3. Rosa Pastel

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Jai.

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Capítulo III
"Rosa Pastel"

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De pie junto a la puerta principal el moreno fumaba un cigarrillo en busca de autocontrol; miró hacía la pequeña sala de estar y notó como las manos de su hermana se movían de un lado a otro en consecuencia a su ansiedad.

Había pasado por demasiado a su corta edad y no podía esperar menos luego de todo esto.

Si tan solo hubiese llegado antes...

Lanzó el cigarrillo tan lejos como pudo y se adentró de nuevo en la casa; debía despedirse y comenzar con sus planes cuanto antes.

Si quería que ella estuviese bien debía comenzar de una vez por todas con todo aquello que sabía que estaba mal con el mismo.

Se lo debía...

La observó; sentada con la vista perdida y su pequeño cuerpo moviéndose de aquí para allá sin desprenderse de su sitio buscando alivio a todo lo que le aquejaba.

Le dolía la cara, posiblemente tenía hambre y estaba demasiado asustada y confundida para poder procesar lo que había sucedido.

Y Shadow...

Bueno, a él el corazón se le estrujaba de verla así; no podía negar lo evidente, ni mucho menos fingir indiferencia cuando el ser que más quería en el mundo estaba sufriendo de esa manera.

Su hermana pequeña, la pequeña Rose estaba herida tanto física como emocionalmente y aunque en otras instancias hubiese masacrado al hijo de perra que se atreviese a lastimarla esta vez tenía que pensar las cosas fríamente.

Debía esperar y eso era lo que más le frustraba; perder el control de la situación...

—Shadow—Ella le llamó de pronto y todo a su alrededor dejó de importar—¿Qu-qué sucederá con nosotros?—Pregunto dudosa y él suspiró.

La incertidumbre podía convertirse en el peor de los tormentos y la joven Rose estaba ahí sentada en el hogar de una desconocida —al menos para ella— que le miraba de manera inquisitiva y altanera mientras su hermano mayor lucía ajeno y expectante.

¿Qué iba a suceder en todo caso? Lo único que podía entender era que sí o sí tendría que dejar toda su vida tal y como la conocía y empezar desde cero en un nuevo sitio. ¿Este lugar sería ese nuevo comienzo?

La mujer de atributos envidiables no parecía alguien muy agradable; estaba ahí mirándole como si tuviese la peste y por mucho que esto le incomodara podía cobrar un poco de sentido dadas las circunstancias.

Es decir, ¿quién querría recibir a una mocosa extraña y evidentemente maltratada? No se había visto en un espejo pero no necesitaba ser muy inteligente para intuir que bien no se veía precisamente.

Por su parte, el joven moreno se mantenía callado; aguardando el mejor momento para responder ante el cuestionamiento y no alterarla más de lo debido ante lo que se venía para ellos dos.

—¿Shadow?—Su cara maltrecha ya tenía una expresión asustada—Vas a irte otra vez... ¿no?—Solo necesitaba confirmarlo y su negativa a responder le dijo lo que necesitaba.

Después de todo lo vivido, ¿qué podía esperar sino la soledad?

—Sólo será un tiempo...—le aseguró—Rouge vigilará que estés bien y vendré a verte lo más pronto que me sea posible—con la mano izquierda le acarició suavemente la cabeza y por primera vez en mucho tiempo, sonrió—Voy a volver, te lo prometo—arrodillado ante ella le tendió aquel collar de la buena suerte que de tantas trastadas le había protegido—Quiero que lo tengas, cuidará de ti en tanto yo no esté...—.

𝘋𝘪𝘴𝘰𝘭𝘶𝘵𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora