Corazón Narcisista ~MLBB~ (Ling x WanWan)

EXPERIMENTANDO

CAP. 1

Juraba solo haber conocido una persona igual a él, fuerte, amable y protector, un amigo ideal que rozaba la perfección, cuya grata compañía duró tan poco que llegó a ser doloroso en gran manera.

-         ¿Qué sucede? – detuvo su caminar en cuanto escuchó su voz, intentó fallidamente irse sin ser descubierto adentrándose en la inmensidad del bosque que rodeaba esa diminuta casa, en cuanto volteó a verla, ella lo sintió, su mirada era diferente a la de siempre, esa mañana él había despertado con un semblante totalmente oscuro - ¿A donde iras?– llevaba a cuestas todas sus pertenencias era obvio que se marchaba, empezaba a inquietarse a cada segundo más - Quédate… por favor -no lograba hacer que el dijera algo, solo esa mirada guardando odio ya la confundían, talvez había hecho o dicho algo y ahora  no sabía como remediarlo.

-         Es crucial que me marche ahora – dijo al fin.

-         Déjame ir contigo, prometo no ser una carga – trataba de convencerlo, a pesar de su muy corta edad se esforzaba lo suficiente para poder ser de ayuda -sabes que puedo serte útil – el no dió explicación alguna, acarició su cabello por un segundo y se marchó sin voltear a verla una vez más.

-         ¿Yu Zhong? ¿hice algo mal?- Intentaba alcanzarlo, pero le fue imposible hacerlo, él la veía pequeña, frágil e inocente, tan pura que temía que su sola presencia la mancillaran, en su inocencia ella pensaba que era su culpa esa precipitada decisión, se sintió vencida por las agigantadas zancadas de su amigo, la gran brecha que él creaba entre ambos la herían bastante, se le formaba un nudo en la garganta, una rabieta no lo harían volver, agitada se detuvo en el lugar en el que había perdido a Yu Zhong de vista, se mordió el labio, dejó escapar solo una lágrima, apretó los puños y regresó a su hogar, la esperanza de volver a verlo era más fuerte que el dolor mismo que sentía en ese instante.

Después de 10 años una calida mañana de primavera, WanWan alistó todo lo que pensó importante y necesario para su viaje, su  inquieta, curiosa y energetica personalidad la obligaban a salir a descubrir el mundo, aunque se le encogía el corazón al pensar que dejaba a su padre completamente solo, con esa incertidumbre fue sincera. Con un dulce abrazo y un beso en la frente le deseó un buen viaje “Siempre estaré esperandote en este lugar, ya sea en cuerpo o espíritu, este sitio, ni yo, iremos a ningún lado , mi querida hija” resonó en su mente, a pocos pasos volteó a ver su hogar y a su padre, quería grabar en sus pupilas aquella cálida imagen, serían su consuelo cada vez que sienta el frío cruel de la realidad.

De vez en cuando miraba su muñeca, una arma tan ligera como aquella ballesta de Tang, fina y eficiente constantemente la incitaban a probar la eficacia y letalidad, sin embargo había prometido ser prudente y usarla solo si se veía obligada a hacerlo, sin notarlo dio con un pequeño poblado muy pintoresco, nunca en su vida había estado tan lejos de casa, arriesgándose a lo desconocido, se armó de valor y se abrió paso entre la multitud, extraña se sintió al experimentar ser rodeada de tantísimas personas, vagó encantada por cada rincón, no podía creer lo fácil que era pasar desapercibida con un aspecto gatuno tan peculiar como el suyo.

-         Esta enfermo – escucho a un grupo de personas discutir en la pequeña plaza donde había decidido descansar por un momento, no quiso parecer una entrometida, tomó sus cosas, sacudió sus ropas y comenzó a alejarse.

-         Que esperabas del Dragón Negro, era de suponer que no tenía un buen juicio, Yu Zhong siempre fue una amenaza a donde fuera que vaya, merece morir de una manera miserable y aún así no sería suficiente para expiar sus pecados – hablaban por demás.