Narrador.
Pasaron las semanas en aquella casa e Izzy cada vez soportaba menos el hecho de haberse mudado ahí, cuando Elmer finalmente los presentó formalmente a él y a su hijo ¡fue todo un caos! En ese momento se había comportado como todo un ser de luz y amor, solo bastó un par de horas para que comenzara el maldito infierno en el que estaría viviendo hasta quien sabe cuando.
al principio fueron cosas pequeñas, como camisas desaparecidas, uno que otro cigarrillo desaparecido pero a medida que pasaban los días era cada vez más pesado, ropa manchada con cloro, pasta de dientes en sus zapatos, comidas extremadamente saladas y pegamento en sus sabanas limpias, ¿Que culpa tenia el de vivir allí?
— Maldito loco...- susurró Izzy mientras miraba las cuerdas de su guitarra en el inodoro.
Sin duda fue la gota que rebalsó el vaso, caminó con pasos pesados hasta la habitación del teñido y sin siquiera golpear pateo la puerta abriéndola al instante dejando ver a sus amigos de antes sentados en el suelo jugando video juegos mientras que el blondo estaba con una chica en su cama besándose desquiciadamente. Todos al ver tal escena dieron un salto del susto.
— ¿No sabes golpear? Que mal educado eres — Dijo burlonamente.
— ¿Cual es tu maldito problema? ¡Nunca te hice nada! — Habló exaltado.
— Pues, vives aquí, eso ya es un problema — se encogió de hombros.
— No pienso aguantarte mas, ¡Es la última vez que me haces algo así!
Izzy dio media vuelta para irse, pero Michael en un movimiento rápido lo tomó violentamente del antebrazo evitando que siguiera caminando, dejando a todos los presentes atónitos.
— No me detendré hasta que te vayas de mi casa, suficiente tengo con aguantar a la zorra de tu madre.
Izzy abrió los ojos como plato al escucharlo, este se zafó de su agarre y estampó un puñetazo en la mejilla del contrario haciéndolo caer fuertemente al suelo, El moreno antes mencionado reprimió una risotada mientras que el pelirrojo solo lo miró mal.
Hubo un silencio incómodo de unos segundos que fue interrumpido por Sonja quien al escuchar El Fuerte estruendo que provenía de la habitación del rubio, al entrar vio como el rubio estaba en el suelo con la mejilla ya hinchada al igual que los nudillos de el azabache.
— ¿Que está ocurriendo aquí? — pregunto con sus orbes bien abiertos.
Nadie respondió.
— Ustedes dos — apuntó a Izzy y a el blondo — Los espero abajo, mientras Michael, puedes despachar a tus amigos, tenemos mucho que hablar con tu padre — dijo para después irse.
Pasados los minutos todos estaban sentados en la mesa cenando, aún nadie se animaba a decir una palabra de lo sucedido. Luego de un rato finalmente Sonja habló.
— ¿No dirán nada?
— Jeffrey empezó — dijo Michael.
— ¡Te ha llamado Zorra! — habló exaltado.
— ¡No es cierto! — se defendió el rubio.
— Te arreglaré la cabeza de otro puñetazo si sigues mintiendo — Amenazó el azabache
— Quiero ver que lo intentes — este aventó una verdura de su plato a la cara de Izzy.
— ¡Basta! — por fin habló Elmer — Estamos cenando... y aunque no les guste Sonja y yo estamos casados, no les pido que se quieran como hermanos, solo les pido buena convivencia dentro de esta casa en la cual vivimos todos, ¿Es mucho pedir?
— No — respondieron al unísono.
— Que bien, ahora cuando terminen de comer laven los trastes y.... Limpien.... Limpien la cocina, Buenas noches — Dijo para irse junto con Sonja.
Estos solo callaron unos minutos.
— Ahí te ves — dijo Michael levantándose dispuesto a ir a su habitación.
— Hey aguarda, ¿No me vas a ayudar? — preguntó sin creerlo.
— No, buenas noches.
— ¿Tanto odio me tienes que no eres capaz de ayudarme a siquiera levantar un plato?... Pues bien, vete de aquí, de todos modos puedo hacerlo solo.
Izzy solo recogió las cosas y fue a limpiar lo que habían acordado con Elmer, mientras que Michael solo fue a su habitación y se recostó, ¿Enserio odiaba a Izzy? O solo estaba desquitándose con él por las cagadas que hacía su padre, analícenos esto con calma.
En la vida de Michael no todo fue color rosa, su padre estuvo ausente la mayor parte de su infancia e inicio de su adolescencia, mientras que su madre siempre estuvo ahí para el, mientras que ella iniciaba su quimioterapia el la engañaba con la madre de Izzy, Michael siempre la acompañaba a sus secciones hasta el final de sus días. Mientras que él estaba en la escuela llegó un maestro a darle la mala noticia de que su madre había fallecido. Un mes después Elmer se casó con Sonja y hace unas semanas que vive aquí con su hijo.
No, Michael no odiaba a Izzy, Michael odiaba su vida, se odiaba así mismo, odiaba a su padre y odiaba no poder retroceder el tiempo y haber podido despedirse de su difunta madre, si, eso odiaba, por ahora Izzy solo era su desquite, ¿Quien sabe? Podría hasta ser su amigo si quería.
Pero no, él no quería, por ahora eso sería, una persona a la cual quiere y puede tratar mal, si bien le dio el puñetazo de su vida eso no detendría sus malas acciones hacia el, al contrario ahora tendría más motivos por el cual hacerle la vida imposible.
Sin embargo Izzy ya no aguantaría tanta basura de parte del blondo, al contrario si era necesario lo golpearía nuevamente, pero no sin antes llegar a una conversación civilizada.
[...]
— Izz, querido ¿puedes traer la leche? — preguntó amablemente la madre del azabache.
Este caminó hacia el pasillo de los lácteos hasta llegar a un estante con leche descremada y semi descremada.
— Dijo tu madre que llevarás de la semi descremada — dijo Michael.
Izzy solo asintió y abrió el estante temperado para buscar la leche, miró hacia arriba y se paró de puntillas para alcanzarlo, mientras que Michael soltó una carcajada al ver su inútil intento por conseguir la leche.
— Jodete, si no me ayudaras a alcanzarlo vete de aquí — dijo entre dientes.
— Apártate idiota — dijo levantando su brazo para sacar el cartón — Toma — dijo entrándoselo.
— Gracias.
mientras se dirigía al carrito de compras Michael terminó por acérele una zancadilla haciéndolo caer y reventar el cartón de leche sobre el. Cuando Sonja se aproximaba en dirección hacia ellos Michael fingió preocuparse.
— ¡Oh! ¿Izzy te encuentras bien? —.
Izzy solamente empujó sus rodillas internas haciéndolo caer de espaldas.