El tener que trabajar y tener que pasar tiempo con Ash se me complicaba porque muchas veces me tocaba el turno de la tarde cuando mi hija más tiempo estaba despierta y no me gustaba pero tampoco me puedo dar el gusto de no trabajar aparte de que esta semana estaba siendo complicada porque mi viejo se había aparecido otra vez diciendo que tenia una deuda grande que no podía pagar y lo estaban apretando y amenazando.
—Estoy cansada boluda—dije abrazando a Bella—no me da más el cuerpo ni la cabeza—dije aguantandome las ganas de llorar.
—Yo se que es difícil todo amiga, pero tenes que ser fuerte por Ashley—dijo dándome ánimos.
—Alerta jugadores asomándose en la zona oeste—dijo Gigi susurrando.
—Están los jugadores de Boca?—preguntó Bella mirando por la ventanita y Gigi asintio—anda a atender Maca–dijo esta vez.
—Que? No, porque yo?—pregunté.
—Porque las 3 estamos seguras de que el chango viene una vez a la semana a verte a vos y desde que viene lo atendiste una sola vez—dijo Gigi mirándome y Bella se reía mientras decía que si con la cabeza.
—No voy a ir, tengo que ayudar a Pablo en la cocina—dije buscando una excusa para no ir yo.
—Voy yo, ya había hablado con Pablo para pasar tiempo con el—dijo Gigi y con Bella nos miramos y la miramos confundidas—que? Es lindo y le dije que iba a salir con el por que ya se estaba poniendo pesado, pero vos no me hagas cambiar de tema y anda antes que la arpía de Sofia te gane—volvió a decir, me asustaba cuando decía 3 mil palabras en un segundo.
—Se ponen pesadas loco, dejen de molestar con eso no viene a verme a mi estúpidas—dije agarrando las cartas para ir a atenderlos porque estas 2 se iban a poner pesadas.
Suspiré y camine hasta la mesa que se sentaban desde hace semanas que vienen a comer o merendar acá, estaba nerviosa si pero era porque las otras me presionaban, insistían en que tenia que conocer a alguien pero después de lo que me pasó con el papá de Ash no quería saber nada con nadie y tampoco me interesaba.
Al llegar a la mesa los futbolistas me miraron todos haciéndome poner nerviosa pero como una trabajadora que soy tuve que ser lo más simpática posible así que tuve que sonreír.
—Hola buenas noches, les parece si les dejo las cartas?—pregunté mirándolos con una sonrisa.
—Buenas noches, dale me parece perfecto—dijo al que tenia ubicado como Luis, les deje las cartas y me estaba por ir cuando me interrumpieron.
—No, no te vayas espera que elegimos rápido—dijo Marcos.
—Perfecto—dije mirándolos y pude notar que Exequiel o el "Chango" me estaba mirando y me estaba poniendo nerviosa.
—Como estas? Hace mucho no te veo, no estabas viniendo a trabajar vos?—pregunto Exequiel.
—Eh? Aah em si venia pero estaba en la cocina—dije sin mirarlo porque me estaba mirando a los ojos y no me gustaba.
—No me respondiste, como estas?—volvió a preguntar.
—Estoy bien, vos?—pregunté por cortesía, no solía hablar con los clientes más allá de los pedidos.
—Me alegro, yo estoy bien también, estas segura que estabas en la cocina y no me estabas esquivando?–preguntó sin compasión.
—Que?—dije sorprendida y nerviosa tan nerviosa que me empezaron a temblar las manos.
—Mamii—escuché que gritaron, me di vuelta para ver a Ashley correr a tropezones hacia mí y ver a mamá corriendo atrás de ella—mami, mami, mami—repetía mientras yo la recibia con los brazos abiertos.
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DIFICIL
Teen Fiction-Solamente quiero que mi hija sea feliz-dijo mirándome con una sonrisa. Novela propia.