán eso pero no todo el tiempo, escucho guardias caminando, las puertas abriéndose y cascos de caballos galopando, no tuvo que hacer mucho para saber quienes eran, Lucerys y Aegon, aquello si que era muy raro ¿a donde podría llevar Aegon a Lucerys? Porque dudaba que el menor sea quien esté llevando a su hermano.
La puerta se abrieron y ellos salieron, vio a Jacaerys parado en las escalinatas, sin hacerle caso a Sir Criston se acercó a su sobrino mayor.
"¿Sabes a donde van?" Pregunto en cuanto llego a su lado.
"Buenos días sobrino, buenos días tío..."Jacaerys estaba indignado, esta bien que no se llevasen de maravilla pero por lo menos merece un saludo.
"¿Ya terminaste tu monólogo? Te hice una pregunta Jacaerys" habló Aemond sin importarle en lo más mínimo ser cortés.
"Si, supiera estaría en mis aposentos y no a que parado" respondió Jacaerys mirando aún el camino por el cual su hermano y sobrino se habían ido.
"¿Luke, no te dijo nada? Pensé que ustedes se contaban de todo" Aemond solo buscaba sacar información y el mejor modo era cuestionando la confianza de los hermanos.
"En realidad Aegon llegó y sacó a mi hermano de sus aposentos" bien eso era aún más sospechoso "si quieres saber tendremos que esperar".
"¿Donde esta tu hermano?" Daemon habló detrás de Jacaerys.
"Se fue" respondió Aemond, sabiendo que probablemente Daemon iría a buscarlo "Con Aegon al pueblo" lo dijo esperando que su tío tome un caballo y vaya hasta allá a traer a Lucerys, eso era lo que él haría, si pudiera claro.
"Ah bueno que se diviertan" Daemon volteó con una sonrisa en el rostro y camino tranquilo, riendo por la mirada de incredulidad que le había dado Aemond.
Aemond no podía creer que Daemon le confiara a su hijo a Aegon, solo los dioses saben las cosas que podría aprender del idiota de su hermano su querido sobrino, el tenia que impedir eso, si Daemon no lo hacía, el lo haría en su nombre claro, porque solo hacía esto para ayudar en la buena crianza de Lucerys, para que este no sea llenado con las malas costumbres de su hermano.
Solo que iría como espía, no fue difícil encontrarlos realmente, los guardias llamaban mucho la atención, lo curioso era que estaban los dos mirando naranjas y por alguna razón Aegon se moría de la risa escuchando hablar a Lucerys ¿que tenían de gracioso las naranjas? Siguió espiando cuando sin pensarlo Aegon se detuvo frente a un casa que el conocía muy bien, ahí lo había llevado su hermano a perder su virginidad ¿Planeaba hacer lo mismo con Lucerys? No, no, él no podía, llamaban mucho la atención, todos sabrían quien era y los rumores, el tenía que detener a Lucerys no podia entrar a un lugar así, ni denigrar su perdona de esa manera.
Quitándose la capa corrió hasta tocar la mano de Lucerys y tirar de el, para acercarlo a él.
"¿Tío?" Preguntó confundido
"No entres ahí, te prohíbo que entres ahí, me escuchas Lucerys, ese lugar no es para ti" habló Aemond con una voz fría que hizo que Lucerys pensara dos veces en decir lo que iba decir pero al final decidió arriesgarse.
"¿Cómo lo sabes tío?¿ya entraste alguna vez?" La mirada que Aemond le dio fue de advertencia, se lo llevó con él dejando a Aegon parado en la entrada, ninguno iba entrar, ambos sabían que Aemond los seguiría así que solo lo hicieron para molestarlo.
Lo guió hasta un callejón con un guardia detrás, que por orden del príncipe mayor se quedó en la entrada del callejón vigilando.
"¿Qué pasa tío?¿Por qué me has traído hasta aquí?" Pregunto mirando el callejón y apoyándose en una pared para ver fijamente a Aemond.
"¿Qué hacías con Aegon?" Pregunto Aemond acercándose a él.
"Un poco de esto, un poco de aquello, de todo realmente" habló Lucerys, Aemond se paró frente a él y tomó su mentón para elevarlo casi a su altura.
"Responde Lucerys" sus labios estaban por tocarse, pero Aemond sabía que si lo hacía perdería la apuesta.
"No creo que quieras saber" los ojos de Lucerys se cerraron al sentir a Aemond apoyar su frente contra la suya y acariciar sus narices, Lucerys quería besarlo, quería que su tío lo bese.
"No lo preguntare de nuevo" susurro, Lucerys suspiro no sabía a cuánto Aemond estaba dispuesto a llegar, tal vez solo estaba jugando y cuando menos lo espere se alejaría dejándolo con ganas de probar sus labios.
"Tu lo sabes tío, no tengo porque decírtelo" sus labios rozaron cuando habló y sintió la mano de Aemond en su cintura.
Aemond sabia que estaba muy cerca del fuego y estaba a nada de quemarse, no quería pero la tentación era grande y más cuando vio a su sobrino casi entrar a un lugar como eso, nunca dejaría que Lucerys pise un lugar así si podría evitarlo y Aegon lo escucharía.
Quería besarlo se moría por hacerlo, pero su orgullo no quería, su mente se negaba, le recordaba constantemente la apuesta y lo mucho que podía perder, pero su corazón quería perder no le importaba lo demás quería quemarse en el fuego, latía rápido y con ritmo, su corazón gritaba que nada importaría luego de probar los labios de Lucerys, aún así su orgullo ganó, cuando do estaba apunto de tocar por completo los labios contrarios se alejó, dejando a su sobrino ahí.
Aegon vio a su hermano salir del callejón y luego de unos minutos a su sobrino que tenía una sonrisa triunfante en el rostro, supuso que su hermano estaba cayendo muy profundo por Lucerys.
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Con esta actualización ahora si me voy a dormir, nos vemos más tarde.
Espero le guste<3
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Aemond's proposal
FanfictionAemond observa a Lucerys, durante la cena familiar y llega a un conclusión. Lucerys siempre obtiene todo lo que quiere y siempre se sale con la suya. Con ese pensamiento y luego de la pelea que hubo, le propone algo al jovén príncipe. Aemond esta s...