Historias de fantasmas

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Nunca creí, 

en historias de fantasmas. 

hasta que aquel día 

volví a verte,

de madrugada.


E imaginé  cómo nuestros cuerpos 

se fundían, 

 se tornaban

 una sola  llama. 


Luego  apagaste , 

con agua gélida,

la hoguera,

que nos abrigaba

y permanecí fría, 

envuelta en nada. 


Quebraste la dulzura

Desgarraste el manto de estrellas. 



En realidad, no existías

eras un espíritu 

que venía a robarme la calma.

Me susurrabas, 

palabras de amor

y me arropabas con la mirada. 


Escalofriante es la canción siniestra,

que la ausencia de tus manos

en mí deja.  


Son las tres de la mañana;

doy vueltas fréneticas en la cama, 

porque tu mirada,

fantasmagórica, 

palpita en mi memoria.


Recuerdo cómo me abrazabas

 en el punto áglido

de esta terrorífica  historia. 


Después, 

desapareces,

pero los trazados de tus dedos 

han quedado en mi piel 

como rastros de incendio. 


Tus manos tejieron,

en mi cuerpo

 caminos de fuego.

Ahora solo permanecen

la herida  y  el silencio, 

pero tu recuerdo 

vivo 

es un pitido, 

 punzante...

es como un eco agudo 

hecho de lágrimas y diamante

que retumba  en mi insomnio secreto


No quedaron cenizas de este encuentro 

que resultaran de la hoguera que prendieron

tus caricias. 


Antes creía

en cuentos de hadas 

pero tu tacto solo representaba, 

un macabro y siniestro relato

de fantasmas. 



Fragmentos de interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora