Según Una Lechuga [Diakko]

02 - Un Amanecer Particular

Eran las cinco y doce de la mañana exactamente en una tranquila academia de magia donde una tutora con su alumna resolvían un problema bastante simple: "Convertir una lechuga que en realidad estaba viva en una humana en medio del campo donde de paso, esta apareció sin prendas y con el conocimiento de todo lo que paso antes de ser transformada"

Simple como esa era la solución para zafar de esta, que se basaba en transportar a esta misma "lechu-humana" a la oficina de esa profesora para poder ocultar el hecho de las sedientas periodistas de Luna Nova, además de buscar una verdadera solución a esto.

Aquella desdichada tutora ""es"" Ursula Callistis, quien por tercera vez en la semana se preguntaba mentalmente cómo era posible que su alumna castaña pudiera provocar tantos problemas accidentalmente y que encima ella misma hubiera elegido ser su tutora. Por más que le tuviera cariño a su estudiante, a veces podía cuestionar cómo fue elegida por la... da igual.

Como sea era tarde para culpar de este nuevo accidente a Atsuko, por lo que ahora sólo quedaba intentar pasar desapercibidas por una gran academia con una persona tapada con una manta que encontraron en la cancha y con un amanecer que pronto haría que todas las estudiantes salieran por los pasillos.

Afortunadamente su único inconveniente fue encontrarse con una estudiante de pelo pelinaranja quien salía de robar la cocina cubierta con un pasamontañas, quien si bien al inicio estaba asustada al ver a la profesora Úrsula, se calmó al ver cómo iba acompañada de Kagari junto a un problema envuelto en una manta que lucía como disfraz barato de fantasma. Por lo que con una mirada mutua de todas que marcaba una tregua.

Así seguían con su camino guiando a la peliverde que estaba cubierta con la manta que temblaba por el frío de la noche y su desnudez, pero eso era lo de menos viendo que estaban cerca de la oficina.

—Uhhh ... entonces... —Akko dijo nerviosa y repentinamente. —¿Que pasara?, usted sabe, ¿cuando lleguemos a la oficina? —cuestiono con Ursula apunto de contestar y la chica lechuga molesta debajo de esa manta al obviamente tener que pasar que la devolvieran a la "normalidad".

Cuando la peliazul iba a responder, a la distancia se oía como alguien tarareaba una canción con un tono de voz que evidenciaba que era una mujer en su vejez, una profesora sin duda. No demoró ni segundos la maestra en tomar a la peliverde a esconderse a uno de los pasillos laterales esperando que la castaña hiciera lo mismo, sin embargo la japonesa estuvo distraída como para hacerlo mientras divagaba en su nerviosismo.

—A lo mejor podríamos tal vez enseñarle que ser una lechuga no es tan diver... ti... oh —alcanzó a decir la castaña viendo como estaba sola y en frente de su posible final.

—¿Hnm? —murmuró una inofensiva viejita con una pequeña sonrisa mezclada con una cara de confusión al ver a la nipona en su camino.

Su nombre era Holbrook, directora de Luna Nova.

Tímidamente Kagari soltaba una sonrisa torcida que cubría el temor que sentía en el fondo por como ella misma seguramente se acababa de sumar una falta más a su largo historial, de esas que demoran un montón de cosas para subsanar. Incluso tal vez podría ser peor, ¡¡con ella recibiendo un artículo que la ponga bajo el ojo de la vieja   ̶k̶u̶s̶o̶ ̶y̶a̶r̶ō̶  amargada de Finnelan por semanas!!

—Atsuko Kagari —dijo Holbrook secamente levantando una ceja, un tanto en un tono de pregunta.

—Ma-es-tra Hol-brook, h-hola... —intento saludar como persona inocente que no ha hecho nada malo en las anteriores veinticuatro horas.

—Dime, ¿qué haces a estas horas rondando por los pasillos? — preguntó la directora con una sonrisa fría que parecía esconder un "estás jodida" —