Narrador Omnisciente
Para las chicas el viaje fue agotador, más largo de lo que ellas pudieron esperar, por lo poco que llegaron a observar aún se encontraban en carretera, en un descuido del guardia, la mayor posicionó a Sae-byeok sobre su regazo y aprovechando esta situación pudieron conversar sin que el circulito se diera cuenta.
- El camino fue más largo de lo que pensaba - susurro la castaña en un tono audible únicamente para la chica sobre ella quien por cierto, estaba avergonzada de la posición en la que se encontraba.
- Lo se - respondió en el mismo tono - ¿Traes algún tipo de arma? - pregunto esperando que la chica hubiera traído algo con que defenderse - yo traje una navaja - dijo mirando su bolsillo para que la pálida entendiera.
- Si, traje tres dagas - mencionó dando un pequeño besito en la curvatura de su cuello - tu tranquila, no necesito de un arma de todos modos - dijo en un tono suave, claro, sin dejar de susurrar.
- ¿Donde la guardaste? - preguntó con curiosidad, esa chica le había demostrado ser alguien astuta, asi que tenia interes de ver en que había pensado para llevar consigo un arma.
- No te lo diré - dijo juguetona - lo mas que puedo decir es que dudo mucho que revisen este sitio - esto solo despertó la curiosidad de la norcoreana, resulta que la mayor se las había ingeniado para guardar las armas en su sostén y su boxer ¿Que? no la culpen ¿Donde más la iba a guardar? ese fue el único sitio en el que pensó que no sería sospechoso.
Al cabo de un rato el auto se detuvo, al ver disimuladamente por la ventana se dieron cuenta que estaban en un gran ferry, lo más probable es que las estaban transportando a una isla, una voz sonó mencionando que comenzarán con las inspecciones, las puertas se abrieron y segundos después el círculo que conducía salió del auto para luego asomarse por el otro lado y escanear los cuellos de las personas que estaban ahí, imaginaban que era para identificar a los jugadores, cuando llegó su turno, el cuadrado habló por primera vez, dándose cuenta de que era una mujer.
- ¿Cómo terminaron en esa posición? - se preguntó a sí misma - da igual, son tiernas - luego de escanear el cuello de ambas, noto algo en el de la Park - Mmmm jugadoras 067 y 068, parece que ustedes no perdieron el tiempo al volver a casa - dijo al notar unos arañazos, mordidas y chupetones en los hombros de la pálida, una pequeña risa escapó de sus labios y salió del vehículo, dando por terminada la inspección.
- ¿P-porque a mi? - decir que Sae estaba avergonzada era poco, sabía perfectamente que ella era la culpable de esas marcas - Ni s-siquiera llegamos a e-esa parte.... Maldita calentura - no la culpen a ella, culpen a sus hormonas juveniles, en ese momento simplemente se dejó llevar, y si no continuaron fue por una interrupción inesperada.
Flashback
Las chicas luego de haber acordado regresar al juego no se separaron, es más, se podría decir que Sae-byeok prácticamente se Había mudado a la casa de la mayor, principalmente por insistencia de esta misma pues, según sus propias palabras, Sae debía tener un lugar decente en el cual vivir, se negaba rotundamente a la idea de que la pelinegra durmiera es las calles o en condiciones deplorables, no, por supuesto que no.
Para la norcoreana las cosas tampoco había sido fáciles, su mente le gritaba no apegarse tanto con la oji-miel, se repetía una y otra vez las misma palabras "No la necesito" se podría decir, que parecía un disco rayado, repitiendo una y otra vez la misma tonada, ella muy en el fondo sabía que era mentira, de alguna forma se había vuelto dependiente de la presencia de Min en su vida "¿Verdad?" a raíz de eso llegaba la duda.
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ɪ ᴅᴏɴ'ᴛ ɴᴇᴇᴅ ʏᴏᴜ... ¿ʀɪɢʜᴛ? | Squid Game | Kang Sae-byeok
FanfictionPark Hyung-min una chica intersexual de Corea cansada de vivir una vida vacía y carente de sentido acepta la invitación de jugar una serie de juegos con la esperanza de encontrar aquello que le diera sentido a su vida. Parecía una idea tentadora ¿No...