10. Sendo chisme oculta el príncipe

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—Mira bichito, yo no sé que lo que contigo mamaguevo, mucha corona, mucha plata y tienes peores modales que uno.

—Mira quién lo dice, la que anda insultando al mismísimo príncipe del reino, podría hacer que te arresten.

—Pero sieee papi a ti cómo que te fallan los cables. Me estás diciendo que haces una fiesta pa todo el reino donde invitaste a Raimundo y todo mundo y juras que la mujer que elijas no va estar interesada.

—¡Ay por supuesto que lo sé! Si supieras que la ideita de este bochorno no fue mía, pero claro, eso no te incumbe cómo plebe.

—Aaaah bonita la vaina, pero eso no me lo decías allá cuando andabas "discilpimi siniriti, quiiri biilir cin istid"

—Dios y se supone que eras una candidata a esposa… que horror que descubrí el verdadero tú. Cómo ya te dije ni te incumbe y por tu bien no mencionaria está conversación.

El ambiente entre los dos era una mierda, estábamos unos frente al otro, lo miraba arrecha de brazos cruzados y él ni me devolvía la mirada, su cara era de disgusto y creo que hasta tristeza.

—Acompáñame señorita, regresemos al salón… oye espera ¿qué es eso en tu pecho?.

Ahhh con qué mirándome los limones… no ya en fin, mire mi escote y note que se asomaba un moretón escondido entre mis ropas, coloqué mi mano sobre él y pude sentir algo más que el dolor del golpe, recordé que mis hermanastras me habían humillado, casi que desnudado y que atravesé todo eso por esta noche, una noche milagrosa con un perfecto imbécil y que terminaría a las doce, un milagro de Tibisay desperdiciado.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al entender que todo volvería a la normalidad y sin un recuerdo mágico y hermoso, que todo había sido en vano.

—¿Señorita se encuentra bien?

—¿Acaso te importa cómo me sienta? Es cierto que hoy encontrarás a la esposa que tanto quieres o por lo menos te divertirás con cuatrocientos culos más. A mi se me arruinó una oportunidad de cambiar algo en mi hogar de mier… —respiré profundo, ya ni merecía la pena hablarle— ya me despido príncipe Kook, regresaré a… mi hogar.

Y estás dos últimas palabras me hicieron romper en llanto, me di la vuelta en un intento de huída dramática pero sabes de irme él dijo una última cosa que me arrecho.

—Me disculpó por este horrendo comportamiento que tuve contigo, creo que ninguno de los dos tiene una vida fácil.

—¿VIDA FÁCIL MAMAGUEVO? —respiré profundo para calmarme—Perdón me alteré, he sido la marioneta de mi familia desde que tengo memoria, no soy una "Señorita" Soy una cachifa, limpio, barro, coleteo, cocino, coso, lavo y obedezco a base de maltratos a mis hermanastras y madrastra en el hogar de mis fallecidos padres ¿Qué quieres decir con qué no tienes una vida fácil loco? Detrás de esa puerta tienes a cuatrocientas mujeres que morirían por ser las elegidas para estar junto a ti, todo te lo hacen a ti ¿Qué clase de mala vida has tenido tú?

—La verdad es que nunca en mi vida he estado tan mamado de ver tanta jeva.

—¿De qué hablas?

—Naguevona, que la corona de la República Bolivariana de Venezuela me perdone. Sólo accedí a hacer está fiesta porque creo que mi padre ya estaba sospechando que a mí cómo que se me volteó la arepa, no debí verle tanto el culo a los guardias.

¿Cómo es LA VAINA?

—Es decir que ¿no te gustan las…?

—No, me gustan los hombres, pero tú sabes, pleno siglo en el que estamos y sería inaceptable un regente homosexual.

🇻🇪✧Cenicienta Venezolana✧🇻🇪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora