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Sentí mi Corazon latir con fuerza contra mi pecho, no entendía la mitad de las cosas que estaban sucediendo en este momento.

¿Dejarlo aqui?

Sentí mis pies pegados a la grama, sin tener idea de qué hace en el momento. Debía ir detrás de TaeYong y pedirle una explicación, pero era presa del miedo. Temía que el mayor realmente me estuviese dejando. Tome una gran bocanada de aire, llenándome de valor,¿Desde cuándo me había convertido en una cobarde?

Estaba segura de que no lo era, pero la idea de perder a TaeYong era simplemente aterradora.

Cerré mi manos formando puños, mordiendo el interior de mis labios, dando lo mejor de mí para ir tras el mayor.

—¡TaeYong!–Grite, esperando que se detuviera, pero este solo dio pasos mas acelerados en dirección a su auto. Maldije internamente, era un remolino de emociones y en cualquier momento me soltaría a llorar si TaeYong realmente decidía marcharse sin dejar explicación alguna.

Con la respiración agitada, y un nudo en la garganta me detuve frente a su auto, e intente abrir la puerta para así tener una conversación decente sobre todo lo que estaba ocurriendo, pero TaeYong no quito el seguro de la puerta. Intente un par de veces mas y toque la ventana sin cesar, pero no había respuesta por parte del mayor. Lo podía ver en el asiento frente al volante con las manos sobre este, podía casi jurar que lo estaba tomando con mucha fuerza. Su mirada se mantenía hacia al frente, ignorando completamente mis llamados.

–Yura...Creo que es mejor que lo dejes.–La voz de Yuta a mis espaldas, me hizo caer en cuenta que estaba armando una gran escena. Pero era lo ultimo que me importaba en estos momentos, necesitaba una explicación y no me iría sin tenerla. —Sabes lo terco que es, me asegurare de llevarlo bien a casa. Puedes hablar con él cuando ambos estén mas calmados.—Su mano viajo hacia mi hombro, en modo de consuelo.

Aleje su mano, sintiendo un gran nudo en mi garganta, junto con las ganas inminentes de llorar, rodee el auto hasta quedar frente a su ventana.

—TaeYong, vamos, abre la puerta. —Solté con la voz casi rota. —No es justo lo que estas haciendo, y lo sabes. —Sentí un leve ardor en los ojos, avisando que las lagrimas estaban por caer. —¿Puedes por favor abrir la puerta y hablar conmigo? —Pero seguía sin recibir una respuesta por parte del mayor. Tome una gran bocanada de aire, pasando mi mano rápidamente por mi rostro, limpiando las lagrimas que estaban por caer. —No es justo que me estes dejando solo porque las demás personas han opinado sobre nosotros. Es nuestra relación y solo nosotros podemos decidir qué hacer con ella, toma de dos partes para iniciarla, así que no tienes derecho a dejarla sin si quiera explicarme.—El mayor solo mantenía su vista fija en el volante, sin tener reacción alguna ante mis palabras, haciendo que algo dentro de mi se escociera.—¿Crees que me interesa que alguien mas tenga sentimientos por mi?—Bufe, sintiendo una leve molestia, tal vez conmigo misma por no darme cuenta antes de toda la situación, pero también con TaeYong por querer dejarme sin siquiera pensarlo. —Estas siendo egoísta, Lee TaeYong. ¿Crees que eres el único que saldrá herido de esto? —Deje caer mis brazos al costado de mi cuerpo, soltando la manigueta del auto, sabia que TaeYong no hablaría conmigo.

Conscientes de lo testarudo que era TaeYong en cuando tomaba una decisión... Era probablemente la peor parte de toda la situación.

Cerré mis manos, formando puños con estas, sintiéndome impotente ante toda lo sucedido. Di una ultima mirada hacia TaeYong pero este paso totalmente de mí. Algunas personas miraban en nuestra dirección, con la intensión de descubrir lo que estaba pasando, y realmente era lo ultimo que quería en este momento. Estaba harta de tener los ojos de toda una audiencia sobre mí, misma audiencia que provocó... Esto.

Solté un suspiro, cansada. Di un par de pasos hacia atrás, dejando espacio para que TaeYong moviese el auto. Yuta bajo la cabeza, dedicándome una mirada desbordada de vergüenza y pena. Acto seguido, se adentro al auto sin decir una palabra. El motor del auto rugió con fuerza, en unos segundos, el vehículo se encontraba circulando la carretera perdiéndose en el horizonte.

Se había ido.

No había nada que hacer al respecto.

Observé mis zapatos como si fuera la cosa más interesante de este mundo mientras mordía mi labio. ¿Quién me juzgaría por llorar cuando el amor me ha abandonado de esta manera? Apreté mis puños con fuerza y tomé aire, en un fallido intento de contener mis lágrimas.

Yo nunca lloraba, no era propio de mí.

Una melodiosa voz entró por mis oídos, sin embargo, el sonido no hizo más que estremecer mi cuerpo.

—Yura...—Llamó mi nombre, su voz se escuchaba agitada, como si hubiera corrido un maratón. ¿Estaba nervioso? —¿Estás bien?

Extendió su mano con lentitud hacia la mía, temeroso del tacto. Quité mi mano con un movimiento ligero.

Mudo ante mi acción, debatió para sus adentros lo que debía hacer. O eso era lo que la expresión en su rostro reflejaba cuando voltee a verlo.

—¿Quieres ir a otro lugar?— Preguntó con preocupación. Su rostro estaba magullado y su labio roto. En el fondo, sentía lastima por él.

También sentía lastima por mí misma.

Me detuve a pensar en la acciones de JaeHyun. ¿Era tan natural para él tomar mi mano? Sus ademanes lo demostraban. Teniendo el mismo tipo de atención que tendría una pareja. ¿Y si TaeYong tenía razón?

¿Y si yo no sabía poner límites?

—JaeHyun.— Sus cejas se alzaron con sorpresa y me miró con atención.— ¿Sientes algo por mí? —No había ninguna pensamiento en mi cabeza detrás de esa pregunta, genuinamente quería saber.

El rostro del mas alto se desmoronó frente a mis ojos. Las comisuras de sus labios apuntaban hacia abajo y su mirada se hizo sombría. Alguien había descubierto su secreto.

Pero la curiosidad mató al gato.

Cerró sus ojos y suspiró, pasando una mano por su cabello.

—¿Te lo dijo?— Asentí mientras abrazaba a mi propio cuerpo, empezaba a hacer frío. El mayor hizo el amago de quitarse la chaqueta que traía puesta, negué con la cabeza y volvió a ponérsela.— Nunca quise que las cosas se dieran de esta manera, sabes.— Metió las manos en sus bolsillos y desvío la mirada hacia la carretera.— No quería ser un intruso en tu relación con TaeYong, pero no podía no estar a tu lado.— Golpeó una piedra que yacía sobre la acera con su pie.—Después del partido nos encontramos en los baños... Me presionó por unos minutos, estaba convencido sobre el tema.— Fruncí el ceño, ¿Realmente había hecho eso?— Me vi en la obligación de contarle la verdad y parece que no le gustó lo que escuchó.—Rió ligeramente a la vez que se llevaba los dedos a sus labios, recordando el lugar donde el mayor lo había golpeado.

—JaeHyun, ¿Esa es la verdad?— Cuestioné, el menor frunció el ceño y volteo a mirarme desconcertado.

—¿Por qué te mentiría?— Contestó. Dudó un poco antes de seguir hablando.— Me gustas desde hace años. Cuando me enteré que eras novia de TaeYong, tomé mi lugar como amigo.— Extendió su mano y acomodó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.— No puedes culparme por quererte.

—¿Me lo prometes?— Lo miré a los ojos, los mismos llevaban un rato observándome. No logré encontrar una pizca de recelo en ellos, así que decidir confiar en sus palabras.

—Te lo prometo.

KAIMOS;Lee TaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora