Gigi's POV
A la mañana siguiente
Cuando me desperté vi que Carlos no estaba, me desanimé bastante, pero al poco rato veo como abre la puerta como puede mientras me trae el desayuno a la cama.
Desayunamos tranquilamente y luego nos fuimos a correr un rato, hechaba de menos hacer deporte juntos. Luego me fui a mi casa a dejar las cosas y a bañarme tranquilamente.
Por la tarde Carlos vino a casa, tenía una sala de cine así que escogimos una peli, hicimos palomitas y nos quedamos acurrucados mirando la pelicula tranquilamente.
No me di cuenta y llevaba dos días con Carlos en casa, no nos habíamos separado ni un momento. Y la verdad, se sentía genial.
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Carlos' POV
La verdad es que estaba aprovechando el tiempo que estaba pasando con Gigi. Me iba abriendo su corazon otra vez, poco a poco, y no pensaba desaprovechar la oportunidar.
Quería proponerle de tomarnos las cosas con calma e ir viendo a donde nos llevaba eso.
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Gigi's POV
Cuando volvimos a Maranello vi que Carlos seguía igual de relajado y cariñoso, y no podía ser más feliz.
En el aeropuerto encontré un conjunto lencero bastante provocativo, así que lo compré sin que Carlos se diera cuenta para poder darle una sorpresa por la noche.
Cocinamos unas fajitas para cenar, cuando acabamos me propuso de dormir juntos. Pero le dije que no, quería hacerlo enfadar un poquito antes de la sorpresa.
Fui a mi habitación y me puse el tanga rosa pastel con un camisón corto que iba a juego. El camison era totalmente transparente y de encaje, al igual que el tanga.
Cuando me dirigí a la habitación de Carlos, escuché que estaba hablando con alguien. Al rato pude entender que estaba hablando con Lando, y le pedia consejo para no volverse loco conmigo. Al pobre lo tenía muy confundio con el hecho de no querer dormir juntos cuando llevabamos una semana haciendolo todo juntos.
Así que cuando colgó, abrí la puerta con una sonrisa picantona. Su cara era un cuadro, no decía nada, solo me miraba.
Estaba acostado a la cama, así que subí encima de él y le dije sorpresa, mientras le iba comiendo la oreja.
-Carlos: Gigi... joder... - no paraba de gemir mientras le iba haciendo movimientos con la pelvis-
Al rato estabamos haciendo petting, y yo me estaba apunto de correr.
-Gigi: Si no me quitas las ropa, me voy a correr en nada -le dije entre gemidos ahogados-
Al poco rato me rompió el tanga y me puso su polla dentro de mi. No se que le pasaba, pero los ultimos tangas me los había roto todos...
Quería quitarme el camisón, pero me suplicó que no lo hiciera, así que empecé a montarlo sin piedad. Quería molestarlo un poco, así que cuando vi que le faltava muy poco para correrse me salí y me fui a mi corriendo a mi habitación mientras no paraba de reír. Quería jugar a un juego.
En el aeropuerto también me había comprado un bikini bastante provocativo, era un tanga negro con lacitos y la parte de arriba dos triangulitos que casi no me tapaban el pezón me lo puse lo más rápido posible y me fui a la piscina.
Vi a Carlos andar como podia con la erección un poco enfadado, pero cuando me vió saliendo de la piscina con ese bikini me dedicó una sonrisa bastante malvada.
-Carlos: Entra otra vez... -me ordenó mientras ponia dos dedos de bajo del tanga del bikini-
-Gigi: ¿Y si no lo hago? -le dije con la boca antreabierta mientras no paraba de gemir-
Un segundo más tarde estabamos dentro de la piscina, rozandonos mientras no paraba de morder y apretar mis pezones.
De repente noté como quita los lacitos y luego el tanga, y metió su polla dentro de mi. Estuvimos unos diez minutos follando hasta que me levantó en brazos y me llevó a la cocina, me puso encima de la mesa y bajó para comerme el coño.
Me corrí dos veces y cuando creía que estaba apunto de desmayarme me penetró otra vez. Al rato nos corrimos y me llevó en brazos a la habitación.
Pensaba que no podría más pero me equivocaba, tal cual me limpia, me puso a cuatro y empiezó a follarme muy duro. No podia parar de gritar, el sexo con Carlos es el mejor que he tenido en mi vida.
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Carlos' POV
Cuando la ví con el conjunto lencero y luego con ese bikini supe que no podría parar de follarmela en toda la noche.
Cuando me corrí la segunda vez hicimos un parón, nos dormimos pero al rato noto como Gigi me empezaba a hacer una mamada, no podía parar de gemir. Se puso encima de mi y me montó mientras no paraba de morderle los pezones.
Y así ,hasta cinco polvos, salió el sol que yo seguia dentro de su apretado coño.
Pero lo mejor fue cuando me corrí la última vez. Mientras me corría le grité un te quiero, pensaba que no me contestaría pero me respondió con un yo también y me abrazó.
No podía ser más feliz.
