01 - Vida Ligera

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La vida es extraña, así como el amor. Por lo que aquí vamos a presentar la historia de una chica que soñaba con ser una bruja y una verdura que deseaba vivir en paz en una canasta por el resto de su vida, unidas por un hechizo fallido y por la aleatoriedad del mismo destino o existencia.

Así que todo comienza en la cocina de Luna Nova donde se almacenaban y se preparaban las comidas repartidas a los estudiantes, tutoras, y demás personal de la academia. Siendo entre todo este lugar uno en donde vivía una normal y común lechuga, quien contenta, disfrutaba estar en su hogar descansando en una canasta mientras pasaba el tiempo simplemente existiendo.

Incluso si quisiera hacer algo más, su existencia tenía el destino claro de un día ser servida en un platillo más pues no había forma de que saliera de sus aposentos pues, no poseía movilidad.

Generalmente ignoraba a los numerosos seres que cruzaban y salían por la puerta de su casa ya que aunque quisiera entablar una conversación con estos, no podría porque, no poseía habla.

Eso también hacía que no pudiera reclamarle a los humanos que se metieran en la cocina por la noche tratando de robar comida de los estantes. Lo único que hacía era pensar, ¿cómo se siente comer?, una duda que no podría responder ya que, no poseía una digestión.

Aun con tantas limitantes ella no tenia ningun inconveniente con las mismas, pues no era más que una cabeza de lechuga que amaba su vida simple al tener todo lo que podía desear como los trabajadores que la solían regarla para asegurarse de que no se pudriera junto a que estos la dejaban en un sitio seguro lejos de cualquier insecto o cosa que intentara lastimarla. Simplemente era el mejor lugar del mundo para una normal y común lechuga.

Eso hasta que una desgraciada mujer peliazul a las cuatro de la mañana entró a la sala atreviéndose a tomarla y sacarla de, SU, zona de confort, SU, trono, y SU, hogar. El porqué de esta acción era incierto, pues fue demasiado repentino y por primera vez deseaba tanto aquellas habilidades que había visto para poder librarse de este terrible secuestro.

Por primera vez estaba siendo cargada más allá de su habitación y estaba viendo más del lugar con algo de temor ante su destino. Sabía que en un punto la cocinarian, pero ya la habían sacado de la cocina, ¡¿que quería aquella desgraciada mujer hacerle?!

Habían llegado hasta el patio de la academia, donde una chica castaña en la luz lunar esperaba paciente sentada en el piso, que en unas cuantas palabras le haría entender a la lechuga su destino.

—Maestra Ursula, ¡la estaba esperando! —manifestó con alegría Akko al ver a su profesora acercarse.

—¡Perdona Akko!, lamento haberte hecho esperar mucho, no encontraba el material para la práctica —contestó Ursula algo preocupada por todo el tiempo que había demorado y dejado sola a su alumna.

—Eso es una... ¿lechuga?, ¿practicaremos con eso? — expreso con duda al ver la verdura.

—Si, es lo mejor que pude encontrar por el momento, asi que por hoy no tendremos de otra —dijo la peliazul mientras dejaba el objeto en el suelo.

—Bueno, al menos tengo algo con lo que practicar, ¿practicaremos de nuevo el hechizo de transformación? —preguntó la estudiante mientras se levantaba para la práctica.

La lechuga apenas escuchó eso sintió preocupación pues si entendía la palabra que dijo la castaña y para su mala suerte su raptora dijo un sí ante la pregunta de esta.

Dejando la lechuga en el piso, la peliazul invoco una pizarra para dar un repaso de cómo ejecutar el hechizo mientras la castaña se ponía en posición frente a la asustada lechuga.

Según Una Lechuga [Diakko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora