La mañana siguiente cuando me desperte noté unos brazos que me abrazaban la cintura, giré la cabeza y allí estaba Carlos, durmiendo tranquilamente.
Quería que ese momento durara para siempre así que me giré y lo abraze también a él. Al rato se despertó y me sonrió mientras iba abriendo los ojos poco a poco.
-Carlos: Ojalà despertarme así todos los días -me dijo mientras me daba un beso en la frente- ¿te parece bien si nos quedamos un rato más así? Estoy muy cómodo.
-Gigi: Por mi nos quedamos así toda la mañana -le dije mientras apoyaba la cabeza sobre su pecho.
Estuvimos así toda la mañana, abrazados, hablando de nuestras cosas, mientras que Carlos alguna vez me iba dando besos por el cuello.
En uno de esos momentos la cosa se fue poniendo intensa, hasta que acabé encima de él mientras le iba dando besos cortos, pero cada vez más intentos por el cuello, hasta que porfin, después de tanto tiempo haciendo el tonto me besó en los labios.
Fue un besos intenso, con muchas ganas pero al mismo tiempo suave y delicado. Carlos tenía los labios más apetecibles que había visto en mi vida, eran carnosos y muy jugosos.
El beso se iba intensificando llegando al punto que Carlos iba jugando con mis panties. Pero de repente la puerta se abrió, mostrandonos una Ana con las manos en la boca mostrandose muy sorprendida.
-Ana: Perdóóón, no sabía que estabais los dos juntos aquí -decia mientras cerraba la puerta.
Me quedé sin palabras y con la cara muy sonrojada, no me podía creer que si no llega a ser por Ana, seguramente ahora estaría follandome a Carlos.
Carlos me abrazo y dipositó un beso en mi cien, para después levantarse e irse a darse una ducha de agua fría.
Así que aproveche, y me fui a la habitación de Ana a hablar con ella.
Carlos' POV
Maldita Ana... nos interrumpió en el mejor momento... Durante el último mes Gigi me ha estado evitando, se que quiere centrase en Ferrari y no en mi cuando empieze la temporada, pero me gusta demasiado como para no caer en la tentación rápido.
Cuando la ví en la fiesta de fin de año con ese vestido negro solo me venían a la cabeza distintas maneras de quitarselo y follarmela sin piedad en mi habitación, pero me contuve toda la noche, y más estando los dos borrachos, quería que si pasara algo llegara a ser especial.
La noche fue perfecta, estube toda la noche bailando con ella, no paraba de mover lentamente sus nalgas en mi paquete y lo pero es que no ella no era conciente de la repercusión que tenia esa acción en mí.
Al ver lo borracha que iba no me lo pense dos veces y le cedí mi habitación, aunque luego acabamos durmiendo juntos. Sinceramente, fue la mejor noche de mi vida, los dos nos pasamos la noche abrazados y despertarme a su lado fue lo más bonito que he visto en mucho tiempo.
Tenía miedo que al ya no estar ebria se quisiera ir corriendo, pero al contrario, solo se apreto más a mí y nos acabamos besando algunas veces, aunque si no fuera por Ana... hubieramos acabado follando...
