Narrador.
Cada vez el calor de la ciudad iba desapareciendo con el pasar de las semanas, hasta que finalmente comenzaron los días fríos, Sonja y Elmer estaban devuelta con más trabajo que antes por esos días que se ausentaron y nuestro dúo favorito había salido de vacaciones de invierno, solo por dos semanas Claro.
No nos adelantemos tanto, partamos por el último día de clases de estos chicos, aquel día no había mucho que hacer simplemente eran horas libres, la convivencia y el desorden que habría más tarde en casa de Saúl- Slash-.
Mientras que los alumnos preparaban una mesa extremadamente larga llena de comida bebidas etc, los profesores se dedicaban a rellenar notas de trabajos o exámenes pendientes.
Steven se encontraba junto a Axl y Slash en los baños del colegio, los tres presentes iban rotando el último cigarrillo que tenían mientras hablaban sobre la fiesta en la noche.
— ¿Y a quien vas a invitar? — preguntó el rubio de baja estatura.
— Bueno, está de más decir que ustedes, la jirafa mal teñida y su hermanito y todo el colegio, esto será grande.
— Estas loco - el pelirrojo negó con la cabeza- jamás voy a entender la necesidad de invitar a medio mundo a una casa tan pequeña y no te ofendas.
— ¿Y por que no? Al fin y al cabo estamos compartiendo en el momento.
— ¿Será que Duff deja que Izz vaya con nosotros? — pregunto triste el de orbes azules.
— No debería ponerle órdenes, Izzy debería hacer lo que le salga del bolsillo sin tener que consultarle a la jirafa, y la jirafa no debería controlar tanto a Izz.
— Axl tiene razón, ¿Te imaginas que Duff esté obsesionado con el? — soltó con ironía el moreno.
— Tal vez le gusta — Steven se encogió de hombros mientras que los otros reían por la broma.
[...]
Izzy caminaba junto a Duff en dirección a su casa, el azabache solo podía sentirse incómodo ya que constantemente sus manos se rozaban, no era algo malo, lo malo era que hace días que él teñido actuaba de manera extraña.
Extraña en el sentido de que se paseaba sin camisa y hasta en ropa interior frente a él, claro de principio creyó que era idea suya, todo cambio de perspectiva cuando esté a donde sea que estuviera el susodicho estaba ahí en paños menores, al principio no lo negaba, si le había gustado, si, pero era un gusto culposo.
Lo último que hizo antes de que sus padres llegaran fue un fin de semana en el cual usó de excusa que no lo dejaba mirar la televisión y como respuesta a ello no encontró mejor forma que tomarle de la cintura y sentarlo en su regazo, solo estuvo unos segundos sentado ahí mientras procesaba lo que había ocurrido, hasta que finalmente se quitó de ahí.
— Deja de hacer eso, es molesto — dijo Izzy con el seño fruncido.
— ¿Que cosa? No se de que hablas — este se encogió de hombros.
— Vamos, te comportas extraño, solo detente.
— Dejémonos de juegos ¿si? Se que te gusta — dijo con el ego hasta las nubes.
— ¿Que? — dijo sin entender.
Una mano fue a parar en sus hombros, y en eso que Duff acorralaba al azabache en un árbol se acercó peligrosamente hacia su rostro.
— Deja de fingir ¿Quieres? Se que te gusto, y no te culpo ¿Quien no gustaría de mi? Digo, soy todo lo que cualquier persona quiere tener, y siéntete orgulloso, por que te daré lo que quieres — dijo acercándose a sus labios.
— A-alto ahí, para un segundo. Primero deja de arrojarte flores, no eres la gran cosa — Duff lo miró sin creerlo — segundo, ¿Por que debería sentirme orgulloso, digo, no soy Gay, y en todo caso no eres mi tipo, tercero, No me gustas, ¿Entiendes? Y por último, eres mi hermano, que ideas más bizarras rondan por esa cabeza de coco — dijo para apartarlo mientras se iba casi corriendo a casa.
Duff no podía creerlo, por primera vez alguien lo había rechazado, ¿Que tan mal tenía que estar Izzy para atreverse a decirle todo eso? Claro que todo lo que había pasado solo le había dado más motivos para buscar nuevamente al Azabache.
— ¿Quien se cree que es? ¡Diablos! — Este tomó de sus rubios cabellos con frustración — Se va a arrepentir, voy a hacer que se trague todo lo que me dijo — habló seguro.
[...]
Para el gran día de la fiesta, Duff desde temprano había llegado a casa de Slash y mientras hablaba de lo que anteriormente había ocurrido, claro omitiendo el casi beso que le roba a su hermanito. Axl decidió interrumpirlo.
— Alto, antes de que continúes, Slash, te apuesto diez dólares a que Izzy lo rechazó.
— Ten por asegurado los diez dólares, Izzy es un chico inteligente.
— Que idiotas, lo que no entiendo es como se atrevió a decirme todas esas cosas ¡Simplemente no lo entiendo! Nunca nadie me había rechazado.
— Ya veo, esa es tu inquietud, nadie nunca te bateó — Slash solo retuvo una carcajada.
— Pero espera, ahí no va a terminar, Voy a hacer que se retracte de cada una de sus palabras, no me quedare con los brazos cruzados, no señor.
— Estas loco — Axl negó suavemente con la cabeza — aquí tienes deja de llorar — el pelirrojo le dio una botella de vodka — Espero que pienses bien lo que harás con respecto a Izzy, y no cometas una estupidez por favor.
Antes de que abriera la botella se escucharon unos autos estacionándose afuera y cada que los minutos pasaban más gente entraba por aquella puerta, al punto en que de tanta gente que había no todas podían entrar a la casa y mucha estaba en el patio tanto trasero como delantero.
Y ahí estaba Izzy, aún en casa arreglándose mientras que Steven esperaba paciente viendo una película con Sonja en el comedor, ya luego de media hora por fin el azabache salió del baño ya listo con su característica boina negra y bien arreglado, quien lo viera quedaría encantado con su forma de vestir.