Changbin

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Nota: este capítulo se sitúa el primer día de vacaciones, cuando Minho y Jisung recién habían salido de Seul.
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Cerré mi maleta y observé una vez más mi armario esperando no haber olvidado nada. Las vacaciones finalmente habían empezado y pronto todos nos iríamos por un tiempo. Extrañaba demasiado a mi familia así que este tiempo libre había llegado cuando más lo necesitaba.

Bajo una de mis camisetas negras sobresalía la manga de una sudadera amarilla.
¿desde cuándo usaba yo amarillo?
Jalé y cuando la tuve en mis manos, algo dentro de mi pecho se apretó.

Había pasado tiempo desde que yo y Felix nos habíamos hablado más allá de un par de frases cortas, y francamente extrañaba como la mierda sus palabras cálidas, su sonrisa e incluso el aroma de su perfume cuando me abrazaba.
Aquel que extrañamente siempre tenía el poder de calmarme.

Ahora no tenía nada de eso y me sentía inmensamente sorprendido ante lo mucho que parecía necesitarlo. Y es que nunca antes había tenido una persona favorita, siempre había pensado que podías dar un poco de tu corazón hacia mucha gente sin problemas, pero al parecer estaba equivocado.

Tomé la colorida sudadera y la llevé hasta mi rostro, aspiré profundo y nada, el olor de Felix se había ido.

¿lo echaba de menos?
Claro que sí

¿Volvería todo a ser como antes? Definitivamente no.

Unos golpes en la puerta me sobresaltaron, en el marco de aquella se encontraba la figura de Hyunjin observándome con una mezcla de curiosidad y burla.

--- ¿qué estás haciendo con eso?
¿no es de Yongbok?

Mis manos se volvieron torpes y la sudadera acabó por caer al suelo, la recogí rápidamente y la arrojé de vuelta en mi armario.

--- no, es mía.

Hyunjin soltó una risa y caminó hasta su espacio del ancho armario.

--- en fin, venía a terminar mi maleta y preguntarte si desayunarás con nosotros, antes de irnos todos.

--- sí, claro

--- cool, minho y jisung ya se fueron eso sí, tenían que tomar un tren temprano.

Asentí y observé como él arrojaba unas camisetas dentro de su maleta, y meditaba con una mano en su mentón cual otra prenda debía llevarse.

--- así que, ¿casa en la playa?

--- ajá, mi tío está en Japón por un tema de contratos así que nos dejó quedarnos.

--- ¿nos?

--- A Chan, Felix y a mí.

--- Oh…

Por lo menos Felix no se quedaría aquí, solo.

--- ya te había contado.

--- ¿ En serio? creo que estuve algo distraído.

--- Así veo, ¿ ya estás bien? Te he visto mejor cara.

Asentí rápidamente, al parecer todas las lagrimas que mi cuerpo tenía destinadas para Lim Yerin se habían quedado en Estados Unidos. Ahora solo sentía aquella experiencia como lo que fue.
Una mala experiencia.

Hyunjin me dio una sonrisa cálida y yo desordené su cabello.

--- no seas bruto, imbécil.

--- no seas mal hablado, animal.

Mi buen ánimo de siempre había regresado.

(...)

Todo ese buen ánimo se tambaleó una vez más cuando en la mesa solo estábamos Chan, Hyunjin, Felix y yo.

El Quinto piso [ Minsung ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora