capitulo ocho

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Aemond, no había prestado atención a nada de lo que pasaba a su alrededor por todo este tiempo, su mente había estado ocupada pensando en Lucerys, el maldito bastardo de su hermana, su mente recordaba todo los momentos que tuvieron, su orgullo ahora por los suelos, ese maldito si tan solo su madre supiera que este niño de rasgos comunes y sencillos como ella decía, era lo que ahora Aemond más deseaba tener.

¿Pero le bastaría solo con eso? Todo él gritaba que no, aún así quería pensar que si, su odio aún estaba ahí, solo tenía que rebuscar un poco entre todos los demás sentimientos de su corazón, que aunque muchos decían solo lo tenía para vivir, ahí estaba recordandole que también podía servir para más cosas, ironía la del destino o la de los dioses, había empezado aquel tonto juego pensando que ganaría sin dudar y que sería su sobrino el que quedara con el orgullo y la dignidad por los suelos, pero ahora véanlo ahí caminando como si el mundo fuera suyo y ahora él también, solo que se negaba a aceptar.

Luego también  estaba el pequeño hecho de que su sobrino aún no le pedía nada, otro error suyo, bueno si hubiera sabido desde un principio que perdería habría apostado otra cosa, pero ahora solo pensaba en todo lo que Lucerys podía pedirle y era ridículo para él estar a sus pies y a sus órdenes, ¿Donde estaba el Aemond que todos temían? Pues justo ahora deseando hacer lo que su sobrino le pida con tal de tenerlo cerca.

"El dragón venció al otro, en su propio juego una danza de colores donde el negro y rojo predominan, la sangre se une, la sombra se desvanece, el verde se tiñe de rojo, el segundo cae" Helaena tan misteriosa como siempre "Gracias por eso" no sabía porque le agradecía su hermana verla tan feliz, lo hizo sonreír.

"Helaena..." su hermana lo miro feliz y tomó su mano.

"El amor es algo que nace de formas distintas, puedes pensar que es tu deseo lo que habla pero muy en fondo sabes que no es cierto, pero te da miedo porque no sabes como amar, él no te va pedir ser quien no eres, ya te quiere así y eso ya es mucho" Aemond se mostró confundido era lo que preguntaría si, pero no espero que Helaena revelará aquello.

"Deberías hablar con él, ya está por irse de vuelta, no siempre va venir a ti, a veces tienes que ir tu a él" Helaena salió de su habitación, dejándolo con sus pensamientos.

*****

Lucerys camino por los pasillos pero de un momento a otro su mano fue tomada y guiada con un pasadizo, basto sentir en contacto para saber que era Aemond, se emociono y se puso nervioso a la vez, eso significa que tendría que preguntar.

Cuando ingresó a los aposentos de Aemond este lo soltó y reviso que el lugar estuviera vacío, se acercó rápido hasta él y tomó su rostro con sus frías manos, por un momento pensó que su tío lo besaría, pero luego Aemond se separo suspirando frustrado.

"Quiero besarte, deseo besarte más de lo que desee cualquier otra cosa, sentir tu piel otra vez, no se que me hiciste Lucerys, tu y maldito juego, pero no puedo no hasta saber que quieres de mi, que me vas a pedir" Aemond lo miro esperando la respuesta, se notaba serio por fuera pero podía notar en su ojo la ansiedad por una respuesta y el deseo por igual, entonces supo que había llegado el momento tenía que preguntar.

"Quiero la verdad, durante todo este juego que por cierto fue tu idea, ¿Qué te llevó a pedir eso? Había muchas cosas improbables que tu hicieras conmigo, pero dijiste un beso ¿por qué?"cambio la pregunta por algo menos directo,vh9 como el rostro de Aemond se mostró sorprendido y quedó en blanco.

"Cuando tengas la respuesta podrás besarme tío" Lucerys se acercó y acarició el rostro de Aemond donde se encontraba el parche y la gran cicatriz, Aemond cerró el ojo y suspiro, cuando se dio cuenta Lucerys ya no estaba.

¿Por qué un beso? Era algo que también se preguntó, era consiente de que uno no le pedía aquello a alguien de quien solo desea venganza ¿entonces por que pidió eso? Su hermana le había hablado sobre el amor, pero era eso lo que sentía ¿tan desesperado estaba por conseguir eso que tuvo que hacer una apuesta? Nunca pensó en nadie más que en Lucerys, incluso cuando eran niños, eran equipo, siempre juntos, nunca le desagrado su compañía salvo cuando se prestaba para las bromas del idiota de Aegon, pero de todas formas nunca le hizo daño a Lucerys, excepto ese día cuando perdió el ojo, aún así paso todos esos años solo pensando en su sobrino de cabello castaño rizado y acaba de descubrir que su sobrino no le era indiferente, ¿pero a que? ¿Se había enamorado? Y si era así fue tan pronto o ya guardaba sentimientos como ese disfrazados de odio.

Solo algo así podría explicar que haya pedido un beso, porque pudo decir 'si me ganas en una pelea de espadas', sin embargo lo primero que llegó a su mente fue un beso, irónico que no se haya planteado eso en un inicio y para ser sinceros ni siquiera se planteo nada, simplemente anhelaba ver lo que hacía su sobrino para conseguir aquello de él.

Ahora que lo pensaba, lo mucho que su enojo cuando este no le presto atención, aquello también  fue irracional y ahora que lo pensaba tal vez si hubo motivo para ello, Lucerys fue el único que lo notó cuando no era nada, cuando no tenía dragón, fue quien le prestó atención así no entendiera lo que decía, ahora se daba cuenta, Lucerys todo el tiempo le había importado y deseaba todo de él.

Lucerys hizo volver al pequeño Aemond en él, aquel que sentía que no valía nada, es como si Lucerys le dijera a ese niño, siempre estoy y estaré contigo, eso era lo que quería ambas versiones de él, que Lucerys se quedé con él siempre.

Entonces encontró su respuesta, le pidió un beso para demostrar cuanto más podía enamorarse de ese sobrino suyo, para probar cuanto podría soportar el no besarlo, que por cierto ya sabía que no era mucho, para probar cuanto amor disfrazado de odio le había guardado.

🔥

Al fin pensó bien las cosas.

Subí nuevo fic a mi perfil, con una temática diferente, pero la misma pareja.

Espero que les guste <3

Aemond's proposalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora