26. La graduación

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Era un sábado lluvioso y muy nublado

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Era un sábado lluvioso y muy nublado.

—Feliz mañana de graduación para mí.

Charlie se cruzó de brazos y observó la lluvia golpear violentamente contra el cristal de la puerta corrediza del patio trasero.

—Tranquila, va a mejorar —Kevin se paró a su lado y le extendió una de las tazas de café en sus manos.

—Siendo honesta, no lo creo —aceptó la taza de exquisito olor—. Ya estás consciente de cómo me persigue la mala suerte, ¿no?

—Admito que te pasan cosas algo locas, pero aún es temprano, el día puede cambiar.

Charlie volteó la vista al cristal dando un sorbo a su café. Eligió creer en las palabras de Kevin mientras él pasaba su brazo libre por los hombros de ella.

—Lamento no tener una tarjeta de invitación para ti, de haber sabido que serías el único que estaría conmigo hoy no habría desperdiciado mis invitaciones en Tony, Zach y mi madre.

Kevin se inclinó y dejó un beso en su frente.

—Tranquila, usaré la que me envió la universidad hace unos días.

—¿Eso quiere decir que el gran Kevin Daniels dará un discurso? —lo codeó.

—Supongo. Usualmente me preparo para este tipo de cosas, pero creo que podré decir algo rápido y "motivador" para tu promoción.

Charlie hizo una mueca.

—Quiero ir a trabajar. Puedo buscar el diploma por ventanilla, de por sí ya...

—No digas tonterías, Charlie. ¿Crees que te dejaré perderte uno de los días más importantes de tu vida? Aún recuerdo cuando me gradué de la universidad... Ese sentimiento de alivio y felicidad cuando me entregaron mi diploma es uno que no se compara a nada, más cuando pasaste años esforzándote demasiado para llegar hasta ese momento.

Charlie soltó un suspiro.

—Tienes razón.

—Por supuesto que la tengo —señaló con su cabeza la sala de estar—. Ven conmigo tengo un par de regalos para ti.

—¿Un par de regalos? —arqueó una ceja—. No tenías que regalarme nada, Kevin.

Una sonrisa se le escapó al ver que en la mesita del centro hay varias cajas de regalos y también un enorme ramo de flores de muchos colores y diferentes tipos.

Ambos dejaron sus tazas a un costado de los regalos y tomaron asiento en el sofá.

—Lo sé, pero es tu graduación y estos últimos días no han sido los mejores para ti, así que con un poco de ayuda de Quinn...

Ella rió. 

—¿Un poco?

—Bueno, eligió casi todo, pero yo pagué por ello, ¿eso cuenta?

Existe Charlie [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora