Final Parte 2
Gustavo llegó y me desató, resulta que me siguió para ver si necesitaba ayuda y vió cómo me secuestraban. Así que atravesó toda la casa buscando a Firulais Coromoto para hacerlo oler onoto y así rastrearme pero el gato había llegado primero.
—Este día todo va a cambiar Gustavo José… este día he tenido una visión de Dios, pude haber muerto Gustavo, y daría mi vida por Ceni…
—Ya deja de hablar paja que los guardias llegaron y le están probando el zapatito a las brujas.
—FIRULAAAAAIIII
Grité haciendo que el perro se parara del suelo moviendo el rabo casi brinco encima de nosotros pero aterrizó agachando su cabeza y así ambos trepamos por sus andrajosos mechones hasta llegar a su cuello.
—¡HOY ES EL DÍA DE NUESTRA INDEPENDENCIA! LA INDEPENDENCIA DEL PERICO, DE LA DICTADURA Y EL ATEÍSMO ¡CORRE FIRULAIS CORRE CÓMO EL VIENTO!
Y Firu empezó a echar una carrera y no nos caímos de milagro. Agarramos sus mechones cómo riendas y corrí hasta el salón dónde encontré a tres guardias probando una zapatilla a Griselda.
—¡POR LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUEEELAAAAAAAA!
Grité mientras guiaba el fervor del perro hasta impactar sobre esa amargada, el zapato salió volando y la silla dónde estaba sentada se fue para atrás haciendo que Griselda cayera de espaldas, su vestido se subió hasta su rostro dejando al aire sus pantaletas de Hello Kitty.
Escuchaba los gritos de la madrastra y la otra hermana mientras intentaban quitar al perro el cual lamía con desdén bolivariano toda la cara de Griselda. Igual nuestro objetivo era mucho mayor que seguir captando esta humillación.
De nuevo jalé los mechones de Firulais haciendo que se levantara en dos patas cómo el corcel yuso que era, sus patas impactaron contra la madrastras casi tumbandola al suelo, corrí a la cabeza de Firulais y salté hasta las ropas de la bruja mientras gritaba horrorizada, sus manos golpeaban y hacían vibrar sus vestiduras en su intento desesperado por liberarse de la Revolución del nuevo Mesías.
A pesar de todo logré llegar a los bolsillos y arrebatarle la llave, sabía que no había vuelta atrás pero no importaba pues lo hacía por mi amiga, salí del vestido, brinqué al aire y lancé la llave a Gustavo que la atrapó de chiripa. Yo no tuve la misma suerte, de hecho ya sabía que esto iba a suceder, caí al piso a una gran distancia dejándome tan adolorido que no pude levantarme.
—¡Jackleiverson! —Gritó Gustavo.
—¡Ve sin mí! ¡Y deja que Ceni enfrente su destino! —dije valeroso.
De repente me dió mucho sueño y mis ojos se cerraron.
Suerte mi amiga.
…ᘛ⁐̤ᕐᐷ
Narra Cenicienta.
Me encontraba arrodillada frente a la puerta ya sin lágrimas de lo seca que quedé de tanta chilladera. La cerradura empezó a moverse y la puerta se abrió con el pequeño Gustavo guindando de la llave, la rata se cayó pero lo atrapé a tiempo con mis manos.
—¡Ceni! ¡Los guardias reales están aquí! ¡Creo que Jackleiverson está herido! ¡Corre!
Me levanté, medio me peiné con los dedos porque secuestrada pero jamás desarreglada, aunque antes de salir tome aquello de mi gaveta que guarde con cariño, corrí hasta llegar al salón dónde ví a Griselda chillando arrecha, Anastasia cagada de la risa y la madrastra intentado medio controlar a las dos triponas. Pero todo su caos se detuvo cuando me vieron.
—¿Quién eres tú muchacha? —dijo uno de los guardias con cabello oscuro y de voz gruesa, también tenía rasgos asiáticos cómo el príncipe, era muy apuesto.
—Mi nombre es Cenicienta Fernanda
—¡UNA CRIADA! —interrumpió mi madrastra—ni siquiera estuvo en la noche del baile.
—¡Es cierto! Nosotras estamos de testigo que se quedó —se metió la gaveta de Anastasia.
—Si asistí a ese baile y quiero probarme el calzado.
—Señora discúlpame—dijo el guardia apuesto dirigiéndose a mi madrastra—, por órdenes del rey, todas las doncellas deben probarse la zapatilla ¿Dónde quedó el zapato?
Mientras la bruja le tiraba cómo noventa males de ojo con su cara de arrechera un segundo guardia recogió un zapato rojo aterciopelado del suelo y se lo entregó al guardia apuesto.
—Por favor permítame probarle esto.
—No… —. Al responder eso nuestras miradas se cruzaron en una conexión trifásica muy rara, cómo si nuestros ojos dijeran "lo sabemos" —Ese no es el zapato que dejé el día del baile.
El guardia sonrió y susurró "creo que la tenemos" a sus compañeros, un tercer guardia salió del hogar y un rato después regresó con un cofrecito con una llave puesta.
—Muy bien, por favor permítame probarle esto señorita…
Abrió el cofrecito frente a todos dejando ver el tan preciado recuerdo que me había dejado Tibisay Lucena, ella no me dejó un zapatito, esa caja guardaba una chola de cristal marca Fresuita.
Me senté en un mueble cercano, viendo las jetas abiertas de mis hermanastras y madrastra, cuando el tipo colocó la chancleta que me cabía perfectamente en mi pie y pa darme el gusto me saqué la otra chola de cristal del bolsillo de mi delantal y me la puse frente a todos.
El guardia apuesto se me acercó y me susurró al oído—. Gracias por hacernos la segunda con mi príncipe y conmigo.
—Ay de nada…
Mientras era escoltada por los caballeros pensé "aaaaaah ya entendíiii quien es este marico", el secretito del príncipe… en fin me despedí de las brujas haciéndole la puñeta a todas.
Pero antes de salir pedí permiso para ir al tocador pero que fuera acompañada por lo menos de un guardia porque a este punto me matarían a coñazos sin seguridad. Ya sols dentro del baño me encontré con mis dos amigos, Gustavo y Jackleiverson que estaba vuelto mierda.
—Ceni, ver tu felicidad y tu puñeta es la alegría más grande que me ha dado la vida—dijo Jackleiverson.
—¿Qué te pasó loca?
—A veces algunos tenemos que caer en batallas para que la revolución sea alcanzada.
—Se cayó al piso desde un metro de altura más o menos y no se quiso levantar más, honestamente no creo que esté herido creo que está chousiando por la abstinencia de perico—respondió Gustavo.
—Vi la realidad Ceni, ví quién soy yo y lo pequeño que soy ante la República Bolivariana y Dios soberano.
—Vamos a quitarte la mariquera fumando onoto en un castillo ¿Si?—les sonreí con dulzura a ambos.
Los tomé y me los guardé en los bolsillos, así caminé por última vez por esos pasillos, ví por última vez las expresiones de arrechera de las brujas, me despedí de la casa de mi papá y mamá que en paz descansen y me monte en el carruaje real rumbo al castillo, para cumplir el sueño de toda mi vida, vivir en paz teniendo plata.
ヾ(・ω・*)ノヾ(・ω・*)ノヾ(・ω・*)ノヾ(・ω・*)ノ
Se acabó Cenicienta Fernanda mi gente. Una locura que se me ocurrió para hacer reír a alguien especial y ahora quería hacerlos reír a ustedes. Mi objetivo era sacarles una sonrisa y si lo logré, estoy satisfecha.
Muchas gracias por llegar hasta acá y disfrutar de un ratito de parodia, un abrazo inmenso, que le Revolución de Jackleiverson me los acompañe.
Nos vemos después, no será la última vez que veremos a Ceni💖
🐁🐁🧚♂️👸🏼🧀👈🏻 Dales un último quesito para que todos nos volvamos a ver pronto. Ya que esto no es una despedida, es un nos volveremos a encontrar.
Lo prometo 💖
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🇻🇪✧Cenicienta Venezolana✧🇻🇪
ЮморLa misión es simple, ir lo más perra, diva y potra al baile real y salir de ahí con un macho con plata. ✧ Cenicienta Fernanda se la vive pasando coleto por su casa mientras habla con una rata drogadicta y otra con ansiedad, pero un día llega una ca...