- "Vysena es un arma de doble filo, es hija del hombre mas fuerte de los Siete Reinos, ha sido criada por el hombre mas peligroso de los Siete Reinos y su madre es la Reina Roja ¿quieres mas explicaciones, Aemond? "
Vysena Targaryen es la hija de Da...
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lxs tkm y gracias por el gran apoyo <3
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CAPITULO 004
" Usurpadores"
Vysena habia llorado murmurando el nombre de su hermana y de sus padres por horas.
Sus estúpidas ganas de tentar a Aemond la habían puesto en ese lugar.
Aemond Targaryen en ese momento estaba parado al otro lado de la puerta de Vysena, una sola mirada a los guardias y estos se retiraron sabiendo sus intenciones de entrar.
Vysena sintió los pasos y se escondió al costado de la puerta, en la parte oscura donde no llegaba la luz y tomando su espada para matar a quien sea que entre a la habitación.
Y si eran ser Criston Cole o Alicent mucho mejor, rebanaría sus cuellos y se los daría a su madre y tía.
Cuando Aemond entró a la habitación de la princesa miró con el ceño fruncido todo el desastre que había dentro.
Gotas de sangre seca en el suelo, pedazos de vidrio por doquier, la cama completamente destrozada con trozos de tela en todas partes, todo estaba de cabeza.
Antes de que pudiera reaccionar fue tumbado al suelo por una patada en la espalda de la misma princesa que apareció por detras el y lo aprisionó contra el suelo, rasguñando su brazo con el filo de su espada lo cual le provocó una sangrante herida y colocando el filo de su espada contra su cuello pero Aemond fue lo suficientemente rápido como para golpear su mano con fuerza y hacerle soltar su espada.
Vysena soltó un grito de furia y nuevamente trató de tomar su espada pero Aemond la sujetó del cuello y la hizo voltear estampando con fuerza su cuerpo contra el frio suelo sin soltar su agarre contra el cuello de la princesa, haciendo presión contra el cuerpo de Vysena para evitar que se moviera.
Pero ni eso pudo detener a la salvaje princesa.
─ ¿Qué carajo te sucede? ─ le preguntó Aemond mientras forcejeaba con ella quien lo arañaba con fiereza en el rostro y trataba de ahorcarlo de la misma manera.
Para llegar a su espada y matarlo.
─ ¿Qué me pasa? ─ preguntó la princesa con una sonrisa histérica ─ ¡Maldito traidor! ─ gritó ella empujando el cuerpo del platinado de encima de ella.
