ɪ ᴅᴏɴ'ᴛ ɴᴇᴇᴅ ʏᴏᴜ... ¿ʀɪɢʜᴛ? | Squid Game | Kang Sae-byeok

|•ᴠᴏʟᴠᴀᴍᴏs ᴀ ᴄᴀsᴀ•|

Narra Sae-byeok

La sacudía lo más fuerte que podía, gritaba hasta sentir el ardor en mi garganta ¿Acaso se había ido? realmente... ¿La perdí?. Miré a los guardias que se acercaban a paso lento, negándome a aceptar la realidad me aferré a ella con fuerza, tomando su mano temblorosamente, la presencia de los guardias atras mio hizo que me aferrara aún más a ella, me alejaron un poco de su cuerpo y mientras veía como abrían la caja, al notarlo regresé mi vista a la castaña con horror.

Entonces algo sucedió, una leve presión en mi mano me hizo mirar hacia abajo, ella apretaba los ojos tratando de abrirlos soltaba leves murmullos que no entendía, movimientos leves en su cuerpo era lo más notorio, el color miel de sus ojos volvió a aparecer, mirando con atención su entorno, algo desorientada.

- Te encontré... - su voz sonó cansada y ronca, y luego unos segundos para acostumbrarse a la luz, me miró sonriendo levemente, se levantó con cuidado dejando a todos en un profundo silencio, los guardias la vieron y no tuve tiempo para reaccionar cuando ya se la habían llevado... Estaba viva, miré a los demás confundida. Nos apresuramos a llegar a la puerta pero ya la habían cerrado, Gi-hun se veía algo anonadado, Ji-yeon estaba histérica, Alí trataba de abrir la puerta y Sang-woo se veía arrepentido, me acerque a él molesta y al estar en frente suyo estape mi puño en su estómago.

- ¡Eres un maldito hijo de puta! - le grité - ¿En que pensabas? ¿Acaso creías que esa era una solución viable? - otro golpe se escuchó - ¡Pudimos buscar una solución! pero nó - me miró adolorido por los golpes - ¡Eres el ser mas despreciable y ambicioso que he podido conocer! - me alejé tratando de evitar más problemas, tomé asiento en la cama más cercana, viendo atentamente mi camisa manchada de sangre... Su sangre.

Los minutos pasaron, lenta y tortuosamente, tal vez fueron unos 15 o 30 minutos que, honestamente perecieron horas interminables, las puertas abriéndose llamaron la atención de todos los que estábamos ahí, rápidamente busqué con la mirada a Hyung-min, dos guardias salieron del lugar escoltando a la chica que buscaba, a quién dejaron ver apartándose de ella, Min se dió la vuelta, parecía decir algo, aunque no logré entender en mensaje, en su espalda se podían ver en el lugar de las puñaladas algo blanco, vendas tal vez, ella estaba viva, y me sentía aliviada de que la hubieran curado, así sea por un miserable juego, gracias a ellos, Min está viva.

Cuándo por fin estuvo cerca de nosotros se detuvo algo indecisa, parecía que no sabía qué hacer, pude notar como sus ojos me miraban atentamente, como si tratara de encontrar la solución a su incógnita o la ayuda para poder proceder. No iba a mentir, todo parecía una simple ilusión, una mentira creada por mi mente para hacerme creer que todo estaba bien, un cruel engaño. Min lo notó y se acercó aún más, extendiendo sus brazos nos atrajo hacia ella sonriendo alegremente y hablando en voz alta nos sacó de nuestra ensoñación.

- Estoy bien y no pienso irme a ninguna parte sin ti- murmuró tranquila dejando un beso en mi cabeza - ¿Pueden verlo? este es nuestro camino y vamos a ganar juntos - se alejó de nosotros sonriendo de forma cariñosa - está decidido - su vista se fijó en el hombre culpable de sus estado - Sang-woo - su tono se volvió uno frío y molesto - te lo diré una sola vez y espero que te quede claro - tomo fuertemente el cuello de su camisa - ellos saldrán a de aquí, pero tu... tu te vas a pudrir en lugar más oscuro y recóndito del infierno, y estoy dispuesta a matar por honrar esa promesa - lo soltó de una forma tan brusca que cayó al piso estrepitosamente.

Miró a los demás con firmeza a lo que ellos parecieron captar el mensaje, ella tomó mi mano y me alejó del resto de personas, ya en una de las esquinas de la habitación me acorraló en esta, tomando mi cintura con fuerza, jadee por la sorpresa y apreté sus hombros al sentir su respiración en mi cuello, mas no pude sentir nada, permanecia en quietud y su respiración se volvía cada vez más tranquila.