Narrador.
Aquella mañana de día jueves, Izzy corría por los pasillos como si de un rayo se tratase, al llegar al baño pateó la puerta e inmediatamente se arrodilló en el escusado.
Metió dos de sus dedos a su boca provocando una arcada para luego expulsar de manera bruta líquido de mal olor y sangre.
De sus orbes salían pequeñas gotas saladas que resbalaban por sus mejillas hasta perderse en su mentón, ¿Que había pasado? Poco a poco Steven comenzó a salir más con Izzy, y así también poco a poco las sustancias ilícitas que consumía Steven comenzaron a afectar también al Azabache, con tan solo 17 años años recién cumplidos ya había probado montones de drogas, entre las que más consumía era la heroína.
Aquella aguja que atravesaba su piel lo hacía sentir en otro mundo, un mundo donde era solo el y el viento.
Su madre lamentablemente no podía hacer mucho ya que siempre la conversación terminaba en un portazo o viendo a Izzy salir de la casa y no volver hasta dos días después.
La palidez de su tez era más evidente ahora, las ojeras comenzaban a notarse más y su delgadez también era más que horrible.
Sin que nadie supiese Izzy pedía a gritos ayuda, ya no quería nada, comía solo cuando Sonja cocinaba que era 4 veces a la semana.
Volviendo a lo anterior, luego de que este vomitara con mucho esfuerzo se puso de pie y enjuagó su boca con agua y salió como si nada a los pasillos de la escuela, caminó hacia su salón, sacó su mochila y nuevamente fue al baño, ahí pudo ver a Michael lavando sus manos.
El azabache no le presto tanta importancia, simplemente se puso su mochila y caminó dispuesto a irse por la ventana del baño.
Rápidamente el blondo lo retuvo tomándolo del brazo para evitar que saltará por aquella ventana.
- ¿Que crees que haces?
- Busco la cura al Cáncer - Izz dio una risa irónica - ¿Que crees que hago listillo? Me voy.
- No, no lo hagas.
- ¿Quien te crees que eres? Tu por tu lado y yo por el mio, ¿Comprendes?
- Izzy no hagas esto, estás mal, ¿Te das cuenta?
- Oh vaya, ¿descubriste america? Es obvio que no estoy bien, que más da, ya hasta me da igual, lo único que quiero es no verte más, quiero olvidarte y quiero largarme.
- Basta - el blondo lo tomó por los hombros - ¡Solo te haces daño! Por favor para, a todos nos afecta verte así, sobre todo a Sonja.
- ¿A ti te importa? Eres más que un egoísta, piensas en ti solamente, ¿realmente esperas que crea que has cambiado? No me hagas reír y quítate de en medio que me quiero ir - Izzy dio un fuerte empujón al contrario para que se quitase del frente.
Mckagan tomó de su muñeca y lo acorraló en una pared.
- ¡Basta! ¿No lo ves? He tratado de cambiar por ti, para que te des cuenta que te quiero, y que también quiero que confíes en mi, lo sé, la cagué se que no me quieres ver ni en pintura, pero por favor, vuelve a ser el de antes, ¡mira como estas por dios! Te ves cada día más horrible con esas estúpidas drogas que crees que te ayudan.
Izzy comenzó a llorar, no era un llanto escandaloso, simplemente lloraba en silencio, las lágrimas poco a poco comenzaron a salir como cascadas empapando su pálida cara, haciendo llorar también al rubio quien hace mucho tiempo comenzó a sentir amor hacia el azabache.
No, no era un amor de personas que se gustan, era un amor de familia, porque aprendió a amarlo como un hermano y no como un pareja, lamentablemente Izzy también lo amaba, pero no como el rubio a él, Izzy quería tenerlo como su pareja, no se iba a conformar con tenerlo como hermano.
- Nos hace mal verte así, por favor, si quieres yo te ayudare con dejarlo pero vuelve a ser el otro Izzy, el Izzy que yo quiero - hablo con un nudo en la garganta el blondo.
- Prométeme que me ayudaras.
- Izz.... - el Azabache levantó la mirada para verle mejor - con una mano en el corazón, te prometo que te ayudare con tu adicción.
Ambos con lágrimas en los ojos se abrazaron por unos minutos, la gente que entraba a los baños solo los miraba raro, pero eso no importaba, ellos seguían abrazados sin hablar, solo se oían los sollozos de ambos.