Capítulo 17: Muérdago y Vino

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Los guerreros kalailteanos son famosos por su fuerza y determinación en la batalla. Son elegidos por el propio Rey como protectores, una visión de esperanza y un pilar de belleza para el pueblo de Kalailtean. Este feroz combatiente es una mujer, de sangre pura y con un poder casi omnipotente.  

La mente de Lena estaba dividida de varias maneras.  

Los últimos días habían rozado la locura. Era la víspera de Navidad, y estaba en la habitación trasera de Lylla leyendo la historia de los Guerreros de Kalailtean como comienzo de sus lecciones para convertirse en la poderosa hechicera que su maestra decía que debía ser.  

"No sé si hoy estoy a la altura de esto..." Lena se quejó en voz baja, pasando otra página del pesado tomo que Lylla le había puesto en el regazo esa misma tarde. Lylla le lanzó una mirada severa que hizo que Lena volviera a centrarse en lo escrito en la página. Leyó durante un rato antes de que su mente volviera a divagar.  

Lex había sido muy comunicativo con los entresijos de su plan para acabar con las razas alienígenas en la Tierra, o al menos las partes que ella escuchó mientras vaciaba su estómago en el cubo de la basura. Los habían puesto en estado de alerta durante los próximos días, ya que se acercaba la Navidad y no se habían terminado los preparativos debido al interrogatorio con Lex, J'onn les había ordenado a todos que descansaran y se relajaran todo lo que pudieran.  

La Navidad era un período muy ocupado para una persona capaz de apagar incendios de árboles secos y alguno que otro alimentado por la grasa. Kara también había estado un poco más retraída, lo cual era muy poco habitual en ella en cualquier período de vacaciones. Estaba decidida a conseguir que Kara tuviera el mayor espíritu navideño posible para su fiesta de esa noche.  

"¿Terminaste la sección sobre los guerreros de Kalailtean?" Lylla tocó con sus dedos el hombro de Lena, que se sobresaltó.  

"Oh, sí. Suenan bastante rudos". Lena asintió y cerró el libro.  

"Bastante rudo" Lylla la miró un momento antes de reírse. "Cariño, ¿has oído hablar de las amazonas?" 

"Sí, Kara es amiga de Diana".  

"Las amazonas son rudas. ¿Guerreros Kalailteanos? No se parecen a ningún otro guerrero en el Universo, incluso le dan a los masivos kriptonianos una carrera por su dinero."  

Lena se rió ante el gesto y la mirada exagerada de la vieja bruja. Los guerreros de su casa sí que le parecían unos rudos. Utilizaban la magia del caos para librar las batallas, lanzando a los enemigos a diferentes reinos y luchando contra ellos en dimensiones como el propio infierno personal para ganar la ventaja antes de traerlos de vuelta al campo de batalla y acabar con ellos. Eran despiadados, Lena estaba muy lejos de apuntarse a ese trabajo, pero aun así tenía que dárselo. 

Para cuando Lylla terminó de divagar sobre las fuerzas especiales kriptonianas y sobre cómo el ejército alniliano solía entrenar en Kalailte, Lena estaba lista para volver a casa y ver a sus amigos. Le apetecía apartar de su mente toda la tensión y el drama de los últimos días, tomarse unos vasos de whisky y relajarse.  

Alex, Sam y Ruby estaban en el ático asegurándose de que Kara no prendiera fuego a nada mientras cocinaba, y el resto de la pandilla debía llegar a las siete de la tarde. Kara había invitado a Nia, así como a Winn, que había invitado al nuevo miembro de la DEO, Brainy. Iba a ser una casa llena y Lena no podía desear nada más para llenar su noche.

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"¿Kara?" Gritó Lena al atravesar la puerta de su casa para no encontrar a nadie donde esperaba que estuviera. "¿Sam, Alex?"  

El Guerrero de Kalailte (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora