El Guerrero de Kalailte (SuperCorp)

Capítulo 18: Cielos Rojos

Pueden pasar muchas cosas en dos meses. 

Kara se había mudado con éxito al ático de Lena y, por algún milagro, había conseguido sobornar a Lena para que considerara la posibilidad de adoptar una especie de mascota cuando llegara su cumpleaños. Por suerte, Lena aún tenía unos meses para fingir que se olvidaba de esa promesa y alejar a una enérgica Kara de los refugios de animales una semana tras otra. 

Alex también se había mudado oficialmente con Sam y Ruby, a pesar de que Alex no había estado en su apartamento desde hacía más de un mes cuando Sam decidió hacerlo realidad. Ruby estaba encantada de tener a Alex cerca de forma más permanente, sobre todo teniendo en cuenta que Sam había estado ocupada como directora general de L-Corp mientras Lex iba a juicio, otra vez.  

Lena se había alejado del ojo público una vez más mientras Lex se enfrentaba a los tribunales supremos, representándose a sí mismo porque ningún abogado quería aceptar su caso después de que se hiciera pública la verdadera naturaleza de sus crímenes. Ni siquiera una semana después de las Navidades, la DEO se unió a las fuerzas especiales estadounidenses y al grupo de trabajo sobre terrorismo del FBI para analizar e investigar la información que Kara había conseguido reunir en su entrevista con Lex unas semanas antes.  

Lena ayudó a recopilar informes financieros y otros datos con la ayuda de Lillian y Sam, y pudo averiguar, con la ayuda de Brainy y Winn, dónde se estaba llevando a cabo exactamente la principal operación de abducción alienígena.  

Un búnker abandonado en medio del desierto de Nevada que había sido restaurado y mejorado muy discretamente para que cupieran cientos de personas en su interior y para facilitar la tortura de esos pobres seres. Los hombres de Lex fueron sorprendidos con las manos en la masa, Kara y Lena solicitaron la ayuda de Clark y el resto de los Superamigos para ayudar a evacuar y poner a salvo a los alienígenas.  

La DEO recurrió a la ayuda de varios psicólogos, entre ellos una tal Kelly Olsen, para conseguir a sus nuevos amigos lo que necesitaban para empezar una nueva vida. Alex y Lena trabajaron para que los heridos volvieran a estar en condiciones de luchar, mientras que Kara y J'onn ayudaron a los que tenían sus poderes amortiguados en el búnker a aprender a controlarlos en la Tierra. Brainy y Winn se encargaron de encontrar hogares y entrevistas de trabajo para los candidatos elegibles y Nia se unió a Lois y Clark para escribir el artículo que desvelaba el plan de Lex con los relatos de todos los héroes involucrados en la misión de rescate.  

Lex no tenía ninguna posibilidad de escapar de todo el peso de la ley, los que apoyaban a los extraterrestres en la Tierra impulsaron la primera sentencia de pena de muerte en National City en décadas. Tanto Lena como Lillian estaban atrapadas en el medio de querer ver a Lex sufrir las consecuencias de sus acciones, pero también querían que esos refugiados recibieran la justicia que todos merecían.

El caso se prolongó durante semanas. Las pruebas aumentaban cada día que pasaba con nuevas declaraciones de las víctimas e incluso algunos de los hombres de Lex se volvieron contra su jefe. Las imágenes de los laboratorios del búnker fueron suficientes para que cuatro miembros del jurado enfermaran físicamente y se excusaran de sus funciones.  

Kelly subió al estrado como psicóloga principal, relatando varias declaraciones de los supervivientes más largos que se negaban a estar en el mismo edificio que Lex. Después de que el tribunal escuchara al primer captado de Lex, su decisión estaba tomada.  

Lex fue encarcelado de por vida en régimen de aislamiento en el manicomio más seguro del país, a la espera de un castigo más adecuado, si es que llegaba a haber uno en su vida, que estuviera a la altura del dolor y el sufrimiento que causó a todas esas víctimas.