Si existe Charlie, existen problemas.
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Charlotte 'Charlie' Lawrence nunca lo ha entendido, pero tiene la habilidad de meterse en problemas siempre.
A solo días de graduarse de la universidad todo se vuelve aún más caótico en su ya ajetreada vid...
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Estar de regreso en el trabajo trajo consigo lo que Charlie creyó que pasaría: muchas miradas llenas de confusión.
No, ella y Kevin no llegaron a Daniels Empire de manos agarradas, ni tampoco mostrando señal de que algo entre ambos esté pasando, pero, aun así, cualquiera que tuviera acceso a redes sociales habría visto las fotos que estaban circulando de ambos al salir de la fiesta de odio al San Valentín desde hace dos días.
►Dificultas mi trabajo a veces, Kevin. ¿Como diablos le explico a la prensa que empezaste un pleito en un bar y luego saliste del mismo de manos agarradas con tu secretaria? ¡Tu secretaria! ⤻8:34 am
Kevin ya estaba acostumbrado a recibir mensajes de su publicista por las mañanas cuando cualquier artículo donde se hablase de él y su vida privada salía a la luz.
Yo no ''empecé un pleito'' El tipo la estaba acosando y le arrojó una botella de cerveza, ¿acaso debía quedarme de brazos cruzados?◄
8:35 am⤺
►Bien. Déjame ver como maquillo esto en los medios. ⤻8:35 am
►Recuerda quien eres, maldita sea. ⤻8:36 am
Para Charlie la mañana iba diferente. La chica se la pasó pegada a la computadora, respondiendo mensajes y organizando la agenda de su jefe para no pensar en todo lo que implicaba ser ahora... ¿Novia? ¿Casi algo? Independiente de lo que fuese encontraba muy abrumador saber que de seguro era el tema de conversación de todo el edificio.
—¡Ugh! —Charlie dejó caer su cabeza sobre el teclado.
La letra K comenzó a escribirse en la pantalla y ella ni cuenta se dio.
—¿Charlie?
Dio un brinco, se acomodó mejor en la silla y forzó una sonrisa.
—¿Sí?
Kevin ladeó el rostro en confusión, pero decidió ignorarlo y alejó el celular de su oído cubriendo la bocina en el proceso.
—Necesito que me hagas un favor. En la recepción se encuentra la señora Martina. Es de baja estatura, cabello gris y elegante vestimenta. ¿Crees poder ir por ella y guiarla hasta el salón de conferencias en el piso 14?
—Claro —Charlie se puso de pie.
—Gracias —le guiñó un ojo y subió el celular a su oreja—. Ya bajarán por usted. La veo en el salón, yo debo terminar de leer un contrato y bajo de inmediato.
Al estar sola en el ascensor Charlie se observó en el espejo. Llevaba una camisa blanca manga larga de un material suave, la falda era negra y se ajustaba muy bien a su cintura, los zapatos de plataformas negros. Es bastante sencillo, pero pensó en lo estilizada que el conjunto que Quinn eligió la hacía ver y también pensó en que, si la mujer no tuviera ya un empleo como jefa de recursos humanos, de seguro sería una buena estilista ya que la mayoría de lo que compraron ayer era muy bonito.