El límite

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Me equivoqué, 

y los errores suenan

como gotas de lluvia

desafinadas,

que repiquitean insistentes

el cristal de la ventana. 


A pesar de todo, 

me pregunto,

tal y como 

 un soliloquio

 contesta al eco: 


¿Cómo saber dónde está el límite, 

sin conocer qué hay más allá, 

de la línea roja? 



Fragmentos de interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora