Todos quieren finales felices, lastima que para Daemon sea una pesadilla, el día siguiente de la noche de bodas de ambos hermanos, comer en familia fue incómodo, para todos en especial porque Daemon no dejaba de ver el extraño caminar de sus hijos y de Aegon, este último no le daba pena para nada, pero solo afirmaba lo que habían hecho la noche anterior, los hijos de la perra Hightower yacían orgullosos y complacidos.
"Padre ¿que es lo que te inquieta?" Su pequeño Joffrey a su costado, este si nadie se lo iba quitar.
"Nada hijo solo tus hermanos y tus tíos" respondió Daemon a su hijo de doce años.
"¿Los hijos de la perra Hightower?" Daemon quiso reír por como su hijo había llamado a Alicent, pero Rhaenyra lo miró diciendo que había escuchado, así que muy a su pesar tuvo que corregir a su hijo.
"No Joff, solo entre nosotros podemos decirle así, en público ella es la reina viuda, has caso o si no tu madre nos mata a ambos" Joffrey asintió chocando la mano con su padre, afortunadamente nadie más que Daemon y Rhaenyra habían escuchado.
"Disculpa sobrino podrías pasarme la ensalada" Joffrey estaba cerca así que porque no hacerle un favor a su tío, antes de que pudiera hacer algo, Daemon se levantó y colocó la ensalada frente a Daeron, quien agradeció confundido.
"Vamos Joffrey, no quiero que te juntes con los Hightower, traen muchas enfermedades" Daemon agarro a su hijo y se lo llevó dejando confundidos a todos menos a los Velaryon que no pudieron contener su risa ante la nueva actitud protectora de su padre, las gemelas solo pudieron negar su padre no iba cambiar nunca y menos ahora que se habían 'robado' a dos de sus niños.
"Solo espero que no se entere de las cartas de pretendendientes" dijo Rhaena y Rhaenyra sonrió.
"Querida solo les llegan las que su padre escoge" las gemelas se vieron sorprendidas pero aquello tenía sentido ya que muchos en la boda se acercaron a preguntar el porqué no habían respondido a sus cartas.
Daemon ahora andaba en guardia, a todo paso que daba Daeron Targaryen, no permitiría que se acerque a Joffrey, ahora el rey consorte se había vuelto prácticamente la sombra del joven príncipe.
"¿Padre puedo preguntar porque me sigues a todos lados?" Claro no es que a Joffrey le importara pero tenía curiosidad.
"Es para protegerte de las plagas en este palacio" Joffrey acepto la respuesta, justo ahora estaban mirando como cada estrella de siete puntas caía, estaban decorando nuevamente el castillo con las tradiciones Targaryen, todo lo valioso para ellos, toda su historia estaba volviendo.
"Padre voy por Jace, dijo que deseaba estar cuando las estatuas caigan" Daemon iba acompañarlo pero la voz de Lucerys, lo detuvo, su niño necesitaba su ayuda.
Joffrey camino por los pasillo encontrándose con sus tíos y cuñados, quiso rodear a los tres pero Aegon lo impidió.
"Mi sobrino favorito, ¿Ya te hemos presentado a nuestro hermano?" Si Daemon les haría la vida imposible, pues ellos también.
"No me interesa conocerlo, basta con saber que es mi tío" Joffrey sabía que sus tíos solo buscaban enojar a su padre, aún así el no sería de los que se enamoran de su tío.
"Que carácter, niño relájate" Joffrey rodó los ojos, disgustado.
"Tío no voy a entrar en sus juegos, mi padre dijo que podrían hacer algo así" Joffrey cerró los ojos cuando Aegon y Aemond empujaron a Daeron frente a él, Joffrey no lo había visto de verdad, solo miradas rápidas, y no quería verlo más de la cuenta.
"Vamos sobrino, enserió le harás esto al pobre Daeron" El menor de los Targaryen realmente no entendía que deseaban lograr sus hermanos, debía admitir que su sobrino era lindo, aún tenía ese aire inocente, pero muy atrevido, la forma en la que responde tan irónico y desinteresado, a diferencia de Joffrey, Daeron si, se había detenido a mirar a Joffrey, por ello mismo sabía que no iba ceder.
"No necesito conocerlo, si va volver a Antigua, dentro de poco, con permiso" Aegon suspiro frustrado, mirando a Joffrey irse con los ojos cerrados.
Daeron realmente quería conocerlo, el había visto a Lucerys de niño y era el hermano de leche de Jacaerys, pero se fue un año antes de que Joffrey Velaryon nazca y ahora le parecía curiosa la actitud relajada y despreocupada de Joffrey, a pesar de eso, no perdía el porte elegante y el caminar de un príncipe, el no tenía eso, allá en Antigua era un copero y escudero, muy a parte de recibir la educación necesaria para ser un caballero, no había sido educado como sus sobrinos, el no hablaba mucho el Valyrio más que los comandos de dragón, por ello Joffrey era tan interesante para él.
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"Dile a tu esposo, que no trate de hacer de casamentero, porque yo no voy a enamorarme de mi tío" Jacaerys sonrió al escuchar el reclamo de su hermanito.
"¿A qué debo tu vista hermano?" Pregunto Jacaerys acercándose a jugar con el cabello castaño de Joffrey.
"Vine aquí a decirte que ya van a quitar las estrellas de la sala del trono, su majestad" se burló al final, los dos hermanos salieron y caminando por los pasillos seguidos de Ser Steffon el caballero de Jacaerys.
"Deberías conocer un poco a Daeron, no eramos los más unidos de niños, siempre fue retraído, tal vez tu gran personalidad lo pueda ayudar" Joffrey miro a su hermano indignado.
"No puedo creer este de ti Jacaerys Velaryon, mi propio hermano, sangre de mi sangre" Joffrey camino adelantándose en un pasillo cercano a Jacaerys lo espera Aegon.
"Lo siento, mi sol, lo intenté" Aegon se dio la vuelta molesto, pero recibiendo el beso que Jace le dio.
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Lucerys miro la fortaleza roja, dentro de unos días él y Aemond irían a Driftmark, donde Lucerys empezaría a ejercer como el heredero, mientras que Aemond lo ayudaría o estaría ocupado en su nuevo puesto en el consejo, de todos modos él estaría donde Lucerys este.
"Te va gustar Driftmark, estoy seguro" Aemond lo abrazaba desde atrás y sujetaba sus manos jugando.
"Si estas tú, probablemente me guste" Lucerys sonrió, al fin podían vivir su amor libremente, bueno ni tan libre porque a Daemon no le gustaban muchas muestras públicas, pero al menso ya todos lo sabían, y no tenían que ocultarse.
"Enfrentaremos los nuevos retos juntos" Aemond asintió y dejó un beso en su cabeza.
"Como dos dragones" su mirada los llevó a Helaena, quien el día de la boda acepto el cortejo de Lord Cregan Stark.
"Será una gran Lady de Winterfell, mi hermano me dijo que el lobo del norte es un hombre honorable, seguro que Helaena será muy feliz" Aemond sabia que Lucerys tenía razón, su hermana merecía alejarse y hacer su propia viva lejos de su madre.
Hablando del príncipe de Dragonstone, Jacaerys se abría pasó junto a Joffrey, llegando justo a tiempo para ver caer a la estrella, todas serían quitadas menos la grande que se encontraba sobre el trono de hierro, lo dejarían tal como estaba antes, solo que con más decoraciones de dragón y mucho más negro y rojo.
"Tal parece Daemon esta decidido, mi hermano no puede ni cruzar accidentalmente mirada con Joffrey, porque Daemon ya lo ve como si deseara matarlo" a Aemond le parecía curiosa la sobreprotección que Daemon mostraba con todos sus hijos, incluso los que no eran completamente su sangre.
"Mi padre no quiere más Hightower en la familia" Aemond se mostró indignado diciendo que él nunca fue un Hightower.
"Ahora soy el príncipe Aemond Targaryen–Velaryon" Lucerys sonrió ante lo bonito que sonaba el nombre, todo era mejor cuando estaban unidos.
🔥
Un capítulo más y me despido de esta historia, no lo puedo creer
Espero que les guste<3
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Aemond's proposal
FanfictionAemond observa a Lucerys, durante la cena familiar y llega a un conclusión. Lucerys siempre obtiene todo lo que quiere y siempre se sale con la suya. Con ese pensamiento y luego de la pelea que hubo, le propone algo al jovén príncipe. Aemond esta s...