Panorámica. |RinSagi|

i.

—Rin...

—...

—Rin.

—...

—¡Rin, despier...!

Isagi fue interrumpido por un golpe en la cara con una almohada. Se sintió aturdido por unos momentos antes de empezar a reírse a carcajadas.

—¿Por qué no te callas? Carajo. —La voz de Rin, sonó rasposa, y molesta, mientras que con su mano cubrió la boca del mayor, intentando silenciar su risa. —Déjame dormir. Es muy temprano.

—No seas irrespetuoso, mocoso. —Isagi se quejó entre risas. Honestamente a veces le molestaba la forma tan informal que tenía Rin al dirigirse a él, aunque había veces, como ahora, que realmente no le importaba porque ¿Quién podría molestarse con lo tierno que se veía el más joven refunfuñando porque tenía sueño? —Y eso no es verdad. Ya son casi las diez.

—Es muy temprano.—gruñó de nuevo. Jaló la almohada una vez más, se acomodó en la cama y se acurrucó con la sábana hasta dejar a Yoichi sin ella.

—¡Oye! ¡No me quites la sábana!

—¿No querías despertarte? Entonces, anda, largo de aquí, no necesitas una sábana fuera de la cama. —habló debajo de la sábana con voz burlona. Empujando con su pie al mayor, hasta casi derribarlo de la cama.

Isagi, en venganza, lo sujetó del pie con sus manos, y lo jaló con fuerza. Sin calcular para nada el hecho de que Rin, sin esperarse ese movimiento, no pondría resistencia y por consiguiente ambos caerían de golpe al suelo.

—Te odio ¿Lo sabías? —Rin habló con la cara pegada al piso, una pierna sobre las de Isagi, y un brazo debajo de su cabeza.

Yoichi se quedó en silencio, sorprendido por la forma en que el brazo de Rin se acomodó bajo su cabeza para evitar que se lastime. Una sonrisa adorable se extendió en sus labios y abrazó por el cuello al menor, acercándose lo suficiente para que sus rostros estuvieran casi juntos.

—Y tu sabes que eso no es cierto.

Rin suspiró cansado, siendo esa su única respuesta antes de terminar con la distancia y unir sus labios con los de Isagi.

—¿Ahora sí vas a levantarte?

—Déjame en paz sino quieres que te eche de mi apartamento, idiota.