Capítulo seis

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Aemond notó que Lucerys pasaba cada vez más tiempo con Aegon, aquello no le gustaba, su hermano era una pésima influencia para su sobrino, no podía estar con alguien así, Lucerys no tenía que compartir espacio con nadie y menos con Aegon.

Durante el desayuno de ese día, Aemond vio a Lucerys susurrarle algo a su hermano y hasta ahí llegó su paciencia y voluntad, a la mierda el orgullo, a la mierda la apuesta, no quería a Lucerys tan cerca de nadie que no sea él, si el niño había jugado con fuego ahora aprendería a quemarse, tal como él lo había hecho, su deseo por tener a Lucerys estaba siendo más que cualquier otro sentimiento.

Aemond miro a todos y encontró a Daemon mirándolo con el cuchillo en su mano apuntando en su dirección, Aemond trago pero si iba morir lo haría después de tener a Lucerys.

Estaba dando vueltas en sus aposentos buscando alguna excusa creíble para ir a buscar a su sobrino, su deseo era más así que salió casi corriendo de sus aposentos y su mente repetía que solo sería un beso una sola vez y ya, perdería pero al menos calmara su deseo.

Tenía que entrar sin que el guardia en la puerta lo viera, afortunadamente traía con el su espada, golpeó fuertemente una de las estatuas con las que su madre decoró el castillo y de tanto esfuerzo está por fin cayó haciendo un fuerte ruido, Aemond se oculto en las sombras cuando el caballero corrió hacia allí.

No desaprovechó la oportunidad y corrió, abrió la puerta y la cerró tras él, apoyándose un momento en esta.

Lo único que probablemente no estaba en sus planes era no encontrar a su sobrino en la habitación, busco hasta que solo quedó un sitio, la bañera, Aemond tenía miedo de lo que podía hacer si entraba y lo miraba, pero aún así se encaminó hasta allí, efectivamente Lucerys estaba ahí recostado con el agua casi cubriéndolo por completo.

"¿Qué estás haciendo aquí tío?" Pregunto Lucerys divertido con los ojos cerrados podía reconocer fácilmente a Aemond sin mirarlo, su sola presencia era reconocible para él.

Aemond metió su mano en el agua, estaba caliente casi hirviendo, una temperatura perfecta para los Targaryen, no espero que la mano de Lucerys tomara la suya.

"Vienes por fin a decir que gané nuestra apuesta" Lucerys se levantó un poco dejando ver parte de su cuerpo desnudo, noto la mirada de su tío sobre él y el agua.

"Aún no te besé" respondió Aemond, mirando el agua que recorría el cuerpo de su sobrino, hasta que las pequeñas gotas llegaban al manto de agua que lo cubría por completo de sus ojos, pero no de sus manos, Lucerys hundió la mano de su tío tanto que Aemond se tuvo que arrodillar ante él, su mano viajo por lugares del cuerpo de su sobrino que sus ojos no podían ver, la suave piel de Lucerys ante su tacto se estremecía, su mente podía imaginar el cuerpo que estaba tocando, el ojo violeta de Aemond ahora era cubierto por su pupila dilatada, Lucerys guió su mano en movimientos lentos sobre sus muslos de arriba a abajo y suspiró al sentir como Aemond iba acariciando su piel.

"¿No lo harás entonces?" Preguntó llevando la mano de Aemond por su abdomen.

"No dije eso" Aemond podía sentir a su propio cuerpo arder por el deseo, sus pantalones incómodos, nunca antes había deseado tanto quemar su ropa, se soltó de la mano de Lucerys y el mismo comenzó a explorar el cuerpo de su sobrino robando suspiros y jadeos de este, acarició la parte interna del muslo de Lucerys y separo un poco las piernas de su sobrino para acariciar mejor la zona.

"Tío..." susurro Lucerys, Aemond levantó una de las piernas de su sobrino dejando su rodilla a la vista, acarició la zona esta vez llevando sus mano aún más abajo para tocar más.

Aemond sabia que si seguía así no podría detenerse, no era esta su intención, realmente no lo había sido pero su cuerpo y mente le exigían continuar.

Sin pensarlo mucho se inclino ante un sonrojado y agitado Lucerys y le rozó los labios, para después acariciar el inferior con su lengua y luego morderlo hasta que sangro un poco tanto Aemond como Lucerys gimieron ante eso, Aemond probó la sangre de Lucerys antes de besarlo, ingresó su lengua a la boca de Lucerys explorando y jugando con la lengua del menor, su otra mano se adentro para tomar la cintura de Lucerys y atraerlo más a él, pero eso no pasaría si el no se metía o si Lucerys no salía, Aemond no estaba dispuesto a aceptar que si eso pasaba su sobrino se volvería su perdición por ello no pensaba arriesgarse.

Las manos de Lucerys tiraron de su cabello para acercar más a Aemond, deseando que este lo tocará y terminara lo que empezó.

Aemond soltó con todo el dolor del mundo los labios de Lucerys, que habían quedado rojos, hinchados y con rastros de sangre que aún brotaba de la pequeña herida y se alejó como si su sobrino fuera el fuego mismo y más que arder juntos, el que había ardido en su juego era él, camino hacia la afuera dejando a Lucerys y salió de la habitación ya sin importarle si el guardia lo miraba.

Aemond estaba perdido en medio de un océano del que ya no creía poder salir y en el que poco a poco se fue hundiendo más y más sin darse cuenta.

*****

Cuando creyó conveniente salir, lo hizo y se vistió, para luego salir corriendo al cuarto de su hermano, por la emoción se le había olvidado tocar, vaya que se sorprendió cuando vio a este sobre su tío Aegon besándose.

"Miren perdón, para la próxima prometo tocar, pero lo logré Jace" dijo no le importó ver a su hermano casi como el y Aemond hace unos minutos atrás. "No me voy a mover así que ya dejen eso" así fue como esa noche Aegon se burló de su hermano por haber caído en el juego de su sobrino y Jacaerys no podía creer que había escuchado a su hermano hablar de como estuvo desnudo frente a su tío.

🔥

Dejamos esto por aquí...

Espero que les guste<3

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