Capítulo 10

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Carlos' POV
Ya llevaba dos meses viviendo con Gigi, el primero fue un infierno, nos pasabamos el día trabajando juntos para acabar por la noche viendo peliculas en el sofa, el infierno era que solo tenía ganas de abrazarla, darle besos y quitarle los panties tan cortos que se ponía para estar por casa.
El segundo mes ya no fue tan drama, habíamos empezado la temporada y al estar en hoteles solo nos veíamos para la precarrera y la postcarrera, además de las fiestas que hacíamos después, aunque allí evitaba salir en los mismos sitios que ella para no decirle nada inapropiado mientras iba borracho.

Había conocido alguna chica de fiesta pero nunca pasaba a mayores, no eran Gigi.

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Unos meses más tarde
Gigi's POV

Carlos había ido a Madrid para ir a visitar la família, así que me quede en la Villa yo sola durante toda la semana. Empezaba a hacer buen tiempo así que aprovecha para bañarme en la piscina y tomar el sol. Cuando estaba Carlos por casa evitaba hacer topples pero estando sola me daba bastante igual así que solo me puse la parte de abajo de un bikini en forma de tanga que tenía de color rojo y nada más.

Me quedé dormida tomando el sol mientras iba escuchando música con los airpods. Hasta que noto una mano que me sacude el hombro.
Cuando abro los ojos me encuentro con los de Carlos, aunque miraban a todos lados menos a mi cara, grité y me tapé rápidamente con la toalla.

-Gigi: ¿Pero tu no te ibas toda la semana? -le dije medio gritando-
-Carlos: Tranquila, tuve que venir antes para una reuniones -me dijo mientras me giraba y me empezaba a hacer masajes en la espalda- Te noto muy tensa, si te sientes más comoda ve a buscar la parte de arriba del bikini, yo voy a buscar un bañador y nos bañamos un rato y te hago un masaje

Carlos me hablaba de manera tan seductora en la oreja que no lo dudé y fui a por la parte de arriba del bikini.
Cuando volvimos a la piscina nos sentamos en el banco que había incorporado. Bueno, más bien Carlos se sentó en el banco y a mi me sentó en su regazo.

Empezó a darme masajes en la parte inferior de la espalda, tenía que apretar la boca para no gemir, se sentia muy rico. Poco a poco iba subiendo, me iba dando besos en el cuello y cuando me di cuenta me había quitado la parte superior del bikini y me estaba masajeando los senos mientras los besos en el cuello iban subiendo de tono.

No podia parar de gemir, una de sus manos fue bajando hasta chocar con mi clítoris. No podía parar de moverme y gritar su nombre hasta que me cogió del pelo y me tiro hacia él, haciendo que girara la cabeza. No lo pude evitar y lo empezé a besar intensamente.
Me giró, me cogió en brazos y me llevo a su habitación, me puso en la cama, me bajó las bragas y empezó a darme besos por la pelvis hasta llegar a mi clítoris, en menos de un minuto me corrí en su boca, nadie en mi vida me había hecho sentir así.
Luego me levante, vi que aún llevaba el bañador, lo empezé a bajar hasta que me quedé con su miembro en mi cara.
Lo iba a introducir en mi boca cuando de repente suena el timbre. No me lo podía creer, me fui corriendo a mi habitación a cojer algo de ropa para poder ir a abrir la puerta, ya que Carlos aun estaba con la erección.

A los minutos entraba por la puerta toda nuestra família, exacto, mis padres con mi hermano y sus padres con sus hermanas. Mi cara era un poema, Ana me abrazó enseguida que me vio. Por suerte Carlos apareció enseguida como si nada hubiera pasado. Así que me facilitó las cosas.

Ya era hora de comer así que decidimos ir al pueblo a comer a un restaurante donde la pasta era espectacular. Cuando llegamos Carlos se puso detrás mio y me dijo en la oreja que teníamos una charla pendiente, mientras dipositaba un besos en mi cuello.

La comida transcurrió con normalidad, nos pusimos todos el día, nos dijeron que habían venido antes de que el siguiente fin de semana nos fueramos a Mónaco, ya que no podían venir.

El resto de la semana nos la pasamos todos juntos, Ana estaba todo el rato pegada a mi, así que Carlos no me decía mucho, aunque sus miradas lo decían todo.

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