Según Una Lechuga [Diakko]

04 - Terminos De Espera

En una noche cualquiera ubicado en un dormitorio cualquiera de Luna Nova por los noventas...

—¿Qué ocurre Chari?

Una chica pelirroja temblorosa quería pedirle desde hace varios minutos a otra chica quien estaba recostada cómodamente en su cama leyendo un libro riendo por dentro hace varios minutos por esta compañía silenciosa.

Chariot tomando una bocanada de aire se dispuso a finalmente hablar. —Lamento molestarte, pero quisiera saber si... —estaba hablando antes de que su petición se viera interrumpida.

—Si podría dejarte dormir conmigo... —terminó la frase observando el rostro de su amiga quien al cambiar rápidamente a uno nervioso le confirmó su hipótesis.

—¡E-en realidad yo iba a pedirt-! —quiso contradecir.

—No podrías engañarme aunque quisieras dolcezza, ¿tuviste otra pesadilla? —preguntó mientras flexionaba sus brazos hacia atrás de su cabeza para escuchar.

La pelirroja temblorosa quiso negar esto.

—¿Y porque tu cuerpo está temblando?, ¿acaso soñaste otra vez contigo cayendo sin poder controlar tu escoba? —

Esta vez Chariot asintió.

—Vamos, ven aqui —respondió acomodando al otro extremo de su cama además de darle unas palmada a su cama en señal de que viniera.

Mientras la pelirroja subía al colchón, la otra chica no podía evitar cuestionarse lo infantil que era la actitud de su compañera pese a su edad, aun si lo entendía por él como había notado lo fuerte que era para su amiga esta pesadilla gracias al constante miedo que esta había presentado desde hace meses en las prácticas de vuelo.

Igualmente, siempre estaría dispuesta un espacio para descansar con ella si eso le ayudaba a conciliar el sueño. Cosa que lograba por él como Chariot imaginaba que su compañera sería quién la salvaría si un día esto pasaba. Irónicamente.

—Gracias Mery, bouna notte... —agradeció la pelirroja juguetonamente en el idioma natal de la contraria mientras le daba un abrazo a su amiga.

—Tú sabes que no me gusta que me des apodos por... mis apelli... —quiso refutar, pero se detuvo para responder el saludo de la misma forma —bonne nuit, Dunord.

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Recién era el segundo día desde que una bruja profesora junto a su alumna había hecho historia en la magia de una forma no particularmente conveniente para sus vidas, quedando con la responsabilidad del resultado del experimento no intencional peliverde que había adquirido el nombre de Diana.

Aún quedaban algunas cosas antes de que se pudiera decir que la situación había dejado de ser turbulenta como calmar por completo a la "ex-lechuga" o las consecuencias de su misma creación. Cosas que se narraran a continuación.

Igualmente no parecía que podría pasar algo más alocado que todo esto, ¿o acaso de forma para nada conveniente podría aparecer una científica mágica, vengativa y resentida amante del ramen con potencial de provocar un tremendo desastre de una forma para nada sospechosa o conveniente para su plan?

Seguramente no, a fin de cuentas recién es el cuarto capítulo como para meter una amenaza forzada a una historia que no lo necesita. Ni que esto fuera una historia de ficción con universos paralelos a otra historia creado por alguien que no acepta que esa misma historia no tendrá una continuación como una segunda parte en un futuro cercano, quien además es tan malo haciendo humor que termina recurriendo a la ruptura de la cuarta pared de forma completamente innecesaria referenciando a quienes hacían esto en las primeras historias ficticias derivadas de este mismo universo ficticio. ¡Claro que no!